Seis premisas si quieres contratar un plan de pensiones en 2016
La aportación a planes de pensiones permite reducir la factura fiscal a través de reducciones en la base liquidable general del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. De cara a la próxima campaña de la Renta, que tendrá lugar en mayo de 2017, se puede optimizar el pago de impuestos aportando a un plan de pensiones antes del 31 de diciembre de 2016. Estas son las claves para contratar uno de estos productos de ahorro para la jubilación.
Más información en Planes de Pensiones BBVA
1. Cuanto antes, mejor
Siguiendo el consejo de los expertos, lo mejor es contratar un plan de pensiones cuando dé comienzo tu vida laboral. De esta forma, cuanto antes empecemos, menos esfuerzos en conseguir un ahorro suficiente necesitaremos.
No obstante, aunque los expertos recomiendan que cuanto antes mejor, es vital contar con unos ingresos estables y con una capacidad ahorrativa viable.
Lo habitual es que la mayoría de las personas contraten un plan de pensiones entre los 35 y 45 años.
2. El perfil del inversor es la clave para la óptima inversión
La composición de tu plan de pensiones puede ser completamente diferente que la de tu vecino de arriba, únicamente porque tengáis perfiles de riesgo diferentes. Para los perfiles de inversión conservadores se recomienda carteras con más peso de renta fija que para una persona cuya tolerancia al riesgo es mayor. Los perfiles más decididos suelen tener una inversión mayor en renta variable.
La historia demuestra que cuanto más riesgo se asume mayor beneficio se puede obtener y viceversa. Por ello, dependiendo del momento en el que nos encontremos, la edad, y la aversión al riesgo, podemos escoger entre diferentes modalidades de plan de pensiones.
Cuanto mayor sea la aversión al riesgo de un ahorrador y menor su distancia en años a la jubilación, menor tendrá que ser su inversión en renta variable en favor de la renta fija (más segura).
3. Aportaciones pequeñas, pero fijas
No es necesario que esta aportación sea una gran suma de dinero, basta con lo que tu propia economía te permita. Si llevamos esta premisa a raja tabla, nuestro plan de pensiones nos proporcionará una jubilación cuyos ingresos futuros agradecerán los esfuerzos presentes.
4. Si queremos liquidez, este no es nuestro producto
Si invertimos en este producto a expensas de disponer del mismo cuando nos convenga, estamos equivocados. La liquidez no es precisamente la característica fundamental del mismo. Podremos disponer de nuestro dinero cuando llegue el momento de jubilación o en casos especiales marcados por ley.
No obstante, recientemente se ha aprobado un nuevo supuesto de liquidez, por el cual podremos recuperar el dinero sin tener que justificarlo una vez que hayan transcurrido diez años desde la primera aportación (tengamos en cuenta que el contador empieza a partir del 1 de enero del 2015, no para aportaciones anteriores)
5. Los regalos a veces no nos interesan
En muchas ocasiones, a estos productos les acompaña un regalo. Muchas personas aprovechan la ocasión para hacerse con esa tablet que tanto deseaban. Ahora bien, ¿compensan siempre estos regalos?
Deberemos barajar si las obligaciones que acarrean ese regalo (obligaciones de permanencia en un determinado plan y no poder cambiar, por ejemplo) nos compensan o no. Como siempre, es una decisión que hay que estudiar.
6. Existe más vida allá de los planes de pensiones
Quizás los planes de pensiones no sean el producto que se adapte a tus necesidades. Existen otros productos de ahorro como los seguros de vida ahorro, los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS) o los planes de previsión asegurados (PPA) que pueden ser más aptos para tu perfil. Por ello, lo mejor es contar siempre con un asesor, ya sea del banco o independiente, que conozca el producto particular y que te pueda aconsejar.
Más información en Planes de Pensiones BBVA
Imagen | ShutterStock