Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Asuntos sociales Act. 06 sep 2019

Singapur, Finlandia o Suiza: ejemplos a seguir en educación

Singapur es el país en el que se imparte la mejor educación superior del mundo, según el último Informe de Competitividad Global elaborado por el Foro Económico Mundial. Finlandia lidera el ranking en educación primaria y el sistema educativo de Suiza es el de mayor calidad. Los tres países suelen estar muy bien situados en los rankings de educación de todo el mundo. ¿Qué es lo que hace que sus sistemas educativos sean tan buenos?, ¿cómo podría España conseguir estos niveles de excelencia?

En Singapur el sistema educativo premia el mérito y el esfuerzo personal y las políticas públicas enfocadas al desarrollo de la educación involucran a toda la sociedad; padres, profesores, instituciones educativas y gobierno están comprometidos con la educación a distintos niveles. Además, la formación docente es conocida por ser muy exigente y competitiva, sometiendo a los estudiantes a mucha presión desde que son pequeños.

El secreto de Finlandia probablemente sea la calidad de los recursos que se dedican a la educación. Al contrario de lo que se pueda pensar, no es el país que más invierte en educación, ni el que impone más horas de clase en las escuelas. Algunas de las peculiaridades que determinan los buenos resultados del sistema educativo finlandés son el hecho de que la profesión de maestro es una de las más valoradas y respetadas en la sociedad, los profesores están muy bien formados, la enseñanza obligatoria es completamente gratuita (incluyendo comedor, material e incluso transporte), los niños empiezan la escuela a los 7 años (cuando se considera que tienen la madurez intelectual suficiente como para aprovechar el aprendizaje que reciben) o que durante los dos primeros años de colegio solo tienen 4 o 5 horas de clase y pocos deberes.

En Suiza la cultura y el conocimiento están muy valorados. Desde la educación obligatoria, que dura 11 años y también es gratuita, hasta la universidad y la formación profesional, la educación es responsabilidad del gobierno. Los 26 cantones suizos son los encargados de diseñar y ejecutar los servicios educativos, por lo que los contenidos o el idioma de enseñanza (alemán, francés, italiano o romanche) pueden variar de una región a otra. Tradicionalmente el aprendizaje de idiomas ha tenido un papel muy importante en el país; además de su lengua materna e inglés, los estudiantes aprenden otro idioma más a lo largo de la enseñanza obligatoria. En la web de la Conferencia de Directores Cantonales de Educación Pública se afirma que “alrededor del 90% de los jóvenes completan la educación secundaria superior, lo que facilita su entrada directa al mercado de trabajo, les permite asistir a un centro de formación profesional o continuar su educación en una universidad”. Además, “el 45% de los adultos obtienen un título o diploma de educación terciaria, el 30% de una universidad y el 15% de una institución de educación y formación profesional“.

¿Qué le falta a España para conseguir estos niveles de excelencia?

En primer lugar, la importancia de la educación debería estar valorada por todos. Los más jóvenes tendrían que ser conscientes de que la educación es la mejor inversión de futuro y esta idea tendría que estar presente en todos los ámbitos de la sociedad, desde el escolar hasta el familiar.

"Los más jóvenes tendrían que ser conscientes de que la educación es la mejor inversión de futuro y esta idea tendría que estar presente en todos los ámbitos de la sociedad.

Asimismo, podría hacerse una inversión mayor en capital humano y los docentes deberían tener la posibilidad de mejorar sus competencias de forma continua, recibiendo incentivos y formación. Los resultados de los centros deberían evaluarse con precisión, para poder desarrollar las mejores prácticas educativas. Además habría que perseguir la excelencia en la docencia y la investigación, adaptar las enseñanzas universitarias a las necesidades del mundo laboral o exigir una mejor selección de los docentes.

Todas las reformas que se hagan en el sistema educativo deberían además ir acompañadas de mejoras en el sistema productivo y en las instituciones.