América Latina: Más de 28 millones de personas entrarían en situación de pobreza este año por el COVID-19
Todos los esfuerzos de América Latina para reducir los niveles de pobreza y avanzar en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) No.1 de Naciones Unidas se verán opacados por los efectos del coronavirus sobre la actividad económica.
Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe 'El desafío social en tiempos del COVID-19', la crisis generada por el coronavirus arrastrará hacia la pobreza a más de 28 millones de personas, lo que representa 4 puntos porcentuales más frente a 2019. En total, casi 215 millones de personas quedarían en situación de pobreza en 2020 en Latinoamérica; es decir, cerca del 35% de la población, de las cuales, 83 millones estarían en condición de pobreza extrema.
De acuerdo con el organismo de Naciones Unidas, los países que se verían más afectados por el aumento de la pobreza serían las tres principales economías de la región: Brasil, México y Argentina, en donde la pandemia tendrá efectos negativos mucho más fuertes en la actividad económica y el empleo, y por consiguiente, en la pérdida de ingresos.
La situación podría agravarse si se reducen las remesas. "En caso de reducirse las remesas provenientes de familiares que migraron, se acentuará la situación de pobreza de quienes las reciben en sus países de origen. Esta reducción es probable ante el fuerte impacto del COVID-19 en la región y en países extrarregionales receptores de migrantes latinoamericanos y caribeños, como Estados Unidos y España", señala el informe de la Cepal.
Aumento de la desigualdad
El informe llama la atención sobre un incremento de la desigualdad como resultado del aumento de la pobreza en todos los países de la región. Será en los países más grandes donde se registren los peores resultados. "Esto representa un retroceso respecto a los esfuerzos de la región en la década de 2000, cuando por primera vez en la historia se cambió la tendencia de la desigualdad y se aprendió que avanzar en la igualdad tenía resultados muy positivos en la lucha contra la pobreza".
El binomio de mayor pobreza y más desigualdad hace que muchos sectores de la población latinoamericana sean más vulnerables frente a la pérdida de ingresos laborales. En 2019, según cifras de la Cepal, 470 millones de personas de América Latina (el 77% de la población) pertenecía a los estratos de ingresos bajos o medios-bajos y sus ingresos per cápita eran de hasta tres veces la línea de pobreza y no contaban con ahorros suficientes para enfrentar una crisis como la actual.
Los cálculos del organismo regional indican que alrededor de 11,8 millones de personas (10% de la población) que se encontraban en situación de pobreza no extrema en 2019, por la pandemia verían deteriorada su situación económica y caerían en pobreza extrema. A su vez, 20,8 millones de personas que pertenecían a estratos bajos no pobres, caería en la pobreza no extrema, en tanto que 2,5 millones de personas de los estratos medios-bajos quedarían en situación de pobreza.
Los más vulnerables
Hay varios factores que inciden para que la población en situación de pobreza y vulnerabilidad tengan un mayor riesgo de contagio. En primer lugar, se trata de personas con un alto grado de informalidad, que no pueden trabajar en su domicilio, muchas de ellas en condición de hacinamiento, y que no tienen acceso al servicio de agua ni de salud. Estas persona también tienen un mayor riesgo de muerte, porque tiene condiciones preexistentes de salud como enfermedades pulmonares, cardiovasculares y diabetes, y por carecer de acceso adecuado a la atención médica.
Según el informe, los grupos más vulnerables a la actual crisis provocada por la pandemia serían las mujeres, las personas de estratos de ingresos bajos y medios-bajos, los trabajadores informales, las trabajadoras domésticas remuneradas, la población rural, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las personas con discapacidad, los migrantes, y las personas en situación de calle.
La Cepal indica que hasta el 12 de mayo se han aplicado 126 medidas de protección social por parte de los gobiernos de 29 países latinoamericanos para la población pobre y vulnerable. Entre ellas, las transferencias monetarias y de alimentos alcanzan a 90,5 millones de hogares; es decir, alrededor del 58% de la población regional.