¿Cómo reforzar las finanzas de los universitarios durante este verano?
La crisis provocada por la pandemia global ha supuesto un reto financiero para muchos estudiantes que han visto sus ingresos afectados por la irrupción de la COVID-19. El verano marca el momento de planificar las finanzas del próximo curso, tanto para los alumnos más veteranos como para aquellos que se incorporan en septiembre a la universidad.
Los retos financieros se han multiplicado para los estudiantes universitarios en todo el mundo. Algunos habían tenido que desembolsar un dinero para cubrir necesidades como la vivienda o el material de estudio que no han podido utilizar y otros han visto comprometida su continuidad en la carrera debido a la disminución de ingresos a nivel personal o familiar.
La inquietud entre los jóvenes es generalizada. Por ejemplo, según un informe de la National Union of Students (NUS) el 80% de los alumnos de educación superior en Reino Unido están preocupados por sus finanzas en la crisis del coronavirus. Los motivos, según el estudio, son:
- Reducción de ingresos debido a la brusca interrupción de los trabajos a tiempo parcial.
- Pagos de alquiler de alojamiento, incluso cuando los estudiantes se han mudado al hogar familiar debido a la pandemia.
- Aumento de las preocupaciones sobre la empleabilidad después de licenciarse en un mercado laboral que se ha resentido por la crisis.
- Deudas por estudios ya que los alumnos han pagado el total de la matrícula por un curso que, en muchos casos, no se ha podido realizar en su totalidad, sobre todo en aquellas carreras que requieren prácticas presenciales.
La situación también supone un desafío para aquellos que comienzan sus estudios universitarios el próximo curso. Para ellos, es el momento de empezar a asumir nuevas responsabilidades en muchos aspectos de su vida, también en el económico. Todos ellos tendrán, a la vuelta de las vacaciones, un curso atípico marcado por la crisis del coronavirus en el que los retos financieros más comunes, según el portal especializado, Study Portals Masters, serán conseguir un préstamo para los estudios, pagar las tasas de la universidad, costear el alojamiento y asumir el precio de los libros y materiales de estudio.
Para afrontar estos retos es necesario aprovechar el verano y llegar al nuevo curso con la menor cantidad posible de preocupaciones financieras con medidas como estas.
Planificar las finanzas
Hacer un buen presupuesto es la base de la gestión financiera en todas las etapas de la vida y permite controlar los ingresos y gastos de la persona. En el caso de los estudiantes que empiezan la carrera en septiembre hay que tener en cuenta varias partidas de gasto. Las principales, según un artículo de Wells Fargo, son: alojamiento y comida; libros y materiales para el estudio; gastos personales, de transporte y otros como facturas, primas de seguros, ocio, etc.
Si al realizar el presupuesto se comprueba que los gastos superan a los ingresos, sería conveniente analizar qué dispendios se podrían recortar o cómo se podría obtener más dinero. Siempre hay que tener en cuenta la necesidad de reservar una parte del dinero para contar con un colchón financiero que ayude a afrontar cualquier emergencia económica. Para que el presupuesto sea efectivo, el portal de finanzas británico Save the Student, recomienda dividir los ingresos por semanas. De esta forma, se controlan mejor los gastos, no se gasta el dinero del mes de golpe y resulta más difícil quedarse sin blanca a final de mes. Además, conviene familiarizarse con alguna ‘app’ de gestión de finanzas para ayudarse en la tarea de controlar el presupuesto.
Buscar ayuda
Las universidades de todo el mundo están poniendo en marcha ayudas para estudiantes y becas con el fin de atender a los estudiantes afectados por la crisis de la COVID-19. Es el momento de buscar apoyo financiero y de informarse de las posibilidades que ofrece cada centro. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, tal y como ha publicado The National Conference of State Legistatures, “los legisladores han presentado proyectos de ley para garantizar que los estudiantes reciban reembolsos por el dinero destinado a gastos de alojamiento y comida. Otros estados están considerando detener el cobro de los pagos de los préstamos estudiantiles”.
El dinero que no se ha invertido durante la pandemia puede canalizarse a las cuestiones más urgentes. “Las universidades y colegios han ahorrado fondos adicionales debido a la prohibición de viajar y los eventos cancelados. Este dinero se redirige para aumentar las becas o cubrir ciertas tarifas”, explica Study Portals Masters. El portal especializado avisa de que no hay una base de datos con las ayudas que ofrece cada universidad en Estados Unidos, por lo que recomienda consultar las páginas web de cada centro o contactar directamente para pedir información.
Aumentar los ingresos
Los trabajos de verano son una buena opción para obtener ingresos extra de cara al curso universitario, tanto para los estudiantes veteranos como para aquellos que empiezan. En internet hay páginas especializadas con ofertas de trabajo para jóvenes como Season Workers, centrada en empleos en Europa o One World 365 que abarca países de todo el mundo. Las posibilidades son numerosas y ofrece muchos beneficios ya que, además de conseguir dinero para el curso, un trabajo de verano es muy útil para conseguir experiencia laboral y completar el currículum.
Mantenerse al día
Estar bien informado sobre todo lo que concierne a las finanzas personales y ser responsable con el dinero es una llave para evitar posibles problemas económicos en el futuro. Mejorar las capacidades financieras es siempre importante, pero puede resultar clave en el comienzo de la etapa universitaria por los compromisos que se pueden adquirir y que pueden condicionar el futuro financiero. Según el estudio 2019 Money Matters on Campus Report elaborado por EVERFI, el 47% de los estudiantes universitarios encuestados dijo que no se siente preparado para administrar su dinero, siendo el desafío más desalentador para los estudiantes universitarios por cuarto año consecutivo. Por ello, siempre que se vaya a realizar algún paso en el campo de lo financiero como, por ejemplo, a la hora de contratar un producto bancario, conviene asegurarse de que se entiende correctamente la información y, en caso de duda, consultar con un asesor.
Una buena fuente de información es la página web del Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA que ofrece todo tipo de contenidos y recursos para promover la educación financiera como vía para mejorar la salud financiera de las personas. En 2019, la web publicó más de 80 estudios y 50 buenas prácticas y cerró el año con cerca de 4600 suscriptores de su ‘newsletter’, el medio al través del cual informa, con una periodicidad bimensual, sobre todas sus novedades. Además, el centro tiene su propio ‘podcast’ a través del cual aborda, de forma didáctica y amena, todos los aspectos de la vida financiera de las personas.