¿Se ahorra con el horario de verano?

La entrada del horario de verano permite a las personas aprovechar una hora extra de luz solar para ahorrar energía; sin embargo, este panorama no es del todo halagador. Así lo plantea José Roberto Contreras García, de análisis e información de BBVA Bancomer en un artículo publicado en el periódico especializado mexicano El Economista.

El analista comenta que pese a que este horario se concibió como una manera de aprovechar más la luz del día, las actividades al aire libre y el ahorro de energía, en la actualidad —por mencionar un ejemplo— son pocos los niños o jóvenes que tienen actividades recreativas o juegan por las tardes para aprovecharlo. Refiere que según la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada en diciembre de 2016, el 57.9% de los niños no puede salir de casa si no están acompañados por sus familiares, dato que representó un incremento de 9.4% con respecto a diciembre de 2013.

Contreras señala que de acuerdo con el estudio del Fideicomiso para el Ahorro de la Energía Eléctrica (FIDE) el horario de verano en 2016 generó un ahorro de 975.28 GWs por hora, que se traduce en la energía necesaria para abastecer 561.000 casas habitación en el país, este número es 250 GWs por hora menor al reportado en 2013. Cabe mencionar que no se observa un incremento histórico en el ahorro; al contrario, se registra cierta disminución de ahorro en GWs, sin considerar las implicaciones de los incrementos de población, la creación de focos ahorradores, ni otros factores externos que harían que la disminución del ahorro fuera aún mayor.

“La continuidad del horario de verano se encuentra cuestionada cada vez más por los 'millennials'

Lo anterior se debe a una modificación radical de hábitos y actividades, ya que el 79.6% de los individuos de seis años de edad o mayores es usuario de teléfonos celulares y en promedio por hogar se cuenta con 1.7 televisores para los cuales no importa si hay luz del día o no, pues se utilizan en igual medida; y "con las generaciones actuales y futuras no se ve alentador, pues se puede  asumir que en el futuro cercano aumentarán estos números sin importar el nivel socioeconómico".

“La continuidad del horario de verano se encuentra cuestionada cada vez más con los 'millennials' y los no tan 'millennials', mientras el celular y la SmartTV estén encendidos, poco nos importará ahorrar velas”, resaltó.

Finalmente, el autor recuerda que, si en realidad se quiere ahorrar dinero, una opción será tomar en cuenta el periodo que dura el denominado Horario de Verano, que inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre de 2017, para tratar de consumir menos energía eléctrica modificando los hábitos en el hogar considerablemente, realizar otras actividades mientras haya luz y ocupar otros momentos para ver la TV, para jugar y para utilizar los aparatos electrónicos.