Viajar (casi) gratis: fórmulas para conocer el mundo por poco dinero
Desde dormir en el sofá de un desconocido hasta intercambiar alojamiento por trabajo como voluntario o trasladar autocaravanas de un lugar a otro, los viajes casi gratuitos son tendencia en época de inflación e incertidumbre económica.
Las turbulencias sanitarias, geopolíticas y económicas de los últimos años no han disminuido las ganas de conocer mundo de los viajeros. Así lo confirma el primer Barómetro de la Organización Mundial de Turismo (OMT) de 2023, que se muestra cauto pero optimista ante los más de 900 millones de turistas que realizaron viajes internacionales en 2022, el doble que en 2021, cuando todavía existían muchas restricciones sanitarias.
En Europa, el sector turístico registró más de 585 millones de viajeros en 2022, recuperando así el 80% de los niveles previos a la pandemia; en Oriente Medio, las llegadas alcanzaron el 83% de la época prepandémica, mientras que África y las Américas recuperaron alrededor del 65% y Asia-Pacífico sólo alcanzó el 23%, debido a las restricciones al movimiento que han mantenido algunos países.
A pesar de las buenas cifras y las expectativas de que en 2023 se mantenga esta tendencia creciente, la situación económica de los turistas podría influir en sus decisiones en los próximos meses, llevándoles a elegir viajes más cortos y destinos más cercanos. Como reconoce el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, “la OMT prevé un buen año para el sector, aún enfrentándonos a diversos retos, como la situación económica y la continua incertidumbre geopolítica. Diversos factores económicos pueden influir en el modo de viajar de las personas en 2023, y la OMT espera que la demanda de viajes internos y regionales siga siendo fuerte y ayude a impulsar la recuperación más generalizada del sector”.
Para quienes tengan previsto ahorrar en 2023 y se hayan visto obligados a reducir el presupuesto disponible para vacaciones, existen alternativas a los viajes costosos. Viajar (casi) gratis es posible y este sueño no tiene por qué ser algo inalcanzable si se ponen en práctica los siguientes consejos.
Reubicación de vehículos
Una fórmula muy extendida en Australia y Nueva Zelanda, que también está empezando a tener éxito en Canadá y Estados Unidos, es la “reubicación de vehículos”. Consiste en poner en contacto a empresas que necesitan mover un coche, furgoneta o autocaravana de un lugar a otro con turistas con carnet de conducir que deseen hacer ese recorrido y puedan entregar el vehículo en perfectas condiciones en destino.
La web Imoova es pionera en el sector y permite reservar, por ejemplo, un viaje de Christchurch (costa este de la Isla Sur de Nueva Zelanda) a Auckland (Isla Norte de Nueva Zelanda) en una autocaravana de seis plazas. El traslado se debería realizar en un máximo de cuatro días, al precio de cinco dólares neozelandeses al día (más un depósito reembolsable en la entrega de 1.000 dólares neozelandeses), con 1.350 kilómetros y ferry para el vehículo y conductor incluidos.
La fórmula está disponible para cualquier conductor de entre 21 y 75 años. En cuanto a requerimientos relacionados con el permiso de conducir, la empresa permite contratar el servicio si se posee un carnet válido aunque sea extranjero. En los casos en que el documento esté en un idioma diferente del inglés, el cliente deberá pedir una traducción legal del mismo a través de instituciones oficiales, como la embajada del país de procedencia.
Pernoctación en el sofá
La plataforma Couchsurfing (“surfear el sofá”) surgió en 2004 como servicio gratuito que ponía en contacto a viajeros con ciudadanos que ofrecen alojamiento gratis en su casa (normalmente el sofá, de ahí el nombre). Funciona por las recomendaciones de turistas que puntúan el alojamiento, de la misma forma que los anfitriones valoran el comportamiento y convivencia con sus huéspedes. Sin embargo, el repentino y elevado cobro por uso de esta web desde 2020 ha dado pie al auge de alternativas sin ánimo de lucro, como Couchers o BeWelcome, ambas gratuitas, que siguen poniendo en contacto a los viajeros con las casas que tienen un sofá libre para dormir.
Voluntariado por alojamiento
Otra alternativa para quienes viajen con un presupuesto ajustado es buscar previamente hostales o casas de huéspedes que ofrezcan estancia gratis, y en algunos casos comida, a cambio de la realización de tareas o trabajo en ese lugar. Paula Carrillo, periodista colombiana y autora del blog Vieja que viaja, recomienda dos plataformas: Workaway y Worldpackers, que dan acceso a las ofertas de alojamiento por voluntariado, a cambio de una membresía anual.
¿Cómo saber si un hostal es seguro o realmente cumplen con las condiciones que ofrecen? La comunidad de viajeros puntúa cada sitio y sus opiniones permiten a los siguientes voluntarios saber con qué se van a encontrar.
Carrillo recomienda Worldpackers en cuanto a seguridad: “Si llega a haber algún malentendido grave, o pasa algo con tu voluntariado, Worldpackers tiene un seguro de emergencia. Si lo necesitas, ellos se encargarán de buscarte otro anfitrión en la zona, para intercambiar tus habilidades por alojamiento. Si por algún motivo no te lo pueden conseguir, te aseguran tres noches en un hostal cercano, mientras defines qué hacer”.
Millas y puntos por viajes
Las tarjetas de crédito en ocasiones tienen asociados beneficios: sumar millas (o puntos) en determinadas compras y canjearlos por vuelos. Es conveniente revisar las condiciones de la tarjeta, prestando especial atención al límite de crédito y los plazos de devolución para evitar un sobreendeudamiento, así como a la posible cuota anual de mantenimiento. Además, las millas suelen tener una fecha de caducidad y no todas las aerolíneas ‘low cost’ están adscritas a este tipo de promociones.