Selección de 23 obras de la colección pictórica de BBVA Chile

De Juan Mauricio Rugendas. Retrata un momento costumbrista del siglo XIX, con hombres a caballo, vestidos con ropa típica nacional: poncho y pantalones azules, sombrero cónico, perneras negras y grandes espuelas plateadas.

Del primer paisajista chileno y gran exponente del arte nacional, Antonio Smith. En su pintura se aprecia el macizo cordón montañoso de cumbres nevadas: la Cordillera de los Andes, un valle que desciende de ella y un intenso cielo celeste en el plano superior.

De Giovanni Mochi, artista ítalo-chileno, muestra una escena campesina con dos hombres con chupalla y vestimentas sencillas junto a una yunta de cuatro bueyes. En los costados se distinguen árboles y construcciones con muros de adobe y techos de paja.

Del pintor nacional Pedro Lira. Retrata un paisaje natural de árboles de largos troncos y un pequeño personaje femenino a los pies de la laguna, con una cesta en la cabeza y un colorido traje. Esta obra destaca las líneas sensuales y gamas sutiles características del autor.

Del artista chileno Onofre Jarpa. Refleja un panorama campestre conformado por un cielo celeste con suaves nubes blancas y un apacible y ancho río que desciende de un cordón de cerros de baja altura y su fuerte pendiente, bordeando un bosque de árboles frondosos.

De Exequiel Plaza, mayor representante de la “Generación del Trece”. La obra muestra un muro de adobe con un alto pórtico que anuncia la entrada a una propiedad y, tras éste, un jardín de abundante vegetación.

Del artista Nicanor González, quien estudió en la Academia de Bellas Artes y fue alumno de Pedro Lira. La pintura presenta un retrato femenino de perfil, mirando hacia la derecha, una mujer de tez rosa pálido y facciones delicadas.

De Pedro Jofré, también ahijado de Lira. Representa en esta pintura dos cortes de sandía dispuestos en forma diagonal, uno en primer plano y otro atrás, que permiten apreciar la carne rojiza, la corteza blanca y el verde exterior oscuro.

Del pintor nacional Julio Fossa y alumno de la Escuela de Bellas Artes. Presenta una escena realista que reúne a un conjunto de aves sobre diferentes rocas en el agua. Al centro de la composición, un cormorán y un pelícano y, al fondo, grandes montañas blancas.

Una obra que testimonia la influencia que ejerció el inglés Thomas Somerscales en Chile, introduciendo valores de la pintura anglosajona en el medio artístico nacional. El paisaje aspira a gran realismo y muestra una pequeña cascada que cae empinada por las rocas, rodeada de árboles verdes.

De Thomas Somerscales, muestra un pálido cielo celeste y un paisaje bucólico en el que se aprecia un ancho río que desciende de una lejana cordillera de cumbres nevadas, serpenteando por un valle enmarcado en dos cerros y una ribera verde de frágiles árboles.

Del pintor inglés Thomas Somerscales, presenta un paisaje formado por dos planos: el sector izquierdo lo ocupa un camino bordeado de piedras y árboles de gruesos troncos y follaje en sus puntas; mientras que en el derecho se aprecia un valle que se extiende bajo la colina.

Una composición del artista Juan Francisco González, considerado uno de los grandes maestros de la pintura chilena. Este conjunto de llamativas flores silvestres de tonos amarillentos, notas anaranjadas, y largas hojas y tallos verdes que acentúan la verticalidad de la obra.

Obra de Juan Francisco González. Este retrato muestra a un hombre maduro que viste camisa blanca de cuello alto, corbata azul oscura y chaqueta grisácea

Del pintor chileno Alberto Helsby. Resalta la luz en una escena del paisaje chileno, con un conjunto de árboles y flores en tonos rosados, casas rurales demarcadas por un camino de tierra, un álamo y la Cordillera de los Andes de fondo.

Una pintura de Manuel Quevedo. Escena conformada por el cielo, un panorama de lomas verdes y una línea de construcciones de techos de pajas y corrales que se anteponen a la vegetación boscosa que llega a los pies de un volcán.

Es una obra de Arturo Gordon, uno de los mayores representantes de la “Generación del Trece”, primer grupo pictórico de Chile. Este retrato de una mujer con sombrero rojo y un colorido ramo de flores alcanza grandes efectos debido a las diferentes tonalidades, los contrastes y la luz.

De Arturo Gordon, artista conocido como el “Goya chileno”. Este retrato masculino representa a un hombre de cabellera grisácea y larga barba blanca, bigotes grises y cejas abundantes. Hay rasgos expresionistas en su pintura que destacan por el efecto de la luz y sombras en la figura.

También es una obra de Arturo Gordon: un portal formado por un arco redondo, que cruzan dos mujeres de largas túnicas coloridas. El efecto de la luz en esta pintura entra en ángulo superior derecho y provoca un efecto de contraluz en las figuras.

De Ramón Subercaseaux. Recurre a la técnica autóctona con una escena costumbrista de un carretón tirado por una yunta de bueyes y escoltado por un conjunto de tres huasos a caballo. La escena se recorta sobre un paisaje agreste y colorido que alude a la vida del campo chileno.

Del pintor Fernando Morales Jordán, uno de los exponentes de la Generación del 40. En este paisaje urbano compuesto por una calzada agreste y sencillas construcciones rememora el estilo de Juan Francisco González. La obra podría relacionarse con una zona periférica de Chile.

Una acuarela de Renzo Antonio Pecchenino, más conocido por su seudónimo “Lukas”, alude al puerto de Valparaíso con una vista panorámica a la bahía. Predominan los cerros, el mar y varias construcciones de techos rojos, así como un conjunto de transeúntes y embarcaciones a vela.

De Ernesto Barreda, un artista formado en el influjo de corrientes internacionales. Esta pintura de corte modernista presenta un conjunto de líneas verticales interceptadas por otras horizontales, que junto con clavos y tuercas forman un tejido de maderas similar a una reja, con una traba para cerrar una puerta.