De la URSS a la Argentina y España: La vida épica de un migrante de 97 años
Abrasha Rotenberg, nacido en Teofipol, Ucrania, en mayo de 1926, conoció durante sus primeros siete años la vida en la extinta Unión Soviética bajo el gobierno de Joseph Stalin. Trató de emigrar a Argentina en 1933; sin embargo, en el camino fue retenido tres meses en Alemania por el gobierno nazi. Refugiado en Argentina y España, este carismático escritor comparte sus experiencias en la iniciativa de BBVA “Aprendemos juntos 2030”.
Abrasha (diminutivo de Abraham) Rotenberg, de 97 años, con profundidad y sencillez comparte sus experiencias de vida y atiende a las inquietudes que jóvenes y adultos le plantean en este episodio denominado “Una vida de amor con argumento”. El relato comienza con su historia, donde poco después de nacer, su padre emigra a Argentina, por lo que su infancia transcurre sin la figura paterna y con una madre trabajadora que consiguió trabajar en Magnitogorsk y posteriormente en Moscú.
“Sin educación no hay futuro”
Su padre, desde Argentina, tardó siete años en obtener la visa de salida de su familia de la Unión Soviética. El barco que finalmente los llevaría a Argentina partía de Bremen, sin embargo en el trayecto de Moscú al puerto, gran parte del grupo de los viajeros con el que viajaba Abrasha y su madre, se enfermaron de tracoma, por lo que al llegar a Alemania, fueron retenidos por tres meses para evitar que se propagara el contagio. En ese tiempo de confinamiento observó las marchas de las juventudes hitlerianas, con chicos bien arreglados, con ropa limpia y que exhibían una gran energía. Para Abrasha, la comparación de estas marchas con la vida cotidiana que vivió en la URSS le generaba una sensación de pobreza.
Al llegar a Argentina a sus ocho años, fue objeto de agresiones por su origen judío, lo que generó su determinación de estudiar en una escuela judía. En Argentina llevó una vida de rutina, sin embargo, no se desprendió de su herencia soviética, que era la pasión por el saber y la lectura. Se graduó en la facultad de ciencias económicas y su conocimiento del hebreo lo llevó a trabajar en la embajada de Israel en Argentina, donde logró obtener una beca para estudiar en Israel, lugar en donde se presentó un cambio en su vida.
Israel en aquellos años era un país receptor de los supervivientes del Holocausto y Rotenberg tuvo la oportunidad de conocer de voz de una sobreviviente el detalle de su historia, conociendo así “el Holocausto en la parte más sucia”. El escritor relata que los sobrevivientes no hablaban de lo sucedido, ya que era una “vergüenza haber sobrevivido al infierno”.
"salir de tu hogar, de lo que te rodea, de lo que estás habituado y meterte en un mundo desconocido es muy doloroso"
Ya de regreso en Argentina se dedica, además de la economía, al periodismo. Asociado con Jacobo Timerman fundaron en 1971 el periódico “La Opinión”. La vida del periódico se truncó a los seis años derivado del golpe de estado realizado en 1976; el periódico fue incautado, Timerman encarcelado y los bienes de Rotenberg confiscados, por lo que sale del país y se establece con su familia en España, huyendo de la dictadura argentina, donde vivió hasta el 2015, cuando regresa a vivir a Buenos Aires, donde reside hasta el día de hoy.
La experiencia de la migración
Rotenberg describe la migración como una condición en la que “salir de tu hogar, de lo que te rodea, de lo que estás habituado y meterte en un mundo desconocido es muy doloroso, duele y tiene mala prensa (es mal visto), pero también tiene un lado muy positivo, que es un desafío”. Y comparte la siguiente reflexión: “Si piensas que eres un inmigrante, no vas a vivir en paz, porque siempre vas a tener la cabeza puesta en el lugar donde te fuiste. Si quieres de verdad estar en paz contigo mismo, mira el panorama que tienes y aunque estés viviendo solamente un mes, piensa que vas a vivir el resto de tu vida aquí.”
El futuro de la educación
“Sin educación no hay futuro”, sentencia Rotenberg, y al mismo tiempo expresa la necesidad de replantear la educación en una época donde la velocidad del conocimiento es intensa, donde se tiene acceso a conocer casi de inmediato los sucesos que ocurren en el mundo. Los jóvenes se enfrentan a un desafío que no había existido previamente, que es la inteligencia artificial, la tecnología avanzada, se les debe preparar mentalmente para esto.
De acuerdo con el escritor, la educación debe dar, además de la tecnología para la vida colectiva, maneras de aprender a disfrutar de la vida y no ser solamente instrumentos mecánicos de conocimiento. “Tiene que ser una educación que no deja a un costado el aspecto humanista. Tenemos que ser seres humanos, con conocimiento y sensibilidad. Para eso está la educación.”
Abrasha Rotenberg comparte en la iniciativa de BBVA ‘Aprendemos juntos 2030′ su perspectiva sobre temas como la situación actual de la literatura, la educación de los hijos, las grandes guerras, el respeto a las personas, la felicidad, el amor, así como su asombrosa e inusitada historia de reencuentro familiar.