Cómo gestionar correctamente el control parental para restringir el acceso a internet de niñas y niños
En la era digital cada vez es más frecuente que niños y niñas reciban su primer dispositivo electrónico a edades tempranas. Sin embargo, a pesar de todas las oportunidades que ofrece el mundo de internet, los pequeños tienen a su alcance numerosos contenidos poco convenientes para su edad. Para controlar los sitios web que visitan, existen herramientas de control parental para que la experiencia del menor sea óptima y segura.
El 62% de las personas con menores a su cargo no utiliza ningún tipo de herramienta de control parental en móviles y otros dispositivos conectados de los niños, niñas y jóvenes bajo su responsabilidad, según la encuesta sobre hábitos de uso y seguridad de internet de menores y jóvenes de España del Ministerio del Interior.
Sin embargo, ya es habitual que los pequeños tengan a su alcance un dispositivo electrónico y a edades cada vez más tempranas. Estos niños, ya considerados nativos digitales, están expuestos a contenidos que, si no se controlan por un adulto, pueden resultar una amenaza.
¿Qué herramientas de control parental existen?
Para garantizar una experiencia en la red sana y segura, los padres tienen a su disposición herramientas de control parental para controlar y bloquear ciertas aplicaciones o páginas web de los dispositivos.
- Family Link: Es una aplicación gratuita para móviles Android. Con ella, los padres reciben informes del tiempo que dedican sus hijos a diferentes aplicaciones y pueden rechazar la descarga de aquellas que no consideren convenientes para ellos.
- Control parental de Apple: con esta aplicación se puede limitar el tiempo de uso bloqueando el dispositivo Apple o cualquier aplicación.
- Qustodio: Para cualquier móvil u ordenador. Limita el acceso a páginas web y permite conocer la ubicación en tiempo real del menor. Además, cuenta con un botón del pánico SOS que notifica si el pequeño tiene algún problema.
- Microsoft Family Safety: limita el uso de pantalla en ordenadores y móviles bloqueando aplicaciones y páginas web.
- Búsqueda segura de Google Chrome: Es una opción del navegador que se puede activar desde los ajustes de cualquier dispositivo. Con esta opción se activa el “Filtro de resultados con contenido explícito”, reflejado con un candado cerrado en la parte superior derecha del navegador.
- YouTube Kids: La aplicación de vídeo ofrece una versión más segura con cuentas específicas para niños que, además, están vinculadas a la cuenta de Google de los padres.
- Plataformas de streaming: Netflix, Amazon Prime Video y HBO ya cuentan con perfiles infantiles con contenido filtrado para los más pequeños.
Educar y concienciar
La comunicación es esencial para que los que se inician en la navegación por internet entiendan qué cosas se pueden hacer y cuáles no en la red. La clave es que entiendan el porqué de la herramienta de control parental y luego vayan ganando autonomía poco a poco.
Se trata de comunicar las reglas y pactar normas de uso, consensuando límites con los hijos. Sin embargo, es importante que el adulto responsable del menor no abuse de su control, ya que el exceso de bloqueo puede resultar contraproducente. Se debe crear un entorno seguro a internet y estar abierto al intercambio de opiniones con los hijos.
Esta estrategia se basa en la creencia de que se puede regular educativamente la conducta de un niño o una niña sin aplicar coerción.
Legalidad del control parental
Los llamados padres y madres helicóptero son aquellos que quieren estar presentes en todo, sobreprotectores, y que ejercen un control desproporcionado sobre sus hijos e hijas. Esto, además de ser contraproducente, puede sobrepasar la barrera de la Ley de protección del menor. Este reglamento defiende el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los niños y las niñas.
Por otro lado está la patria potestad, que garantiza que los tutores legales de los pequeños les eduquen y otorguen una educación integral. La clave está en el equilibrio entre ambas normativas.
Según la ley de protección, los menores a partir de 14 años ya pueden dar su consentimiento, pero son los padres los que, teniendo en cuenta el nivel de madurez de los hijos, tienen que valorar lo que es más conveniente para ellos. En caso de que se sospeche que el menor está siendo víctima de un delito, el deber de tutela prevalece sobre el de la intimidad.
La mayoría de ocasiones la tecnología ofrece muchas facilidades, sobre todo en el ámbito de la comunicación, pero también es posible que nos sobrepase y no sepamos cómo darle un buen uso. Esto puede suponer preocupaciones a padres y madres y, por eso, el programa Educación Conectada de BBVA y Fad ha diseñado un espacio con tutoriales para familias que quiere mostrar la digitalización como algo que suma, que es accesible para todos y que ofrece herramientas para hacer frente a retos educativos provocados por las tecnologías.