Colombia va por buen camino en la reducción de la pobreza
En una columna de opinión publicada por 'El Espectador', la economista jefe de BBVA Colombia, Juana Téllez, da cuenta de los avances en materia de disminución de los índices de pobreza en el país, y la importancia de mantener bajo control las variables que promueven su disminución.
El reciente informe publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), demuestra que el índice de pobreza monetaria se ubicó en 26,9% durante el 2017; es decir, que cerca de 385.000 personas salieron de la pobreza, dato menor al 28% registrado en el año 2016. Así mismo, 467.000 personas dejaron atrás la condición de pobreza extrema, presentando una reducción, al pasar de 8,5% en 2016 a 7,4% el año pasado.
De acuerdo con el análisis hecho por Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research en Colombia, estos datos recién publicados de evolución de la pobreza son positivos y envían un mensaje adecuado sobre la dirección correcta del país, y la importancia de trabajar con fuerza en mantener bajo control las variables que promueven la disminución de la pobreza.
“Los colombianos en situación de pobreza disminuyeron nuevamente en 2017 luego del aumento marginal que experimentaron en 2016. Esto es un logro en sí mismo, pero más aún en un momento en que la economía crece poco. No por esto hay que cantar victoria, claro, hay que mantenernos en esta dirección correcta que nos permita lograr nuevos avances en un espectro que es cada vez más difícil porque una mejora marginal cuenta más”, señaló la economista en su columna.
Esto es un logro en sí mismo, pero más aún en un momento en que la economía crece poco"
Los colombianos en situación de pobreza pasaron de representar el 49,7% de la población en 2002 a representar el 26,9% en 2017, aproximadamente. “El dato de 2017 mejora frente al 28% de la población que representó en 2016. El año pasado una variable que ayudó a esta nueva disminución fue la inflación que cedió frente a los máximos de años anteriores, a pesar del crecimiento aún bajo de la economía de 1,8% anual”, resaltó Téllez.
Para la economista, existen dos variables que son claves para reducir la pobreza; el crecimiento y, la inflación. “No un crecimiento cualquiera sino uno que sea estable, dinámico y en sectores que promuevan la inclusión”, destacó la economista.
Según su análisis, la labor de los próximos años se debe centrar en retornar el crecimiento a su dinamismo, promover que se acerque rápido al potencial y se cierre la brecha que está experimentando el mismo en la actualidad. Cada vez más, el crecimiento dependerá menos de acumulación de capital y más de aumentos en la productividad que, a su vez, pueden promover una reducción de la pobreza.
En su columna de opinión, Juana Téllez considera que en términos de inflación se debe trabajar cada día en mantenerla baja y en su meta del 3% y propender por pocos choques de oferta que afecten subgrupos como el de alimentos. “Una baja inflación favorece más a los más vulnerables porque son los que menos se pueden proteger ante un aumento de la misma. Otro factor que no hay que olvidar es estar siempre atentos a revisar el esquema de subsidios y ser ágiles para que dinámicamente respondan a nuevas necesidades”, concluyó la economista.