Cinco becas para cinco proyectos de investigación que impulsan la educación financiera en el mundo
BBVA Edufin Research Grants 2019 ha seleccionado las propuestas de investigación sobre educación financiera que recibirán financiación en esta segunda edición. En total, se distribuirán 50.000 euros entre los cinco proyectos finalistas que abordan diversos problemas con un enfoque social e innovador.
Los proyectos seleccionados en la última edición de BBVA Edufin Research Grants, convocada por el Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA, son muy diversos, pero tienen un punto en común: la necesidad de financiación para seguir aportando nuevos conocimientos a la comunidad de expertos e investigadores del sector. En total, en esta edición se han recibido 38 solicitudes, frente a las 17 del año pasado. Además de proyectos españoles, durante esta convocatoria han llegado solicitudes desde Colombia, Perú, Argentina, Estados Unidos, Venezuela, México, Reino Unido, Bélgica u Holanda, pero también desde China o Kenia, lo que otorga al centro un alcance global. Estas son las iniciativas seleccionadas.
Mejorar el acceso al crédito
El proyecto de Jaime Millán y William Fuchs, investigadores en la Universidad Carlos III de Madrid, se centra en el acceso al crédito: “es una de las principales preocupaciones de la política pública, especialmente en los países de ingresos bajos y medios”, explica Millán. La investigación, realizada en colaboración con el Banco del Desarrollo Productivo (BDP), se centra en Bolivia, un país en vías de desarrollo donde se ha promovido el microcrédito para reducir la pobreza y la desigualdad: “Queremos diseñar nuevos productos financieros y no financieros que puedan aumentar, no solo el acceso al crédito, sino también el éxito de los microempresarios”.
El proyecto se centrará en averiguar si las personas pagan mejor sus préstamos cuando se les mejoran las condiciones de pago o se les permite el acceso a algún tipo de capacitación en el futuro. Además, la investigación estudiará qué incentivos son los más rentables y si hay alguna complementariedad entre el acceso al crédito y la capacitación: “Si encontramos respuestas positivas, tendremos las herramientas para diseñar contratos que incluyan crédito y/o capacitación, lo que permitiría a los bancos ofrecer más créditos a los pequeños empresarios sin que aumenten las tasas o haya más incumplimientos y, posiblemente, permitir intereses más bajos”.
Comparar precios para elegir el mejor préstamo
El mundo de los préstamos es el tema en el que se ha centrado Joeri Smits, investigador de la Harvard Kennedy School en Estados Unidos: “Muchos prestatarios no comparan precios, antes de tomar una decisión, por lo que acaban contratando préstamos innecesariamente costosos”, declara este experto. ¿A qué se debe esta tendencia? Según Smits, a dos posibles factores: “las estructuras de tarifas complicadas o la falta de divulgación voluntaria por parte de los prestamistas”.
La investigación se centrará en cómo la información puede cambiar la conducta humana: “Estamos evaluando de qué manera el comportamiento de las personas, respecto a los préstamos, se ve modificado por el acceso a una información de comparativa de precios que sea fácil de procesar”. Encontrar la respuesta es fundamental para mejorar salud financiera de los individuos: “La dificultad para comparar préstamos y encontrar un crédito asequible puede llevar a algunas personas a no solicitar productos que podrían haberles servido para suavizar el consumo o explotar oportunidades de inversión rentables”. Los resultados de su investigación servirán para diseñar políticas relacionadas con la información de estos productos financieros.
Solucionar la brecha de género en la inclusión financiera
María José Roa, investigadora del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y Sonia Di Giannatale, del Centro de Investigacion y Docencia Economicas (CIDE) en México, están estudiando una realidad que afecta de lleno a las mujeres: la brecha de género en la inclusión financiera. “La razón principal es entender el bajo acceso financiero de las mujeres en América Latina”, cuenta Roa. “Esto es importante en la medida en la que, como han mostrado varios trabajos, el mayor acceso de las mujeres a los mercados financieros formales tiene efectos positivos sobre su empoderamiento, la toma de decisiones en el hogar, el gasto en educación y salud de los hijos y la situación financiera, entre otros”.
Las respuestas que encuentre este estudio afectarán positivamente a la población femenina: “Esperamos que nuestros resultados sirvan como base para el diseño de programas de educación y capacidades financieras que fomenten el bienestar de las mujeres”.
Aprender con el ahorro y crédito en grupo
Los Grupos de Ahorro y Crédito (GACC) son asociaciones informales de ahorro y préstamo comunitario formadas por personas que ahorran conjuntamente, solicitan préstamos y acceden a un fondo social en caso de emergencia a través del grupo. Martín Valdivia, investigador del Grupo para el Análisis y Desarrollo (GRADE), está trabajando, en colaboración con el Banco del Desarrollo del Perú (COFIDE), en el análisis de estos grupos de ahorro y crédito: “Poco se sabe hasta ahora acerca de su impacto sobre el bienestar de los miembros que los conforman”, cuenta Valdivia. “El efecto más importante, identificado hasta ahora, es que reduce la vulnerabilidad de estas personas”.
Estos grupos se han convertido en una escuela de educación financiera para sus miembros: “El aprendizaje ocurre en el marco de decisiones financieras reales”, explica Valdivia. “Los miembros efectivamente ahorran, se prestan y deciden como grupo las tasas de interés en cada caso, para garantizar la sostenibilidad de la asociación”. La finalidad del trabajo es averiguar, “si el proceso de aprendizaje entre pares lleva a una conexión saludable de estas poblaciones con el sistema financiero formal”. En el caso de que este efecto se confirme, la investigación permitirá “encontrar formas de insertar, en los programas tradicionales de educación financiera, elementos que conecten los mensajes con las decisiones reales de los grupos capacitados”.
Apoyar a los jóvenes que pasan al mercado laboral
Los hábitos financieros de los jóvenes, que se encuentran en la transición de la escuela al trabajo, es el tema que está abordando la economista e investigadora Verónica Frisancho del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Silvia Prina, investigadora de Northeastern University: “Me parece que la educación financiera entre los jóvenes tiene un potencial increíble dada la maleabilidad en hábitos y comportamiento de este grupo etario”, cuenta Frisancho. La educación financiera está comenzando a llegar a los jóvenes a través de métodos tradicionales, pero aun se sabe poco de la efectividad de otras opciones como los diarios financieros: “el estudio nos permitirá evaluar el efecto de una estrategia de provisión de educación financiera no-tradicional sobre el nivel de conocimiento y comportamiento financiero de los jóvenes”. Sus resultados pueden ser de gran utilidad en el sector financiero formal para “llegar mejor al grupo de jóvenes, que transitan a la madurez, con productos y servicios relevantes para ellos”.
Los cinco equipos tienen por delante un año para desarrollar sus investigaciones con el apoyo del Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA. Sus resultados tendrán una influencia importante en el diseño de programas y políticas que mejorarán la vida y el alcance a las oportunidades de muchas personas. Junto con el apoyo a la investigación, el Centro completa otra de sus líneas de actuación estratégicas con la celebración los días 11 y 12 en Madrid del Edufin Summit 2019. Un encuentro dónde se reunirán los principales expertos del sector a nivel mundial para reflexionar y debatir acerca de las oportunidades y los retos presentes y futuros de la digitalización y la educación financiera.
Las personas que deseen registrarse pueden hacerlo en este enlace.