Baterías virtuales: un pequeño gran impulso para el autoconsumo solar
Las baterías virtuales –también llamadas solares– son una solución comercial que ofrecen al usuario la posibilidad de compensar toda la energía limpia que producen y no consumen. Estos excedentes se contabilizan a un precio y se descuentan de facturas futuras. Importante: hay limitaciones y letra pequeña.
Yuma, Dubai, Calama, Sevilla, Oodnadatta y Marsa Alam son seis lugares sin nada en común, aparentemente. Ni siquiera comparten continente, ya que están ubicados en California, los Emiratos Árabes Unidos, Chile, España, Australia y Egipto. Pero, en realidad, sí que hay algo que los une. Todas ellas son algunas de las localidades que reciben mayor cantidad de radiación solar en el planeta Tierra. Hay puntos todavía más soleados, es cierto, pero no están habitados.
Hasta hace poco, la mayor parte de esa energía solar se “perdía” en forma de calor absorbido por la tierra o reflejado de vuelta al espacio. Hoy, sin embargo, en todos los puntos del planeta se multiplican las instalaciones capaces de convertir esa radiación en electricidad limpia. Lo que empezó poco a poco, como pruebas científicas y plantas fotovoltaicas industriales, se ha convertido en una revolución energética que avanza a toda velocidad, cubriendo los tejados de las ciudades de todo el planeta de paneles solares.
Pongamos el caso de España, un país en el que muchos puntos reciben más de 3.000 horas de sol al año, según la Agencia Estatal de Meteorología. Hace una década, tener instaladas placas fotovoltaicas en una vivienda o una nave industrial era algo anecdótico. En 2013, en todo el país se colocaron menos de 20 megavatios (MW) de potencia fotovoltaica para autoconsumo, de acuerdo con los datos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables). En 2022, sin embargo, se colocaron 2.649 MW de potencia nuevos, repartidos en 217.248 instalaciones residenciales y 23.096 industriales.
El avance imparable del autoconsumo en los últimos años ha estado motivado por varios factores, como el abaratamiento de la tecnología fotovoltaica, la eliminación de trabas legales y fiscales, la existencia de incentivos económicos y la entrada en escena de nuevas propuestas comerciales que hacen más interesante la inversión en energías limpias, como las baterías virtuales.
¿Qué son las baterías virtuales?
Las energías renovables como la solar y la energía eólica tienen una característica particular: producen electricidad cuando hace sol y viento, pero esto no siempre coincide con el momento en que se necesita esa electricidad. Así, cuando una vivienda o una empresa apuestan por instalar placas solares deben tener siempre en cuenta que habrá momentos en que produzcan más de lo que necesiten y otros en los que necesiten más de lo que producen. Es decir, a veces verterán a la red eléctrica lo que no consuman y otras veces tomarán de la red el extra que les haga falta.
Aquí es cuando cobra sentido una solución como las baterías virtuales, también llamadas baterías solares. Estas no son un dispositivo físico que permita almacenar la electricidad no consumida. Las baterías virtuales son una solución comercial que ofrecen cada vez más compañías para compensar al usuario por toda la energía que produce y vierte a la red, porque en ese momento no la necesita. No acumulan electricidad, sino dinero que puede descontarse en facturas futuras.
Diferencias de las baterías virtuales con la compensación de excedentes
En el caso de España, existe un mecanismo obligatorio al que puede acogerse cualquier instalación fotovoltaica para autoconsumo y que obliga a las compañías a ofrecer una compensación por los excedentes eléctricos. Sin embargo, este sistema, llamado mecanismo de compensación simplificada de excedentes, tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, solo permite hacer la compensación en la factura del propio mes en el que hay excedentes y, en la mayoría de los casos, el descuento solo puede aplicarse a algunos términos de la factura (y no sobre el precio total final).
“Además, aunque se tuviesen muchos excedentes solares, la factura quedaría a cero, pero estos no se acumularían para meses siguientes. Sin embargo, a la compañía comercializadora sí se le reconoce esa energía. La batería virtual es una solución que permite al cliente acumular todo lo no consumido y recibirlo a modo de compensación en cualquier otro momento. Es decir, le permite maximizar la valoración de sus excedentes”, explica Jorge Morales, ingeniero industrial, divulgador energético y director de Próxima Energía, la primera empresa que lanzó la opción de batería virtual en España.
Así funciona una batería virtual
Una vez activado el servicio con la comercializadora de electricidad, que será la que contabilice los excedentes generados, el funcionamiento de una batería virtual es sencillo.
- Excedentes. Toda la electricidad producida que no se consuma en el momento contará como excedente, sea cual sea su cantidad.
- Acumulación virtual. Los excedentes son contabilizados a un precio, que puede ser el que marca el mercado mayorista o el que se haya acordado con la compañía eléctrica. Ese saldo se acumula para ser descontado en el futuro.
- Compensación. El servicio de batería virtual permite descontar el saldo acumulado del total de la factura, sea la del propio mes en el que se produce el excedente u otras más adelante. Por ejemplo, si la vivienda está vacía en los meses de julio y agosto (en los que la producción suele ser muy elevada), se acumulará una gran cantidad de saldo virtual por toda la energía no consumida que permitirá que las facturas de los meses siguientes sean equivalentes a cero.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de contratar una batería virtual?
La posibilidad de contar con facturas de electricidad a cero euros es muy atractiva. Sin embargo, tal como explica Jorge Morales, deben tenerse en cuenta una serie de cuestiones a la hora de contratar alguno de los servicios de batería virtual disponibles en el mercado.
El precio de los excedentes. A la hora de contratar un servicio de batería virtual, la compañía eléctrica puede ofrecer el precio de compra de excedentes que marca el mercado mayorista o un precio diferente. Lo mismo sucede a la hora de comprar la electricidad, se puede hacer con el precio que marca el mercado (minorista, en este caso) o con un precio pactado con la comercializadora. Es importante resaltar que las llamadas comercializadoras de referencia, las que ofrecen las tarifas reguladas por el estado, no ofrecen servicios de batería virtual.
“Con una batería virtual, la compañía eléctrica no te está pagando nada. Valora los excedentes para luego descontarlos de la factura de energía consumida”, explica Jorge Morales. “Es decir, de poco sirve que te paguen un precio alto por los excedentes si después te cobran un precio mucho más alto por la electricidad que consumes. Además, en muchos casos, los precios pactados no están garantizados en el futuro. Sin embargo, si los precios de los excedentes y los de los de venta minorista son los del mercado, ambas tarifas van a ir siempre de la mano”.
La existencia de limitaciones y la letra pequeña. Las baterías virtuales son una solución comercial y, como tal, sus condiciones son las que marca la compañía eléctrica que las ofrece. Así, como en todo contrato, es importante leerse la letra pequeña. Uno de los elementos que suelen pasar desapercibidos es la existencia de limitaciones en las cantidades a compensar, es decir, que la compañía establezca un tope máximo de dinero a descontar de las facturas a partir del cual deja de compensar los excedentes. Otro factor importante al que prestar atención es la existencia de cuotas fijas por la batería virtual.
No todos los usuarios pueden contratarla (ni a todos les compensa). Por atractiva que sea la idea de contar con una batería virtual, no es una solución que sirva por igual para todos los tipos de usuarios. Para empezar, los beneficiarios del bono social eléctrico no podrán contratarla, ya que para recibir esta ayuda hace falta tener contrato con una comercializadora de referencia y estas no ofrecen servicios como el de batería solar.
Además, una batería virtual no compensa a todos por igual. “¿Cuándo interesa más, en términos generales, contratar una batería virtual? Pues cuando hay mucho desequilibrio en el consumo entre estaciones. Es decir, por ejemplo, a mí me sobra mucha energía en primavera, pero me falta en invierno”, explica Jorge Morales. “La batería virtual suele funcionar muy bien en esas situaciones, aunque es cierto que siempre hay que analizar cada caso en detalle”.
Por contra, este tipo de servicios no suelen compensar en instalaciones con niveles de excedentes muy bajos y con una fuerte correlación entre producción y consumo, como las industriales. “En general, en el ámbito doméstico hay muchos más excedentes que en el ámbito empresarial, porque la gente suele estar fuera de casa cuando más electricidad producen las placas fotovoltaicas, a mediodía”, concluye Morales. “Es por eso por lo que las baterías solares son una solución que fomenta el autoconsumo doméstico, que ha contribuido a hacer más atractivo el uso de las renovables”.