Seis emprendedores que se comieron el mundo

Su sueño empezó en el periódico local ‘Kansas City Star’, pero todo el mundo le conoce por ser el “padre” del ratón más famoso del mundo. Su primera película se produjo en un garaje, con una cámara prestada y la ayuda de su amigo Ub Iwerks (con quien colaboró en muchas de sus producciones). Todo ello antes de los veinte años. ¿Es verdad el dicho de ‘quien quiere, puede’? En el caso de Walt Disney, parece que sí.

El inventor americano fue expulsado del colegio a los tres meses de empezar debido a su torpeza y falta de interés. Vendía periódicos para comprar revistas científicas. ¿Su motivación? Demostrar que sus profesores estaban equivocados. ¿Su obsesión? La electricidad, esa forma fascinante de energía. ¿Su legado? Más de un millar de inventos, algunos tan famosos como la bombilla, las pilas alcalinas o el fonógrafo.

Subastas, productos de segunda mano… todo ello ‘online’. Es la web de eBay, aunque pocos conocen a su creador, o la motivación que le empujaba. El negocio comenzó por comercializar unos dispensadores de caramelos de su esposa. Su primera transacción fue un puntero láser roto por 15 dólares, y hoy la compañía ingresa casi 9.000 millones de dólares al año. Ebay, que opera en más de 30 países, ha llegado a subastar cereales con formas curiosas, piedras de riñón e incluso botellas con supuestos fantasmas dentro.

Familiar, hogareño... y millonario. Nació en Turquía en 1953 y cuenta con la nacionalidad española. Aunque su nombre no es tan conocido, sí lo es su firma de moda: Mango. ¿Por qué es considerado un gran emprendedor? Comenzó vendiendo sus productos casi puerta por puerta, para luego hacerlo en un mercadillo de Barcelona hasta que, en 1984, abrió su tienda en el emblemático Passeig de Gràcia. Actualmente tiene más de 2.700 puntos de venta en más de 105 países. Además, su marca es pionera en adentrarse en el ‘e-commerce’.

Wall Street corea su nombre. Sus acertadas inversiones le han dotado del apodo ‘Oráculo de Omaha’, lugar en el que nació, se crió y empezó su carrera. Buffett trabajo como repartidor de periódicos, como becario de Benjamin Graham, y ha llegado a ser un respetado inversor financiero. Tiene el honor de ser la segunda persona más multimillonaria, aunque cultiva su filantropía con algunas fundaciones. Accionista de algunas de las multinacionales más importantes como Coca Cola o Procter&Gamble, da un consejo que todo emprendedor debe interiorizar: “invierte en ti mismo.”

Quizás el nombre no sea muy conocido, pero sí su legado. El fundador de dos de las cadenas minoristas más importantes de EE.UU., Walmart y Sam’s Club realizó el camino que muchos jóvenes toman hoy en día: atleta en el instituto, carrera de Ciencias Económicas y ayuda a su familia con trabajos esporádicos. Una persona como cualquier emprendedor que logró el éxito tras descubrir lo que los clientes querían: ahorro en su compra diaria, productos en rebaja y horarios de apertura más amplios.