¿Qué es la biotecnología y por qué es clave para mejorar la vida?
La biotecnología es una disciplina científica y tecnológica, ni mucho menos reciente, que aplica principios y procesos biológicos con el objetivo de desarrollar productos y tecnologías útiles en sectores como la medicina, la agricultura o la industria. En la actualidad, avanza a grandes pasos y cada vez tiene más usos: desde el desarrollo farmacéutico hasta la creación de biocombustibles y procesos industriales más sostenibles, sin olvidar el tratamiento de residuos contaminantes.
La fermentación del vino que practicaban los antiguos egipcios era biotecnología, solo que no lo sabían. Así lo explican las científicas mexicanas Martha Gabriela Ferrer y Bibiana Moreno-Carranza en su trabajo 'Los grandes apellidos de la biotecnología'. El nombre lo acuñó, en 1919, el ingeniero agrónomo húngaro Károly Ereki en su obra 'Biotecnología en la producción cárnica y láctea de una gran explotación agropecuaria'. Así surgió oficialmente una disciplina en principio ligada a la industria alimentaria. Con el tiempo, se ha ido incorporando a más sectores: agricultura, medicina, salud animal, industria textil, farmacología (nuevos medicamentos y vacunas), alimentación o medioambiente.
El documento 'A Framework for Biotechnology Statistics' de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) define la biotecnología como "la aplicación de la ciencia y la tecnología a los organismos vivos, así como a sus partes, productos y modelos, con el fin de alterar materiales vivos o no vivos para la producción de conocimientos, bienes y servicios". Antes, el Convenio de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (1992) la entendía como “toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para crear o modificar productos o procesos para usos específicos”.
Los campos de conocimiento de la biotecnología
Ambas descripciones son lo suficientemente generales como para que en su saco quepa un buen número de técnicas y áreas cada vez más sofisticadas. Estas son: ADN, proteínas y otras moléculas, células y tejidos, cultivos e ingeniería, técnicas de procesamiento, vectores de genes y ARN (ácido ribonucleico). También, CRISPR (secuencias repetitivas en el ADN de las bacterias que funcionan como autovacunas) o tijeras genéticas, nanobiotecnología y bioinformática.
La biotecnología contribuyó al descubrimiento de la penicilina (Alexander Fleming, 1928). También del ADN como portador de los genes (Oswald Theodore Avery, 1943) o al nacimiento de la primera bebé probeta (Louise Joy Brown, 1978). Además de a la presentación del primer organismo modificado genéticamente (una planta de tabaco, 1983). O, por ejemplo, a la primera clonación de un mamífero (la oveja Dolly, 1997). También al primer borrador del mapa del genoma humano (publicado por las revistas 'Science' y 'Nature' en 2001).
La importancia de la biotecnología en la lucha contra la pandemia del COVID-19
También destacó en la lucha contra el coronavirus, que otorgó visibilidad a esta rama científica bastante desconocida para el gran público. Biotechnology Innovation Organization (BIO), organización de la industria biotecnológica mundial, realizó un seguimiento del desarrollo terapéutico contra la COVID-19 que biofarmaceuticas y empresas biotecnológicas llevaron a cabo para combatir al virus. A primeros de marzo de 2021, registraba 209 vacunas, 393 tratamientos y 239 antivirales en desarrollo.
"Tenemos un papel fundamental en el presente y el futuro de nuestra sociedad", afirma la ecuatoriana Érika Bodniza, ingeniera en biotecnología que cursa un posgrado en la Universidad de Lovaina, Bélgica, y reivindica la importancia de aumentar la inversión científica precisamente para prevenir desastres como las pandemias. "Nuestro objetivo es contribuir a la sostenibilidad, a la salud, a una mejor gestión y manejo de los recursos, a la agricultura o a los sistemas de alimentación", añade. Bodniza, graduada por la Universidad de las Américas (UDLA), destaca la diversidad de sus estudios biotecnológicos (incluyen biología, física, química, ingeniería, matemáticas y estadística) que reflejan el enfoque multidisciplinar en la aplicación práctica de la ciencia.
Los colores de la biotecnología
"Existen varias clasificaciones de biotecnologías en función de sus áreas de aplicación, pero quizás la más popular sea mediante un código de color", escribe Paweł Kafarski, profesor en la Wrocław University of Science and Technology (Polonia), en su artículo 'Rainbow code of biotechnology'. Los tonos más comunes de este particular arcoiris son:
- Verde para la agricultura.
- Amarillo en biotecnología nutricional.
- Rojo de medicina y salud humana.
- Blanco en procesos industriales.
- Gris cuando se centra en aspectos de protección medioambiental.
- Azul si estudia los ecosistemas marinos.
- Dorado reservado a la bioinformática.
¿Sus logros? Plantas más resistentes a plagas y enfermedades, biocombustibles obtenidos a partir de microalgas o de recursos renovables, antibióticos y polímeros biodegradables para sustituir a los materiales procedentes de combustibles fósiles, entre otros. Ya el informe de la OCDE reconocía sus impactos positivos, tanto económicos ("evolución en las características de los productos y procesos") como sociales ("mejoras en la salud") y ambientales ("para preservar la biodiversidad o desarrollar procesos de fabricación más respetuosos con el medioambiente").