BBVA coloca 1.000 millones de euros con su segundo bono verde
BBVA ha salido este miércoles a los mercados mayoristas con su segundo bono verde, tras el emitido en mayo de 2018, por el mismo importe (1.000 millones de euros) y con el mismo instrumento y plazo. La operación ha tenido muy buena acogida por los inversores, cuyas órdenes han superado los 2.700 millones de euros, similar a la alcanzada un año atrás. Esta elevada demanda ha permitido rebajar el precio a ‘midswap’ más 103 puntos básicos, desde un rango inicial fijado en 120-125 puntos básicos. Este precio supone una prima de nueva emisión nula, al igual que en su primer bono verde.
El bono verde de BBVA en 2018 también alcanzó los 1.000 millones -por encima del estándar en este tipo de emisiones, de entre 500 y 750 millones de euros- y, en ese momento, fue el de mayor importe realizado por una entidad financiera de la eurozona.
La emisión también es de deuda senior no preferente, con un vencimiento de siete años, por un importe máximo de 1.000 millones de euros. Es el primer bono verde de 2019, la segunda emisión de este tipo de instrumento este año (tras la emitida por 1.000 millones de euros el pasado febrero) y la cuarta emisión en lo que va de año. El precio inicial ha sido de ‘midswap’ más 120-125 puntos básicos, pero la elevada demanda ha permitido rebajarlo hasta 'midswap' más 103 puntos básicos. Los bancos colocadores de esta emisión han sido BBVA, Commerzbank, HSBC, ING, Natixis y UBS.
El libro, que registró cerca de 200 órdenes, ha sido de gran calidad y granularidad. Un 43% de los inversores proceden de Francia, un 18% de Alemania y Austria, un 13% de España, un 10% de Italia, un 5% de Reino Unido e Irlanda, un 4% de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, un 4% de Suiza, y un 3% de los países nórdicos. Por tipo de inversor, el 60% son inversores socialmente responsables (SRI, por sus siglas en inglés). El 67% son gestoras de activos, un 17% bancos, un 13% aseguradoras y fondos de pensiones, y un 3% otros inversores.
Esta emisión forma parte del plan de financiación del Grupo BBVA, que prevé emitir entre 2.500 y 3.500 millones de euros en deuda senior no preferente en el año, para seguir cumpliendo el requerimiento MREL. BBVA ya cumple con este requisito, publicado en mayo de 2018, y su estrategia es seguir refinanciando los vencimientos de deuda senior y cédulas mediante la emisión de pasivos admisibles por esta normativa.
Un bono verde tiene como objetivo captar fondos para financiar proyectos que contribuyan a la sostenibilidad medioambiental, como las energías renovables, la eficiencia energética, la gestión de residuos, el tratamiento del agua o el acceso a necesidades esenciales y servicios, como vivienda o finanzas inclusivas. Con la financiación del primer bono verde, BBVA ha logrado reducir la huella de carbono en cerca de 275.000 toneladas en 2018.
El bono verde emitido este miércoles 12 de junio forma parte de un marco de emisión de bonos sostenibles, vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Este marco da respuesta a los inversores interesados en luchar contra el cambio climático. También contribuye a la estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible de BBVA, con la que va a movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera, de 2018 a 2025.