Compensar a los países emergentes por el impacto climático, una de las claves de la COP27
La cumbre del clima, que se celebra estos días en Sharm El Sheikh, es una oportunidad para asegurar la transferencia de fondos destinados a compensar a los países emergentes por el impacto climático. En una tribuna de opinión, publicada en el diario Cinco Días, Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad de BBVA, manifiesta la necesidad de avanzar en el complejo escenario global haciendo “compatible para todos el desarrollo, la descarbonización y la generación de oportunidades”.
El apoyo de los países desarrollados a los emergentes es uno de los temas clave en las negociaciones de la COP27. “Un apoyo que se inició formalmente en la Cumbre de Copenhague en 2009 con el objetivo de contribuir con 100.000 millones de dólares al año y que, hasta la fecha, no ha sido posible alcanzar”, explica Javier Rodríguez Soler en su tribuna. A su juicio, este apoyo financiero debe destinarse tanto a la adaptación como a la mitigación de los efectos del cambio climático.
“Avanzar en la cuestión de pérdidas y daños sufridos por los países emergentes derivados del desarrollo asimétrico de nuestro mundo”, resultará clave también para el éxito de las negociaciones, afirma el responsable global de Sostenibilidad de BBVA. Además, en su opinión, esta COP27 debería impulsar la cooperación en un nuevo orden mundial, marcado por la guerra en Ucrania.
La contribución del sector privado, responsable de “movilizar al menos dos terceras partes de las inversiones necesarias en el camino hacia la descarbonización” es otro de los grandes temas en discusión. Para materializar dicha inversión se hace necesario, a su juicio, que los gobiernos de todo el mundo apliquen incentivos necesarios y “doten de seguridad jurídica y estabilidad, especialmente necesaria en los mercados emergentes”.
“Si ponemos el foco en la banca, ya hay 120 entidades comprometidas con ser neutras en carbono a 2050, lo que representa el 39% del sector. Y lo más importante, 53 bancos ya han fijado objetivos intermedios, tal como establece la guía de la alianza avalada por Naciones Unidas”, afirma.
Los retos son inmensos para todos los gobiernos, las empresas y para el sector financiero. Para Javier Rodríguez Soler, resulta “fundamental acompañar a todos los actores hacia una transición consistente con la ambición de limitar el calentamiento global a 1,5ºC al final de siglo, de forma inclusiva y sin dejar a nadie atrás”.