Siete lecciones de economía que aprendí cambiando cromos
Muchas veces, aprendemos algunos conceptos de economía que aplicamos en nuestro día a día, casi sin darnos cuenta. De hecho, la educación financiera la vamos recibiendo a lo largo de nuestro desarrollo, desde que somos unos niños y empezamos a manejar nuestros ingresos. Por ejemplo, hoy vamos a detenernos en una práctica muy común entre los niños y que, quizás, aporte más de lo que pensamos.
Aunque no fueramos conscientes de ello, es posible anotar siete lecciones de economía que aprendimos cambiando cromos. Porque todos hemos hecho en algún momento de nuestra infancia o adolescencia alguna colección de cromos, ya sean los de la Liga de fútbol, de una película o serie de dibujos animados, que ha sido muy popular en su momento. Lo cierto es que, muchas veces, no sabes cómo empiezas la colección, quizás con un par de sobres, pero es en el momento en el que tienes el álbum y empiezas a poner cada cromo en su lugar, cuando te atrapa y sabes que tendrás que acabarla.
Una inversión de riesgo a medida que crece tu colección
Al principio todo resulta sencillo: compras un sobre y los cromos que hay dentro, poco a poco, van llenando las diferentes casillas. Pero, a la vez, te vas encontrando con que empiezas a tener cromos repetidos. Comprar un sobre de cromos se convierte en una inversión de riesgo. Es muy posible que gastes el poco dinero que manejas de niño y luego, el resultado, sea que tu colección sólo ve reducido el número de cromos que faltan por completar en uno o dos, en el mejor caso. Nada más frustrante que abrir el sobre y descubrir que todos los cromos estén repetidos.
Aquí aprendes a no tener todos los huevos en la misma cesta. Muchas veces compras cromos en diferentes tiendas de la ciudad, buscando encontrar aquellos que te faltan, en lugar de adquirirlos siempre en la tienda habitual, que sabes que siempre acaban por salirte repetidos. Diversificas la inversión buscando una mayor rentabilidad. Aun así, lo normal es que aumente el número de cromos que van al mazo de repetidos y completes pocas casillas en el álbum con los que faltan.
El intercambio de cromos
Esto te lleva a intentar rentabilizar al máximo tu inversión practicando el intercambio. Aprendes que los cromos repetidos pueden intercambiarse con otros niños que hacen la misma colección. De esta forma, algo que para ti no tiene ningún valor puede convertirse en una forma muy rápida de conseguir los cromos que te faltan sin invertir más en nuevos sobres.
Eso sí, no todos los cromos tienen el mismo valor, ni hay un precio fijado para cada niño. Para algunos, el más valioso es el que les falta para completar la colección. Para otros que no están completando el álbum, los más valiosos son los más famosos. Se aprende a ver cómo sacar el mayor partido a los cromos que tenemos repetidos y otros desean. Un cromo se puede cambiar por otro, por dos, por diez, etc. Aprendemos a negociar el valor de las cosas.
El valor de la escasez
Aquí también aprendes que lo más valioso muchas veces no es lo más popular, sino más bien, lo más escaso. Eso es evidente en los cromos de fútbol, en los que, por lo general, las estrellas de cada equipo son fáciles de conseguir. Todos los niños quieren tener uno de esos. Sin embargo, son otros los más complicados de conseguir.
El cromo más valioso es el más escaso, aquel que resulta más complicado de conseguir para completar el álbum. Este es el que al final todos acaban buscando, que sea de tu equipo favorito, pero que sólo tienen unos pocos afortunados. Un cromo importante y situado en un lugar estratégico para que no abandones la colección hasta tenerlo.
Los primeros créditos solicitados
Una vez que se va avanzando en la colección, te das cuenta de que el dinero de la paga se acaba en poco tiempo. Aprendes a solicitar tus primeros créditos, por lo general sobre pagas futuras. Más bien, se trata de un adelanto que de una financiación, ya que no genera interés, pero hace pensar a futuro al niño. Se da satisfacción a un deseo de consumo instantáneo, pero, cuando llega el domingo y no se tienen ingresos, hace que en algún momento se piensen si se desea tanto otro paquete de cromos o no.
Los brokers de los cromos
En algunos casos, para completar la colección, lo mejor es comprar el cromo que nos falta a especialistas. En lugar de comprar un sobre cerrado, donde ya sólo encontraremos repetidos, vamos a pagar un mayor precio por comprar sólo el cromo que nos falta. Esto ya es una cuestión de mercado, de oferta y demanda o valorar cuánto deseamos acabar la colección y qué posibilidades tenemos de hacerlo sin tratar con estos "brokers de los cromos".
La colección de cromos como inversión a futuro
Aunque en nuestro país hay menos cultura que en otros, la colección de cromos o un cromo muy valioso puede ser una buena inversión a futuro. Un álbum completo de un equipo mítico, que al final de la temporada ha ganado todos los títulos, puede resultar muy apetecible para los coleccionistas, o tener un valor muy superior en el mercado de lo que invertimos para completar la colección en su momento después de pasados 20 años.
El valor añadido de un autógrafo
También te das cuenta de que hay cosas que añaden valor a un cromo o que hacen que no lo pierda. Si está bien conservado, tendrá más valor. Aquí es interesante que la colección no esté expuesta a la luz, se conserve en un lugar seco y no esté muy desgastado por el paso de mano en mano. Si un cromo tiene el autógrafo de su protagonista, su valor de mercado será superior. Seguro que hay pocos cromos firmados por una estrella de la Liga de fútbol, lo que hace que su valor aumente.
Los juegos en la infancia te ayudan a prepararte para saber desenvolverte en la edad adulta. En este caso, aprendemos cuestiones como el valor de las cosas, la negociación, previsión financiera, riesgo de una inversión, valor a futuro de la misma, etcétera, aunque muchas veces sólo pensamos en acabar la colección que ya hemos empezado.