Cómo funcionan los fondos de inversión ESG o socialmente responsables
Ganar dinero con inversiones y, además, contribuir a la construcción de una sociedad mejor. Esa es la filosofía que hay detrás de estas carteras responsables: los fondos ESG, y que están protagonizando un ‘boom’ en los últimos años.
Entre los diversos tipos de fondos de inversión (instituciones que gestionan aportaciones colectivas basándose en la diversificación, lo que en teoría atenúa el riesgo; una opción muy interesante para pequeños inversores), una modalidad ha cobrado especial relieve en los últimos años: los fondos ESG. La revista Forbes los define muy llanamente como “una estrategia que puede utilizarse para poner el dinero a trabajar con empresas que se esfuerzan por hacer del mundo un lugar mejor”. Es decir, que mientras los fondos tradicionales invierten en empresas de todo tipo y condición, los fondos ESG solo operan en compañías de contrastado compromiso con el medioambiente (la “E” de “Environment”), la sociedad (la “S”) y los problemas de gobernanza de las empresas (la “G”), sea cual sea el sector al que pertenezcan.
Es un hecho que las personas están cada vez más sensibilizadas con estos aspectos, por lo que, aunque los fondos ESG nacieron en realidad en la década de 1960, recientemente están proliferando.
Tipologías de los fondos sostenibles
La directiva europea de 2021 sobre información no financiera en productos de inversión divide en sus artículos 8 y 9 los fondos ESG en dos categorías: aquellos que “promueven características medioambientales y sociales” y los que persiguen un objetivo de inversión responsable específico.
Detrás de los fondos ESG está un estilo de inversión que se conoce como ISR o “socialmente responsable”. Las inversiones de los fondos ESG pueden guiarse por varios criterios: por exclusión (por ejemplo, ignorando empresas controvertidas por su actividad, como fabricantes de tabaco o armas, o a aquellas que incumplen los tratados internacionales), por inclusión (colaborando de forma proactiva con empresas y gobiernos que buscan reducir las emisiones contaminantes o introducir mejores prácticas retributivas), apoyando a las compañías con mejores puntuaciones en ESG (las denominadas ‘best In class’) o a las que directamente centran su actividad en temas sociales o en la lucha contra el cambio climático. También existen las inversiones temáticas, en las que el administrador identifica tendencias macroeconómicas que cree que traen viento de cola, y de impacto, en las que el retorno financiero es secundario, siendo más importante el componente social.
Eso no quiere decir que los partícipes en fondos ESG no busquen ganar dinero con sus inversiones: obtener una rentabilidad es su objetivo, como el de todo inversor…, pero no a cualquier precio. Con su preferencia, colateralmente están apoyando a las empresas que más en serio se toman su responsabilidad social. Un movimiento que puede animar a otras a que reconsideren sus políticas y poco a poco se construya entre todos un mundo más justo.
Cómo elegir un buen fondo ESG
Un artículo publicado en verano de 2022 en 'The Journal of Impact and ESG Investing, concluye que los fondos ESG “tienen rendimientos ligeramente más altos” que los no ESG. En 2020 —según hizo público en 2022 ESMA (European Securities and Markets Authority)—, los fondos “con una estrategia ambiental, social y de gobernanza (que incluyen fondos de renta variable, bonos y mixtos) superaron en remuneración a sus pares que no son ESG y, en general, también fueron más baratos”.
No obstante, los interesados en mover su dinero en este tipo de fondos deben informarse bien antes de elegir. Investigadores de la Universidad de Columbia y la London School of Economics compararon el registro ESG de empresas estadounidenses en fondos ESG y fondos no ESG. Descubrieron que hay empresas en carteras de ESG con peor historial de cumplimiento de las normas laborales y ambientales. A pesar de ello, añadía el estudio, en general “los fondos ESG tienen empresas de cartera con puntuación ESG de media más alta”.
Así que, ¿cómo elegir un buen fondo ESG? Puede ser tarea complicada para quienes se acercan por primera vez al mundo de la inversión. En ese caso se antoja imprescindible la ayuda de un asesor financiero. Los expertos coinciden en que lo primero que debe hacer el cliente es preguntarse qué es lo que quiere; qué grado de exigencia pone en el cumplimiento de los criterios ESG, y a continuación transmitirlo al gestor o asesor financiero para que le ofrezca el producto más acorde con sus inquietudes. Otra figura de intermediario es la de los ‘robo advisors’, servicios ‘online’ que ofrecen a los clientes carteras ya configuradas con fondos de inversión. En Estados Unidos tienen un crecimiento anual del 68%.
En España, las gestoras de fondos de inversión han cogido el testigo y están trabajando para adaptar su oferta sostenible a las exigencias de los supervisores y a la demanda creciente de los inversores. Por ejemplo, BBVA Asset Management, la gestora de activos del Grupo BBVA, tiene en marcha desde hace unos años un Plan de Sostenibilidad, que tiene como objetivo incorporar los criterios sostenibles al proceso de inversión de todos los vehículos gestionados. Asimismo, ha firmado su adhesión al compromiso Net Zero Asset Managers, una iniciativa lanzada por un grupo de gestoras de activos internacionales para apoyar el objetivo de reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2050 o antes.