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Trucos y consejos para ahorrar en la comunidad de vecinos

En tiempos de inflación, pérdida de poder adquisitivo y subida de precios, muchos propietarios buscan alternativas y soluciones que reduzcan sus gastos anuales. Aunque hay algunas partidas, como el consumo energético, en las que es posible ahorrar, no se recomienda nunca disminuir el presupuesto dedicado al mantenimiento de la propiedad, ya que a medio y largo plazo asumir averías graves puede ser mucho más caro que invertir en una buena conservación.

Trucos y consejos para ahorrar en la comunidad de vecinos

Desde cambiar el tipo de bombillas en los espacios comunes a reducir el número de horas en los que está disponible un servicio comunitario -como la limpieza de la escalera o la apertura de piscina- son algunos ejemplos, pero hay muchos más. Estos son algunos trucos y consejos para ahorrar en la comunidad de vecinos, según los expertos en gestión de comunidades, ahorro energético y derechos de los consumidores.

Revisar los gastos comunitarios y comparar presupuestos. Según un análisis publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios española (OCU), el seguro, el mantenimiento de la cuenta bancaria de la comunidad, el gasto energético y los servicios comunitarios (portero, socorrista o limpieza y mantenimiento), son las partidas donde más se podría ahorrar si se dedicara más tiempo a comparar precios entre proveedores.

En el caso del gasto energético, por ejemplo, hay fórmulas sencillas y poco costosas que pueden suponer un beneficio tanto para la salud financiera de los propietarios como para la salud del planeta:

  • Emplear bombillas led en los espacios comunes.
  • Instalar sensores de luz con detectores.
  • Elegir las tarifas de luz más económicas.
  • Reducir la potencia eléctrica a las necesidades de la comunidad.
Trucos y consejos para ahorrar en la comunidad de vecinos

Además, si se comparan precios entre distintos proveedores de gasóleo para la calefacción, para un gasto estimado anual de 50.000 litros, el ahorro puede estar en torno al 8% de la factura. “Nuestras recomendaciones son que se lleve a cabo una revisión detallada del presupuesto partida por partida. No hay que admitir un incremento de los gastos basados en la subida del IPC aplicada a cada partida”, aconseja Eva Jiménez, portavoz de la OCU.

Y añade: “De cara a la próxima junta ordinaria, la comunidad puede pedir al administrador que revise las partidas más importantes de los gastos de esa comunidad y que solicite presupuestos para plantear un posible cambio de contratos: por ejemplo en contratos de conserjería y servicios, jardinería y mantenimiento de piscina (incluido socorrista en verano, donde sea preceptivo), mantenimiento de instalaciones (como ascensores o garajes) con especial atención al gasto en energía, tanto si existe calefacción central como si solo se trata del gasto de electricidad”.

Como es muy probable que la cuota de la comunidad por gastos ordinarios se incremente este año, en muchos casos será oportuno retrasar otros gastos extraordinarios que no sean estrictamente necesarios para la conservación de la comunidad. También se debería comparar la póliza del seguro y los gastos de mantenimiento de la cuenta bancaria. La OCU estima que en una comunidad de 28 vecinos, donde se pagan por recibo o transferencia cinco suministros y se giran las 28 cuotas de los propietarios, los gastos bancarios de la comunidad pueden variar de 33 a 1.333 euros al año en 2021.

Reducir las horas de servicios comunes y aprovechar los recursos.

Algunos edificios cuentan con cubiertas y tejados amplios, soleados, en buen estado… Y desaprovechados. El concepto “rent a roof” consiste en alquilar el tejado para instalar paneles solares, con varias posibilidades de acuerdo económico: cobrar a la empresa instaladora por metro útil de instalación, por kW/h instalado, por porcentaje de la producción de electricidad, entre otras opciones y en función del rendimiento fotovoltaico que tenga nuestro tejado. Otra alternativa es instalar paneles solares para el autoconsumo de la propia comunidad de propietarios, que reducirá el gasto energético.

La instalación de placas solares supone un ahorro a medio-largo plazo, ya que, por ejemplo, al generar energía para los calentadores de agua caliente, los vecinos ya no tienen que usar la red general, son autosuficientes. Lo mismo sucede en las comunidades que cambian las fachadas o ponen envolventes: alcanzan un ahorro significativo en su consumo energético y la gente consigue ahorrar en sus casas. “Para ello es importante que se pida asesoramiento a los administradores de fincas, que al fin y al cabo somos gestores de recursos: estamos al día de las posibles subvenciones, autonómicas y estatales, para tramitarlas y conseguir que los vecinos amorticen o recuperen rápidamente la inversión”, explica Noelia Mochales, vicepresidenta del Colegio Profesional de Administradores de Fincas (CAF) de Madrid.

De igual forma, Mochales recomienda reducir algunos servicios. Por ejemplo, si hasta ahora se ofrecía a los vecinos nueve horas de servicio de socorrista a lo largo del día… la pregunta es: ¿sería posible racionalizar el uso de la piscina? Esto no solo implicaría menos horas de servicio de socorrista, sino también un consumo menor de agua y luz que necesita la depuradora para funcionar. Instalar una lona sobre la piscina en las horas que esté en desuso también permitiría ahorrar, al evitar la evaporación del agua. Por otra parte, se puede economizar en el mantenimiento de los jardines si se sustituye el riego de aspersión por riego por goteo, los cuales suelen ser más eficientes, sostenibles y económicos.

Mejorar la eficiencia energética y sostenibilidad

Aunque parezca una paradoja, la inversión en el mantenimiento o incluso rehabilitación de un conjunto de viviendas puede suponer un importante ahorro para la comunidad de propietarios a medio y largo plazo. En España, más de la mitad del parque de viviendas tienen más de cuatro décadas de antigüedad y, quién vive en un edificio antiguo, sabe cómo pierde el calor en invierno y el frío en verano, así como cómo las consecuencias y problemas derivados de la presencia de materiales viejos en las fachadas e infraestructuras. “Mejoras en el aislamiento del edificio para mantener su temperatura permitirá ahorrar en climatización y calefacción. Una buena opción para las zonas comunes puede ser el cambio de ventanas antiguas por sistemas de aluminio o PVC con rotura de puente térmico, así como la instalación de nuevas envolventes en las fachadas y cubiertas, que impedirán las posibles pérdidas energéticas que pueda tener el edificio”, aconsejan desde el CAF de Madrid.

En España, la arquitectura pasiva, una herramienta más en los procesos de rehabilitación energética de edificios, tanto de nueva construcción como rehabilitados, se puede beneficiar de la financiación otorgada por el Estado y las Comunidades Autónomas, con cargo a los fondos Next Generation de la Unión Europea. ¿Puede este tipo de rehabilitación ayudar al ahorro de los vecinos? Según explica Miguel Díaz, arquitecto especialista en Sostenibilidad y socio de Ruiz-Larrea Arquitectura, a cambio de una inversión puntual, una familia o una comunidad de propietarios obtendrá décadas de ahorro económico y grandes prestaciones de confort.

En definitiva, revisar y comparar precios en cada una de las partidas y gastos comunitarios, así como aprovechar las subvenciones para rehabilitar el edificio puede ayudar a ahorrar a las comunidades de propietarios y, además, conseguir que sus viviendas sean más rentables y sostenibles a largo plazo.