Cómo ‘blockchain’ podría cambiar la educación
La educación, como dijo Nelson Mandela, “es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. No puede obviarse que representa un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad. Y a medida que el mundo progresa de la mano de la tecnología, la educación debe buscar la manera de beneficiarse de estos avances para conseguir un sistema más eficaz que ayude a la humanidad a desarrollarse y seguir adelante.
Según un estudio de la Comisión Europea realizado por el Centro Común de Investigación (JRC, Joint Research Centre), las aplicaciones de ‘blockchain’ podrían tener un gran impacto en el sector educativo. El informe recalca que, a pesar de que esta tecnología se encuentra aún en fase experimental, los pilotos en el ámbito educativo permiten “concluir que ‘blockchain’ podría transformar el mercado de sistemas de información estudiantil”.
Para el análisis, los investigadores han estudiado los pilotos de instituciones educativas como la Open University en Reino Unido, la Universidad de Nicosia en Chipre y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos. Ante este nuevo abanico de posibilidades, también han comenzado a surgir proyectos que aplican esta tecnología en la creación de nuevos modelos de negocio educativos como el de Tutellus.io, que se prevé que verá la luz en verano de 2018. Esta empresa de origen español ha decidido usar la tecnología ‘blockchain’ y la plataforma de NEM para avanzar en su negocio.
Mediante una plataforma descentralizada Tutellus busca ofrecer un servicio educativo revolucionario en el mundo. Los profesores cobrarán no solo por enseñar, sino que cuanto más reconocimiento adquieran dentro de la comunidad su retribución aumentará proporcionalmente. Por otro lado, los alumnos también podrán adquirir una retribución dentro de la plataforma en base a sus logros académicos mediante ‘tokens’, facilitando de este modo el acceso a formación a personas con talento pero recursos más escasos. Además, la empresa dedicará el 50% de la recaudación obtenida para becas estudiantiles.
Con el objetivo de despejar las dudas sobre este nuevo fenómeno y sus posibles aplicaciones en los sistemas educativos de todo el mundo, el estudio de JRC ha resumido algunos de sus potenciales beneficios:
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Certificación online universal
La inmutabilidad y garantía de veracidad que otorga esta tecnología podría dar lugar a la creación de un nuevo sistema de emisión y certificación tanto de documentos oficiales como de titulaciones académicas.
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Protección del medio ambiente
Como consecuencia directa del proceso de digitalización de todos los documentos se estaría dando un paso hacia delante en cuanto a la eliminación del sistema de papel. Contribuyendo de este modo a la reducción de la deforestación.
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Preservación del conocimiento
Debido la condición de inmutabilidad que presenta el sistema, incrementa la posibilidad de salvaguardar todos aquellos informes o estudios publicados dentro de la plataforma. Una vez dentro, la información se puede preservar de modo seguro, facilitando el acceso a las publicaciones a todos los usuarios que formen parte de una plataforma.
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No más plagios
Puesto que no es posible modificar los documentos sin la aprobación de la mayoría de los nodos, la idea del plagio de contenidos podría pasar a formar parte del pasado gracias a la cadena de bloques. La trazabilidad de este sistema permite registrar de manera inmutable la raíz de una idea así como su autor, pudiendo demostrar de este modo quién fue el pensador originario detrás de cada contenido. Ante esta idea, Henrik Kaufholz, periodista danés en Politiken y presidente del Centro Europeo de Libertad de Prensa, considera que el “'blockchain’ también ofrece un nuevo modelo de negocio para periodistas”.
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Autogestión de la identidad
La creación de plataformas educativas en ‘blockchain’ podría dar a los alumnos la posibilidad de tener una identidad ‘autosoberana’, es decir, serían ellos mismos los gestores de sus propios datos y podrían decidir qué tipo de contenido quieren compartir y con quién, como si de una red social se tratara. Al mismo tiempo, al generarse una infraestructura de confianza, se podría eliminar la necesidad de recurrir a organizaciones gubernamentales para la emisión de títulos oficiales. Es decir, mediante este proceso de digitalización se eliminarían los intermediarios también en el ámbito educativo.
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Adiós al cambio de divisas
Al fomentar el pago mediante ‘tokens’ se estaría suprimiendo la necesidad de realizar un cambio de monedas entre los distintos países, por ejemplo, en caso de intercambio de estudiantes o para aquellos alumnos que deseen cursar cualquier tipo de estudios es un país extranjero. Esto reduce a su vez la posibilidad de fraude o la desconfianza que pueda generar en una persona la idea de realizar un pago a otro país.