Así encaja la sostenibilidad en la industria del metal: Eficiencia y reciclaje
La industria metalúrgica es uno de los sectores que más energía consume, pero al mismo tiempo tiene que ser una pieza importante en la transición hacia un mundo sostenible. Sacar al mercado productos más eficientes y reintroducir los residuos metálicos en la cadena de valor tienen cada vez más peso.
Un tejado solar gestionado por la comunidad de vecinos. Las piezas que se ensamblan en un coche eléctrico. Una hilera de molinos eólicos en lo alto de la montaña. Una instalación de aerotermia que le roba energía al aire para calentar una casa. La transición hacia un mundo de energías limpias y consumos más eficientes y racionales tiene muchas caras. Y casi todas ellas se cruzan, en un momento u otro, con la industria del metal.
Solo durante 2022, se añadieron 191 gigavatios de potencia instalada en paneles fotovoltaicos y 75 gigavatios de potencia eólica en todo el mundo, según datos de la Agencia Internacional de la Energía Renovable (IRENA). En la cadena de producción de cada megavatio solar se usan entre 35 y 45 toneladas de acero; y en cada megavatio eólico la cifra sube hasta las 120 toneladas, de acuerdo con la multinacional siderúrgica ArcelorMittal.
La industria del metal participa de las cadenas de valor de todas las industrias energéticas, tanto renovables como nucleares y fósiles, desde la minería y el transporte hasta la maquinaria y el cableado. Tal como señalan desde la asociación sectorial World Steel, forma parte de los procesos de transporte, almacenamiento y distribución de energía y de todas las industrias que fabrican bienes de consumo más eficientes y sostenibles (desde coches hasta sistemas de climatización).
“Todos los equipos que sirven a otras industrias para ser más sostenibles y eficientes los fabrica la industria del metal. Somos una industria consumidora de eficiencia y generadora de eficiencia”, explica un portavoz de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (CONFEMETAL), que agrupa a 220.000 empresas y 320.000 autónomos del sector. “Sacar al mercado productos más racionales en el uso de recursos y más eficientes forma parte de nuestro propio negocio y a la vez facilita ahorros en todos los demás sectores”.
Pero, más allá de su papel en la transición hacia un mundo más sostenible, ¿cómo afronta la industria sus propios retos en materia de consumo de materiales y energía? ¿Cómo encaja la sostenibilidad en sus múltiples cadenas de valor?
La sostenibilidad en la cadena de valor del metal
La industria del metal agrupa a todas aquellas industrias que procesan metales ferrosos, como el acero, y no ferrosos, como el cobre o el aluminio. De acuerdo con la definición del Ministerio de Industria de España, está formada por empresas de metalurgia y fabricación de productos metálicos, de construcción de maquinaria y equipos mecánicos, de materiales y equipos eléctricos, electrónicos y ópticos y de fabricación de materiales de transporte y por multitud de otras industrias manufactureras, como, por ejemplo, la joyería.
Tanto por las actividades extractivas (minería) como por la fundición, la industria del metal es uno de los mayores consumidores de energía a nivel global. En 2021, según datos de la AIE, la industria en general consumió el 38 % de la energía producida en todo el mundo y generó el 25 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (sin contar las emisiones indirectas). Alrededor de una cuarta parte de esas emisiones industriales se debieron al sector del metal.
El subsector del hierro y del acero es, además, uno de los grandes consumidores de carbón a nivel global, una de las fuentes de energía fósil más contaminantes. Sin embargo, todos estos consumos se han mantenido estables en los últimos años y dan ya señales de haber empezado a reducirse.
La tendencia sigue la lógica del mercado: en la industria del metal el coste de la energía puede suponer más del 20 % de los ingresos (datos de la OCDE) y más en un contexto de alza de precios energéticos como el actual. “Uno de los primeros objetivos de toda la industria es la eficiencia, forma parte de su razón de ser. La industria del metal trabaja para reducir sus consumos y sus emisiones y, como consecuencia, sus costes, para seguir siendo competitiva”, añade el portavoz de CONFEMETAL.
La importancia de la circularidad
Además del uso de la energía, otro de los elementos transversales a todas las cadenas de valor de la industria del metal es el consumo de materiales. A pesar de que la economía lineal sigue siendo importante en el sector a nivel global (extraer materias primas vírgenes, fabricar materiales, consumir y tirar), la circularidad tiene cada vez más peso. Al fin y al cabo, un residuo metálico siempre puede reintroducirse en la cadena de valor.
“La reciclabilidad es un elemento central de la industria del metal porque el residuo de metal tiene valor. Hoy por hoy, la mayor parte de la siderurgia española trabaja con chatarra reciclada en un horno eléctrico. El índice de reciclaje en aluminio y cobre está por encima del 80 % y la regeneración de residuos es un subsector con cada vez más peso en esta industria”, señalan desde CONFEMETAL.
“Podemos llevar en el bolsillo un bolígrafo cuyo metal formase parte de la armadura de un romano hace 2.000 años”, añade el portavoz. De hecho, por ejemplo, el 70% del acero producido hasta la fecha sigue en uso, según datos de la confederación europea de la industria del reciclaje (EURIC). A nivel global, el 35,5% del acero fue producido a partir de materiales secundarios.
En Estados Unidos, la tasa de reciclaje de todos los metales ferrosos y no ferrosos se acerca al 60%, según datos de la agencia medioambiental (EPA), porcentaje similar al que tienen, de media, los países de la Unión Europea. Si vamos al detalle, el nivel de recogida y reciclaje puede llegar a ser mucho más alto en algunos subsectores. Por ejemplo, el aluminio y el acero usados en la fabricación de envases, aerosoles y cierres en España tienen una tasa de reciclaje del 87%, según datos de la Asociación Metalgráfica Española.
“Toda la industria trabaja sobre las siete erres de la economía circular: es el futuro. No vamos a disponer de tantas materias primeras como hasta ahora. Estamos obligados a reciclar las que tenemos, volver a introducirlas en la cadena de valor y cada vez utilizar menos cantidad”, explica el portavoz de CONFEMETAL. “Existe una cadena de recuperación de materiales muy trabajada. No se pierde ni un tornillo”.
La sostenibilidad y la eficiencia juegan un papel cada vez más importante en todas las cadenas de valor de la industria del metal. Lo hacen porque así lo demandan el resto de industrias, sus clientes, y también porque es un camino con grandes oportunidades de ahorro y de mejora de la competitividad. “Gran parte del negocio de la industria del metal es la eficiencia”, concluyen desde CONFEMETAL. “Quien renuncia a ello, hoy por hoy, acaba expulsado del mercado”.