Cómo combatir plagas con insecticidas orgánicos sin perjudicar el medioambiente
Los fitosanitarios de origen natural, permitidos en la agricultura ecológica, no se producen sintéticamente y su efecto no es tan prolongado como el de los químicos, pero a cambio no perjudican el medioambiente ni la salud humana. De ahí que sean cada vez más utilizados incluso en la agricultura convencional.
"El uso excesivo de plaguicidas es muy peligroso para la salud y el medioambiente, y es engañoso afirmar que son vitales para garantizar la seguridad alimentaria”, manifestaron, en marzo de 2017, el relator especial sobre el derecho a la alimentación, Hilal Elver, y el relator especial sobre Tóxicos, Baskut Tuncak, en una declaración conjunta ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
Ambos expertos esgrimieron investigaciones que muestran cómo los plaguicidas son responsables de unas 200.000 víctimas mortales por intoxicación aguda cada año. "Aproximadamente el 99% de las muertes ocurrieron en países en desarrollo. Allí las regulaciones de salud, seguridad y medio ambiente son más débiles", explicó entonces la ONU.
"La exposición crónica a pesticidas se ha relacionado con el cáncer, las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, alteración hormonal, trastornos del desarrollo y esterilidad. Los agricultores y trabajadores agrícolas, las comunidades cerca de las plantaciones, las comunidades indígenas y las mujeres embarazadas y los niños son particularmente vulnerables a la exposición a plaguicidas. Estos grupos requieren protecciones especiales", alertaron los relatores. También advirtieron que ciertos plaguicidas pueden persistir en el medioambiente durante décadas. Además, estos representan una amenaza para todo el sistema ecológico del que depende la producción de alimentos.
A más plagas, menos productividad
Por otra parte, aunque los responsables de las explotaciones agrícolas y los gobiernos tiendan a concienciarse sobre este grave problema, aún tienen que resolver otro, el de las plagas que "interfieren significativamente con la productividad de cultivos o animales”. Para controlarlas, los plaguicidas químicos pueden ser más efectivos, pero además del peligro para la salud especialmente en regiones con legislaciones precarias, “son costosos, dañan el medioambiente y matan los organismos benéficos del suelo". La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hace esta reflexión en un documento del Movimiento de Agricultura Ecológica de Tanzania sobre cómo fabricar pesticidas o insecticidas orgánicos o naturales.
"Los agricultores orgánicos dependen de otras formas para controlar las plagas, incluido el cultivo intercalado, la aplicación de extractos biológicos (de plantas) o el apoyo a los depredadores naturales", añade.
Juan José Vicente, responsable de insumos de CAAE (certificación agroalimentaria con especialización en producción ecológica u orgánica), cree que es más correcto hablar de fitosanitarios permitidos en la agricultura ecológica que de insecticidas orgánicos. "La mayoría son de origen natural y se eligen en función de los cultivos, plagas o épocas del año", aclara. El Departamento de Agricultura establece el listado de este tipo de productos sanitarios en Estados Unidos, en la Regulación Federal 205-206, mientras que el Reglamento CE 889/2008 lo recoge en la Unión Europea.
Se trata de listados restringidos que incluyen microorganismos (el llamado control biológico o lucha integrada), trampas de feromonas (sustancias que atraen sexualmente a machos y hembras de una misma especie) y productos de origen vegetal, animal y mineral como los siguientes.
Fitosanitarios de origen animal y vegetal:
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‘Allium sativum’ (extracto de ajo)
Causa trastornos digestivos al insecto, que deja de alimentarse. También provoca un cambio de olor natural en la planta, lo que actúa como repelente.
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Azadiractina
Se obtiene de las hojas del árbol de Neem (o Nim) y se utiliza sobre todo contra pulgones, mosca blanca, orugas, minadores, ácaros y cochinillas.
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Cuasia extraída de la ‘Quassia amara’
La sustancia más amarga de la naturaleza.
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Sustancia activa COS-OGA
Sustancia activa COS-OGA.
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Piretrinas naturales
Se obtienen de flores como la del crisantemo y son eficaces contra varios insectos.
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Gelatina
Disuelta en agua se rocía sobre las hojas para controlar plagas como pulgones y ácaros.
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Lecitina de Soja
Extracto vegetal que se utiliza contra los hongos.
Fitosanitarios minerales:
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Cobre
Por su capacidad anti-fúngica se utiliza en varios cultivos.
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Azufre
Muy empleado en agricultura por su triple acción acaricida, fungicida y repelente.
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Jabón potásico
Insecticida y acaricida eficaz contra el pulgón, la cochinilla, la mosca blanca o la araña roja.
El impulso de los insecticidas orgánicos a través de un consumidor concienciado
"No están producidos sintéticamente, han demostrado su efectividad para los usos para los que están indicados, son mucho más respetuosos con el medio ambiente y su efecto no es tan prolongado, es decir, no es tan persistente ni duradero", describe Vicente. El experto subraya que muchos de estos fitosanitarios naturales se usan también en la producción convencional: "Los agricultores son cada vez más receptivos porque los mercados cada vez exigen más alimentos libres de pesticidas. El consumidor manda, y los productores han de tender hacia el uso de productos menos tóxicos".
Vicente ve bien que los particulares sigan los innumerables tutoriales de Internet sobre la fabricación de insecticidas orgánicos caseros para controlar plagas en sus jardines y huertos. Pero, por lo que respecta a los agricultores profesionales, "todo lo que utilizan, cuándo, cómo y en qué cantidades, está regulado, la producción en ecológico ha de tener su registro en regla".