BBVA actualiza su informe con los avances en la estrategia sobre cambio climático (TCFD)
BBVA ha publicado la actualización con datos a diciembre de 2020 de su informe sobre los riesgos y oportunidades del cambio climático de acuerdo al estándar del Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima (TCFD, Task Force Climate-related Financial Disclosure, en sus siglas en inglés). Este informe refleja los progresos en materia de sostenibilidad de BBVA. Desde su primera publicación en octubre de 2020, ya incorpora el riesgo climático en la gestión de todos los negocios de la entidad y su compromiso para acompañar a los clientes hacia un futuro más sostenible.
“La presentación del informe TCFD es un hito más en nuestro compromiso con la sostenibilidad. Un ejercicio de transparencia que recoge nuestros progresos en modelo de gobierno, estrategia, gestión del riesgo y métricas relacionadas con el cambio climático”, explica el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, en la carta de presentación del informe, donde además subraya que “el compromiso Net Zero 2050 es un hito muy relevante en nuestra estrategia de sostenibilidad”.
A pocos meses de la celebración de la COP 26 en Glasgow, BBVA actualiza este informe que incorpora también sus esfuerzos para involucrar a sus grupos de interés o el impacto directo de la actividad del banco en el medioambiente. Así, impulsar el desarrollo de soluciones sostenibles es una de las líneas de trabajo destacadas en este informe. Para ello, el banco identifica las oportunidades de cara a desarrollar productos sostenibles y ofrecer asesoramiento para clientes particulares y empresas.
El informe TCFD de BBVA recoge en un único documento los hitos principales del compromiso de BBVA con la sostenibilidad, una trayectoria que comienza en 2002, cuando la entidad financiera se adhirió al Pacto Mundial de Naciones Unidas y posteriormente adoptó los Principios de Ecuador en 2004. En 2007, BBVA arrancaba su impulso a la financiación sostenible participando en la primera emisión de un bono verde cuyo emisor fue el Banco Europeo de Inversiones (BEI). En 2008, el plan de pensiones de empleados en España fue el primero en suscribir los Principios de Inversión Responsable. Una década después, la entidad presentó su Compromiso 2025 para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y los retos derivados del Acuerdo de París sobre el Clima.
El proceso culminó a comienzos de 2020, al incorporar la sostenibilidad entre las prioridades estratégicas de BBVA y poner en marcha un plan ambicioso de transformación.
Promovido por el Consejo de Estabilidad Financiera, el estándar recomienda a las entidades que describan cómo de resistentes son sus estrategias frente a los riesgos (físicos y de transición) y las oportunidades relacionadas con el clima.
El Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima considera que “la adopción generalizada de este tipo de informes garantizará que los efectos del cambio climático se consideren de forma rutinaria en las decisiones comerciales y de inversión”. Estas recomendaciones (que promueven la publicación de dicha información de manera consistente, clara y comparable) conducirán a ”una asignación de capital más inteligente y eficiente y ayudará a facilitar la transición hacia una economía más sostenible y con bajas emisiones de carbono”, resume el primer informe de recomendaciones de este grupo de trabajo en 2017.
Modelo de gobierno: nuevo indicador de sostenibilidad
BBVA afronta una década decisiva para la lucha contra el cambio climático con la reorganización de las iniciativas de sostenibilidad mediante la creación de la Oficina Global de Sostenibilidad en 2020, que supone un cambio organizacional para acelerar e impulsar transversalmente la sostenibilidad como nueva prioridad estratégica y hacerla realidad en todas las áreas.
La Oficina Global de Sostenibilidad se construye sobre los esfuerzos ya realizados en materia de sostenibilidad, liderando el desarrollo de una agenda única, alineando la labor de las distintas áreas de BBVA en sus estrategias y planes de actuación y apoyando en la creación de nuevas capacidades entre sus empleados. Precisamente, la entidad se convertía el pasado 28 de septiembre en el primer gran banco del mundo en formar en sostenibilidad con carácter obligatorio a todos sus empleados. Esta formación ha ido adquiriendo velocidad hasta alcanzar, en mayo de 2021, la cifra de casi 75.000 empleados.
La actualización del informe señala que el modelo corporativo de retribución variable en 2021 incluye un indicador de sostenibilidad (originación de financiación sostenible) que aplica para todos los empleados. El indicador tendrá un peso específico del 10%, que refuerza el compromiso, tanto del presidente como del consejero delegado, para que BBVA alcance sus objetivos de desarrollo sostenible.
Gestión de riesgos y taxonomía interna
BBVA ha establecido una clasificación que divide sus riesgos en: físicos, que son consecuencia directa del cambio climático provocados o favorecidos por los fenómenos meteorológicos extremos y el potencial daño físico a los activos de la entidad a largo plazo; y de transición, que son aquellos riesgos consecuencia del viraje hacia una economía baja en emisiones de carbono (como los cambios legislativos, variación de patrones de consumo, etc.), que implican la incorporación del cambio climático a la planificación de riesgos del negocio.
Como resultado de este ejercicio, con datos a 31 de diciembre de 2020, un 9,1% de la exposición total (‘exposure at default’, en inglés) corresponde a sectores de banca mayorista con un nivel de sensibilidad al riesgo de transición muy alto, alto o intermedio.
Impacto en el clima de la actividad de BBVA
Este informe TCFD resume también el impacto de la actividad de BBVA en el clima. En 2020 BBVA comunicó que ya es neutro en carbono en sus emisiones directas.
Adicionalmente, en 2021 el banco ha dado un paso más con dos anuncios muy relevantes: en primer lugar, el compromiso de reducir a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto. En segundo lugar, ha adoptado el compromiso de ser neutro en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, teniendo en cuenta también las emisiones de los clientes a los que el banco financia. Se trata de un hito muy relevante que supone alinearse con el escenario más ambicioso del Acuerdo de París.
BBVA ha anunciado recientemente su adhesión a la Alianza para la Contabilidad del Carbono en la Industria Financiera (Partnership for Carbon Accounting Financials: PCAF, por sus siglas en inglés). Se trata del primer y único banco español presente en esta alianza, compuesta por más de 120 bancos e inversores de cinco continentes y cuyo objetivo es establecer una metodología internacional para medir y divulgar las emisiones de gases de efecto invernadero financiadas por los bancos e inversores.
Además, la entidad se ha incorporado recientemente como uno de los miembros fundadores a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés) en la que los bancos adheridos se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite.