¿Cuál es la situación financiera de las economías emergentes?
Las economías emergentes están experimentando un deterioro de sus condiciones de financiación y el índice que agrega las principales divisas emergentes ha perdido casi un 10% de su valor. ¿Cuál es el principal elemento que está provocando el deterioro de estos países emergentes? Sara Baliña, de BBVA Research, explica el motivo de este deterioro.
A día de hoy, las economías emergentes están experimentando un deterioro de sus condiciones de financiación bastante significativo, tal y como reflejan las depreciaciones más o menos abultadas que están experimentando sus divisas y el aumento en los diferenciales de crédito, tanto corporativo como soberano.
Desde principios de abril, el índice que agrega las principales divisas emergentes ha perdido casi un 10% de su valor. Y desde entonces, se han producido salidas persistentes de capital extranjero. Como consecuencia, algunos países han tenido que intervenir para frenar la pérdida de valor de sus monedas e incluso alguno ha tenido que solicitar ayuda externa.
¿Cuál es el principal elemento que está provocando el deterioro de estos países emergentes? Fundamentalmente, un peor comportamiento relativo de las condiciones de financiación a nivel global, determinado por la estrategia de la Reserva Federal, que ha subido los tipos de interés y, de alguna forma, ha desincentivando esas estrategias de apalancamiento financiero que en los últimos meses beneficiaron especialmente a los países emergentes.
Además, se está produciendo una reducción progresiva del volumen de liquidez en los mercados, de la liquidez inyectada por los bancos centrales. Y la combinación de estos dos elementos, habitualmente y en otros episodios del pasado, suele venir acompañada de este peor comportamiento de los países emergentes. Recientemente, además, se ha dado la apreciación del dólar y una escalada muy significativa de las tensiones comerciales entre las principales áreas geográficas: Estados Unidos, China y la Unión Europea. Por lo tanto, el clima no es el mejor para los países emergentes y están acusando este deterioro del entorno global.
¿El castigo está siendo generalizado?
Por el momento existe diferenciación en el castigo. En términos generales, tanto los países de Latinoamérica como de Europa del Este son más vulnerables o más sensibles a un choque de financiación global. En el caso de los países de las emergentes más vinculados a China, el principal riesgo procede fundamentalmente de un deterioro en las tensiones comerciales a nivel global, básicamente porque también están fuertemente integradas en las cadenas de valor agregadas.
En cualquier caso, cuando asistimos a un entorno global menos favorable como el que tenemos a día de hoy, las vulnerabilidades domésticas, los factores idiosincráticos, marcan la diferencia. Y en este sentido, se hace referencia fundamentalmente a países que se enfrentan a una posición externa vulnerable en términos de déficit por cuenta corriente abultados, con ciclos de crédito también bastante expansivos. Otro elemento de vulnerabilidad es el recurso creciente a la deuda, básicamente deuda denominada en divisa extranjera, lo cual también dificulta su pago, un entorno de tipos al alza. También es significativo y está marcando un poco la diferencia es el tono de la política fiscal y de la política monetaria de los países más vulnerables. Cuando esas políticas monetarias y fiscales tienden a ser un poquito más laxas, también esos países tienen más dificultades para afrontar un entorno cambiante y más complicado como el actual. Y luego existen elementos más idiosincráticos de naturaleza institucional, política, inestabilidad política, que al final también pesan en la balanza.
¿Qué cabe esperar?
En la medida en que la Reserva General continúe con su estrategia de subida de tipos, de normalización monetaria, y no remitan de manera significativa las tensiones comerciales, no es descartable que las tensiones sigan o el deterioro continúe en las condiciones de financiación de los países emergentes.
En cualquier caso, es necesario tener en cuenta o vigilar algunos elementos que puedan nacer, que se mueva desde un escenario de reajuste al alza de las primas de riesgo como el que se está observando a un escenario más adverso, con implicaciones de naturaleza global más relevantes. Dentro de esos elementos de seguimiento, los más relevantes o los más significativos deberían ser el contagio que puedan presenciar algunas economías de naturaleza sistémica, economías de un tamaño importante dentro del mundo emergente; hasta qué punto el deterioro de los diferenciales de crédito se traduce o no en decisiones de 'rating', en bajadas de 'rating'. Al final eso puede ser un elemento también que dificulte las condiciones de financiación para los países emergentes. Y sin duda, uno de los elementos claves es la naturaleza de las políticas económicas que adopten los países que están un poco en el radar. Algunos bancos centrales han empezado ya a subir tipos de forma preventiva para evitar que la fuga de capitales vaya a más. Y ello combinado con una política fiscal más o menos controlada pueden ser elementos que limiten al menos el deterioro al que se están enfrentando algunas economías emergentes.