Cómo disfrutar de unas vacaciones sostenibles y ahorrar dinero
¿Cuánto tiempo ha pasado desde el último viaje? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que, tras meses de restricciones de movilidad debido a la pandemia global, hay muchas ganas de salir. Sin embargo, antes de hacer las maletas, conviene reflexionar y plantearse algunos gestos de ahorro y hábitos sostenibles para disfrutar de unas vacaciones económicas y respetuosas con el medioambiente.
Prestar atención a los incentivos turísticos
Además de tomar las medidas de seguridad y sanitarias pertinentes, muchos países han optado por incentivar a los turistas con descuentos en alojamientos, entradas gratuitas a actividades culturales y de ocio y bonificaciones, entre otros reclamos.
Por ejemplo, en las islas Maldivas se ha puesto en marcha el Maldives Border Miles Program, un programa que recompensa con puntos, para acceder a beneficios extra, a los clientes que disfruten de los servicios de las empresas asociadas. Otros lugares han optado por ofrecer importantes descuentos a los turistas, algunos tan llamativos como el del pueblo italiano San Mauro La Bruca, que ofrece alojamiento durante una semana por dos euros la noche. En España, varias comunidades autónomas brindan bonos turísticos con descuentos que pueden llegar a los 600 euros. Si todavía no se tiene claro el destino y el presupuesto es ajustado, comprobar la lista de lugares que ofrecen este tipo de incentivos puede ayudar a tomar la decisión final.
Planificarse con antelación
Una vez elegido el destino, toca calcular los gastos y fijar un presupuesto que incluya transporte, alojamiento, comidas y actividades. En esta planificación previa, conviene añadir una cantidad extra para los imprevistos que puedan surgir durante el viaje, como la compra de medicamentos o el pago de tasas o impuestos en el lugar de destino.
Recortar gastos
Si se ha ido reservando una cantidad de dinero periódica en los meses previos, será mucho más fácil costear las vacaciones soñadas, pero si no se tiene suficiente dinero hay maneras efectivas de recortar gastos.
Internet es una gran ayuda para ahorrar. En caso de apuro, buscar opciones más económicas en buscadores y comparadores como Kayak o Trivago, puede ser de gran ayuda. Una vez en el lugar de destino, conviene no perder de vista las páginas de ofertas y cupones para minimizar el gasto diario.
Por otro lado, si se tiene flexibilidad en las fechas de vacaciones, es preferible aprovechar las diferencias de tarifas entre temporada alta y baja que suelen ser bastante notables. Viajar en meses menos concurridos como septiembre puede suponer una gran diferencia a final de mes.
Moverse de forma ecológica
Viajar de forma sostenible puede resultar a la vez económico y proporcionar una experiencia más enriquecedora al viajero. El portal especializado Sustainable Travel International recomienda moverse en tren o autocar como forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Una vez en el lugar de destino, es conveniente utilizar el transporte público.
Si se va a alquilar un coche, se puede optar por un modelo eléctrico, híbrido o más pequeño. Este tipo de transporte consume menos combustible y contamina menos al desplazarse, contribuyendo así a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, gracias a haber elegido una alternativa más ecológica el conductor podrá circular por ciertas zonas solo aptas para vehículos no contaminantes. En excursiones o paseos, desplazarse a pie o en bicicleta ayudará a reducir las emisiones de CO2, proteger el entorno y ahorrar en combustible.
Ahorrar agua y energía
Si se procura ahorrar en casa, ¿por qué no también en el lugar de vacaciones? En el alojamiento, algunos gestos como apagar las luces, el televisor o mantener la estancia a una temperatura adecuada sin abusar del aire acondicionado pueden marcar la diferencia. Para evitar un gasto de agua innecesario, la entidad certificadora de sostenibilidad en el sector turístico, Biosphere Tourism, recomienda ahorrar, “con simples cambios de conducta, como reducir el número de toallas utilizadas o cerrar el grifo cuando no se está utilizando”.
Cocinar con productos de proximidad
Una vez en el lugar de destino, pequeños gestos como cocinar productos frescos y de producción local para evitar comer todos los días fuera, ayudarán a cuidar la salud física y financiera. Esta forma de comer hace que sea más fácil planificar la compra, calcular las raciones, guardar lo que sobre y aprovechar los remanentes para elaborar nuevos platos. Además, resulta más sencillo elegir materia prima de calidad y evitar productos procesados que normalmente son más caros y menos saludables.
Cuidar la salud financiera
Es tiempo de disfrutar de unas merecidas vacaciones, pero sin perder de vista el cuidado de nuestra salud financiera. La planificación es la clave para ayudarnos a controlar los gastos durante las vacaciones y no hacer que nuestra salud financiera se resienta.
Llevar a cabo este tipo de comportamientos ayuda a gestionar las finanzas de una forma responsable, además de ser una herramienta eficaz para cumplir con objetivos, como hacer un viaje en verano, con la tranquilidad de que se está colaborando a favor de un mundo más verde e inclusivo.