Seis consejos sobre cómo ahorrar agua para beneficiar el bolsillo y el medioambiente
Coincida o no con un periodo de sequía, cuidar de un recurso natural como el agua es esencial para la sostenibilidad del planeta y el ahorro en la factura. Aplicar en el día a día hábitos como el cerrar el grifo mientras cepillas tus dientes, y adoptar medidas en los hogares como la instalación de dispositivos en los grifos, son algunas de las soluciones para evitar, además, el estrés hídrico.
Los periodos de falta de lluvias han aumentado en un 29% desde el año 2000, según un informe elaborado por la ONU. Entre las causas se encuentra el incremento de las temporadas secas como consecuencia del cambio climático.
En este contexto, el ahorro de agua se convierte en una prioridad. Sin embargo, hacer una buena gestión de los recursos hídricos, implantar tecnologías para no malgastar agua y que la ciudadanía tome conciencia independientemente de si se está pasando por un periodo de sequía o no, son algunas de las soluciones para una gestión eficiente de este recurso.
Son muchos los países que ya trabajan en adoptar medidas para combatir la sequía, pero la sociedad y sus hábitos son fundamentales para contribuir también con la escasez del agua. Y no solo eso: reducir el consumo de este recurso natural hará que nuestra cuenta corriente no disminuya en exceso por el pago de este suministro. Estas son algunas recomendaciones para ahorrar agua y cuidar del medioambiente.
1.Instala dispositivos ahorradores de agua
En estancias como el baño o la cocina, es aconsejable utilizar dispositivos para reducir el consumo del agua:
- Reductores de caudal, que se instalan en las tuberías de las duchas, los lavabos o las cocinas.
- Aireadores de grifos, que permiten mezclar el agua con el aire para reducir el consumo.
- Grifos termostáticos, que facilitan la regulación tanto de la cantidad de agua como de la temperatura.
En cuanto a la cisterna del inodoro, conviene revisar periódicamente para ver si pierde agua y, si se está pensando en cambiarla, comprar una que disponga de un sistema de doble carga que permita elegir por un tipo de descarga en función de la necesidad. En la utilización del inodoro se estima que el gasto por uso debe oscilar entre los tres y seis litros de agua.
2. Opta por la ducha en vez de baño
Sumergirse en una bañera de agua caliente y llena de espuma para relajarse implica llenar una bañera de tamaño normal con, al menos, 200 litros de agua. Por el contrario, una ducha de máximo cinco minutos requiere de 100 litros.
Cerrar el grifo a tiempo supone un ahorro de unos 12 litros por minuto. Si uno se está enjabonando o lavándose el pelo, no es necesario dejar correr el agua. Lo mismo ocurre con otros hábitos de higiene, como lavarse los dientes, en los que el simple gesto de cerrar el grifo mientras se cepilla la dentadura supone un ahorro considerable.
3. Pon en funcionamiento la lavadora o el lavavajillas sólo cuando estén llenos
Para racionalizar el uso del agua, es recomendable esperar a llenar del todo la lavadora y el lavavajillas antes de ponerlos en funcionamiento. Si se quiere hacer un lavado pequeño, optar por el programa de media carga del electrodoméstico. El uso del lavaplatos, una vez al día, supone un gasto de 25 litros, mientras que el gasto de agua al lavar la vajilla a mano, dos veces al día, oscila entre los 120 litros -si se hace con el grifo abierto- y 60 litros si se utiliza la pila llena de agua.
4. Descongela los alimentos de manera natural
Es posible evitar el desperdicio del agua cuando queremos descongelar un alimento. En lugar de sacarlo del congelador en el último momento y sumergirlo bajo el grifo del agua, lo más recomendable es hacerlo con tiempo y dejarlo fuera de este electrodoméstico. De esta forma se descongelará sin necesidad de desperdiciar agua.
5. Riega las plantas al amanecer o el atardecer
Si se tienen plantas, lo mejor es regarlas al amanecer o al atardecer para evitar que el agua se evapore. Una opción de riego más eficiente es el riego gota a gota y de forma localizada, revisándolo de vez en cuando por si tuviera pérdidas. Esto es aplicable también para el riego del césped, y es que regarlo puede suponer un consumo de agua del 70%. El riego durante las horas centrales del día puede perderse en un 30% como consecuencia de la evaporación provocada por el rigor del sol.
6. Evita lavar el coche utilizando la manguera
Si dispones de vehículo, debes tener en cuenta que lavarlo utilizando la manguera puede suponer gastar 500 litros de agua. Como opción alternativa: llenar un cubo de agua y utilizar una bayeta para su limpieza. Este gesto supone consumir, a diferencia de la práctica anterior, 50 litros de agua.