Las siete prioridades de la regulación digital en América Latina
La regulación del mundo digital es clave para América Latina y una condición imprescindible para ser relevante en este campo a nivel global. Hasta el momento, los reguladores latinoamericanos han optado por una actitud de “esperar y ver” que busca no frenar la innovación. Sin embargo, esta inacción regulatoria puede ser un freno a la innovación en industrias como la financiera.
Así lo ha advertido José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo y responsable global de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA, quien ha urgido a las autoridades de la región a que diseñen un marco regulatorio armonizado, que garantice el equilibrio entre innovación y solidez del sistema financiero, y la protección de los consumidores.
“Los reguladores en América Latina ahora mismo tienen una gran oportunidad para que este mercado potencial de más de 600 millones de habitantes tengan acceso a los mejores servicios digitales. Es la escala, más la necesidad de desarrollar un ámbito regulatorio consistente y eficiente, los retos que tenemos por delante”, sentenció el consejero ejecutivo.
José Manuel González-Páramo ha participado en un panel dentro del III Encuentro de Integración Iberoamericana y la Alianza del Pacífico. Este foro, patrocinado por BBVA Continental y celebrado en Lima, tiene como objetivo promover nuevas ideas en favor de una mayor integración comercial en la región. Ha contado con la presencia del presidente de la República de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, entre otras personalidades.
¿Cómo debe ser este marco regulatorio digital?
El consejero ejecutivo de BBVA ha establecido siete prioridades para este marco regulatorio digital en América Latina. En primer lugar, conseguir productos y servicios financieros digitales “extremo a extremo”, es decir, en los que el proceso de alta sea 100% digital. Para que el alta digital sea una realidad, las autoridades deben poner en marcha sistemas de identidad digital eficientes y seguros.
En segundo lugar, asegurar la protección de los datos y regular las normas de accesibilidad a los mismos, ya que, como mencionó el consejero ejecutivo en su exposición “los datos son la riqueza que tiene la gente, son el petróleo de la economía en el mundo digital”.
Además, adoptar estándares de ciberseguridad que garanticen la protección e integración de los datos. Otra prioridad debe ser regular la adopción de la tecnología en la nube (‘cloud computing’) en el sector financiero. Asimismo, se debe reforzar la eficiencia y la robustez del sistema de pagos y promover la innovación ‘fintech’, a través, por ejemplo, de entornos de prueba regulatorios (también llamados ‘sandboxes’ regulatorios).
Por último, José Manuel González-Páramo considera prioritario asegurar un terreno de juego equilibrado entre nuevos actores y el sector financiero tradicional.
José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo de BBVA, participando de un panel en el III Encuentro de Integración Iberoamericana y la Alianza del Pacífico.
¿Por qué hace falta una regulación digital armonizada?
José Manuel González-Páramo ha señalado que el marco regulatorio tradicional del sector financiero tiene carencias, como la falta de flexibilidad y dinamismo que el entorno digital exige. Asimismo, no es suficiente para hacer frente a los retos que requieren una regulación transversal, como la protección del consumidor o el tratamiento de los datos personales.
Hasta el momento, ha dicho, las autoridades de América Latina se han limitado a intervenciones acotadas a nivel local, sin una coordinación regional. Sin embargo, en el nuevo entorno digital se diluyen las barreras entre países y sectores, por lo que “es necesario definir una respuesta armonizada basada en principios comunes”.
Este marco regulatorio armonizado haría posible, en palabras del consejero ejecutivo de BBVA, aprovechar las ventajas de la integración de los mercados latinoamericanos, consiguiendo economías de escala y multiplicando la posibilidad de alcanzar ganancias de eficiencia. Al mismo tiempo, la definición de principios comunes en la región reduciría el arbitraje regulatorio y la aparición de riesgos no cubiertos.
La transformación digital, creadora de oportunidades
El consejero ejecutivo de BBVA ha recordado que, actualmente, estamos inmersos en la transformación digital de los servicios financieros, impulsada por la adopción de tecnologías exponenciales, el desarrollo de infraestructuras innovadoras y los nuevos modelos de negocio, que ponen a disposición de los clientes mejores productos y servicios.
Esta transformación, ha explicado, trae consigo la llegada de mayor competencia por parte de los nuevos entrantes, tanto pequeñas ‘startups’, como grandes empresas tecnológicas, que ofrecen soluciones innovadoras. Así, la digitalización de los servicios financieros permite mejorar y expandir la oferta y el alcance, llegando a más población, incluso en zonas rurales, ofreciendo mayor rapidez, conveniencia y atractivo económico.
Por tanto, ha remarcado José Manuel González-Páramo, una de las oportunidades de la digitalización es la inclusión financiera en América Latina. Este es un componente fundamental para lograr un crecimiento económico inclusivo y reducir la desigualdad, ya que la falta de acceso a los servicios financieros afecta sobre todo a los sectores de la población más vulnerables.
“Hay un triángulo virtuoso del cual esta parte del mundo se puede beneficiar. Educación financiera, más infraestructura digital, más buena regulación, harían de la inclusión financiera el sueño que todos tenemos: que las cifras de América Latina se acerquen a estos noventa y tanto porciento que observamos en países de Europa”, finalizó.