Coche eléctrico, híbrido o a gas: ¿Qué es más económico?
El viejo debate entre un coche diésel o de gasolina, ante el menor consumo del primero y los menores precios del carburante, ya se amplía a las nuevas modalidades de vehículos que, en un principio, son menos contaminantes. Eso sí, la cuestión radica ahora en qué modelo es más económico o factible según el uso que se vaya a hacer del mismo.
El coche híbrido tiene la ventaja de poder hacer viajes de más recorrido sin necesidad de tener que recargarlos, mientras que los eléctricos gastan muy poco y con menos contaminación al medioambiente, algo que preocupa de manera especial en las grandes ciudades. Eso sí, su movilidad es más urbanita y no para grandes trayectos.
Si se opta por un vehículo híbrido habrá que tener en cuenta los modelos más recomendados para ciudad o aquellos más destinados a carretera. También es importante comparar el consumo de cada modelo con el motor tradicional, que además tiene mayor peso.
Préstamo verde de BBVA para coches híbridos o eléctricos
Según los expertos del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), "son más caros" en el momento de la compra, pero también tienen una serie de "ventajas fiscales" que deben tenerse en cuenta en función de la utilización que se vaya hacer del vehículo en cuestión.
Ventajas de los coches eléctricos
Algo similar ocurre con los vehículos eléctricos. Su precio de compra es más elevado, pero también gozan de unas ayudas fiscales mayores al ser menos contaminantes que los híbridos. Incluso, se puede evitar con ellos el pago en algunas zonas limitadas de aparcamiento o en algunos peajes en autopistas, y se pueden conseguir mejores condiciones al pedir un préstamo para coches.
El coche eléctrico, según los expertos del RACC, gasta sólo unos 2,5 euros a los 100 kilómetros, lo que supone un claro ahorro a lo largo del año. Su autonomía es de unos 180 kilómetros, aunque ya hay modelos más perfeccionados que permiten recorridos más extensos.
Los vehículos eléctricos ofrecen, además, algunas ventajas añadidas ya que son totalmente automáticos y fáciles de manejar. "Su mayor simplicidad mecánica a la larga es beneficiosa porque requieren menos mantenimiento y con menos piezas a romper pues, de hecho, no sólo prescinden de la caja de cambios, y tampoco cuentan con sistemas de refrigeración ni de aceite", sostienen desde Mutua Madrileña.
A vueltas con la duración de la batería
En contraposición, los expertos de esta compañía aseguradora, especializada en el ramo de autos, advierten que el principal problema de este tipo de vehículos es el de su autonomía, pese a que aparecen nuevos modelos con una mayor capacidad en los últimos tiempos.
"Además, el tiempo de carga es muy lento por lo que todavía es complicado viajar con un coche con esta tecnología, quedando limitado su uso a núcleos urbanos. Incluso en ciudad, la red de recarga es muy limitada", sostienen desde Mutua Madrileña.
Si se opta por el coche eléctrico hay que tener en cuenta la duración de las baterías o en caso de algún fallo mecánico la mano de obra puede resultar más cara ya que tan sólo se podrá recurrir a la casa oficial del vehículo para la resolución de los problemas que hayan podido surgir.
En cuanto a los vehículos propulsados a gas, algunas marcas automovilísticas como Seat han apostado de manera decidida en algunos de su modelos, como quedó patente en la última edición del Automobile Barcelona celebrado a mediados de este mismo año. Sus condiciones son muy similares a lo híbridos, aunque en su caso varía el tipo de combustible a utilizar. Menos contaminante y más económico.