Siete pilares para la economía digital
Buenos Aires acoge esta semana una cumbre sobre economía digital. Expertos de todo el mundo han resumido en siete las claves de esta nueva economía: capacidades digitales, industria 4.0, conectividad global, impacto digital en pequeñas y medianas empresas, flujos de datos y comercio digital, ‘fintech’ y ciberseguridad. Son los siete pilares definidos por el B20, el grupo de empresas -entre ellas, BBVA- que asesora al G20.
La cumbre está organizada por el grupo de trabajo de Economía digital e industria 4.0, uno de los 8 grupos que componen este año el B20. Este foro está formado por representantes de empresas privadas globales, que brinda recomendaciones a los gobiernos del G20, que este año se reúne bajo la presidencia argentina.
Durante la cumbre, este grupo de trabajo ha debatido sobre los pilares que conforman la economía y sociedad digitales, explicadas en un documento resumen:
- Capacidades digitales, sobre todo, centradas en políticas e inversiones en capital humano y educación para preparar a la sociedad para el trabajo del futuro. Actualmente, el 90% de los empleos requieren ya algún tipo de capacidad digital. Y en 2020, se calcula que el 30% de los empleos relacionados con la tecnología no estarán ocupados. El objetivo es reducir la diferencia entre las exigencias tecnológicas del mercado laboral y las capacidades de los trabajadores.
- Industria 4.0. Permitir y apoyar a las empresas en la adopción de tecnologías para transformar sus procesos de fabricación. En la actualidad, la mayor parte de las empresas aplican una o dos tecnologías aisladas. El grupo de trabajo plantea elevar la integración de sistemas y procesos tecnológicos, que previsiblemente aumentarán la productividad. Asimismo, considera necesario aumentar el ‘know how’ de las empresas para implementar estas tecnologías.
- Conectividad global. Invertir en infraestructura para permitir que la población se beneficie de la digitalización. Se espera que a finales de 2019, el 50% de la población mundial tenga conexión a internet, sin embargo, el coste de esta conexión es considerablemente más alto en áreas como África y Asia-Pacífico que en la media de países que conforman la ONU. El objetivo es aumentar la accesibilidad y reducir los costes de conexión.
- Impacto digital en pequeñas y medianas empresas. Crear conciencia del impacto de las tecnologías en estas empresas, que generan dos tercios de los puestos de trabajo en todo el mundo. Las grandes empresas adoptan nuevas tecnologías con una probabilidad cuatro veces superior a las pymes. El grupo de trabajo del B20 considera que la integración de estas tecnologías puede ayudarles, por ejemplo, a optimizar la burocracia. Al mismo tiempo, advierte de que el cumplimiento normativo es una barrera para la adopción de estas innovaciones.
- Flujos de datos y comercio digital. Permitir el comercio digital y mecanismos eficientes de transferencia de datos a través de las fronteras. El tráfico de datos se ha multiplicado por 50 desde 2005 mientras que el comercio electrónico se espera que llegue a los 424.000 millones de euros en 2021. Sin embargo, el B20 apunta que la regulación y los acuerdos comerciales siguen sin tener en cuenta en muchos casos las necesidades del comercio digital. Además, reclama mecanismos de transferencia de datos más eficientes para fomentar este comercio.
- ‘Fintech’. Apoyar la innovación tecnología financiera, cerrar la brecha en la inclusión digital financiera, especialmente entre los países desarrollados y los países en desarrollo. BBVA, que colabora en este grupo de trabajo, ha sido uno de los grandes precursores del desarrollo del ‘fintech’ para fomentar la inclusión bancaria, que ahora mismo no alcanza al 31% de la población mundial. Pese a que la inversión en ‘fintech’ alcanzará los 46.000 millones en 2020, el grupo de trabajo del B20 considera que la regulación sigue siendo un obstáculo a la innovación en los servicios financieros. Aconseja, en este sentido, el uso de entornos de prueba libres de regulación, o ‘sandboxes’.
- Ciberseguridad. Asegurar los datos de negocios y personas, en una era en que una cantidad creciente de información se comparte entre usuarios, dispositivos y máquinas. En 2017, el ciber crimen tuvo un impacto de 600.000 millones en la economía. Alcanzar un alto nivel de ciberseguridad es fundamental para reforzar la confianza en los beneficios de la transformación digital. Para ello, el grupo de trabajo del B20 recomienda crear marcos globales de ciberseguridad, así como aplicar normativa internacional para detener el aumento de ciberataques, con el foco puesto en la protección de datos.