Cómo mejorar la salud crediticia y tener tranquilidad financiera
Una persona que cuenta con un reporte financiero excelente tendrá la confianza de las empresas del sistema financiero. A su vez, conseguirá más oportunidades para acceder a otros créditos en el futuro a tasas más bajas. Te ayudamos a mejorar tu salud crediticia y tener una buena salud financiera.
¿Tiene problemas para pagar las tarjetas a fin de mes? ¿Qué tan bien administra sus préstamos? La diferencia entre tener dificultades con los créditos y los pagos y gozar de una perfecta salud crediticia es sólo cuestión de planificación y organización. A continuación compartimos una serie de consejos para adoptar buenas prácticas en la gestión de sus finanzas personales y poder disponer de créditos sin ninguna limitación.
Qué es la salud crediticia
La salud crediticia se refiere al manejo de los diferentes tipos de créditos y la manera en que se han ido pagando a lo largo del tiempo. Una buena salud crediticia es cuestión de decisión, constancia y el reflejo de la responsabilidad ante los compromisos que se adquieren. Si se es responsable, tendrá la confianza de las instituciones financieras.
Utilizar el crédito con responsabilidad es muy importante ya que de esa forma se realizarán los sueños y metas y se fortalecerá el nivel de credibilidad como persona. Manejar un crédito es más fácil de lo que parece.
Son recomendables estos seis hábitos para tener excelentes antecedentes crediticios y gozar de tranquilidad financiera.
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Vivir de acuerdo a su realidad financiera
Como dice el refrán “todos sabemos hasta donde nos aprieta el zapato”, por lo tanto se debe vivir de acuerdo a los ingresos y no dejarse llevar por los caprichos o las apariencias ya que ello podría traer problemas en el futuro como el sobreendeudamiento. Es importante utilizar el crédito para comprar bienes indispensables en áreas de educación, salud y vivienda.
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Pagar los créditos en tiempo y forma
Programar el pago de los créditos de vivienda, vehículo, tarjeta de crédito junto con los gastos mensuales de luz, agua, teléfono y mensualidades de manera de cumplir a tiempo con estos pagos sin que generen ningún tipo de recargo por mora.
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Si se tienen problemas para pagar, comunicarse con los acreedores
En la mayoría de los casos, ellos ayudarán a establecer un plan de pagos acorde a la situación. No obstante, si se demuestra un mal comportamiento de pago y poco interés en enmendarlo, la situación se puede complicar y se irán agravando a medida que pase el tiempo.
Es fundamental señalar que a partir de los 91 días de atraso las empresas pueden informar sobre una operación morosa. Según la ley 1682/01 y su modificatoria, las empresas no están obligadas a informar las operaciones morosas ya que depende de las políticas de las mismas. Por esa razón es preferible acercarse a los acreedores y llegar a un acuerdo.
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Tener sólo las tarjetas de créditos necesarias
Se recomienda tener hasta dos tarjetas de crédito. Para que una persona maneje correctamente una tarjeta hay ciertos conceptos que debe conocer como la tasa de interés, la fecha de vencimiento y la fecha de cierre. Por lo tanto, son muchos datos que serán difíciles de manejar a medida que se cuente con más tarjetas.
Además, las centrales de riesgos consideran las tarjetas de crédito como deuda en la totalidad de su línea de crédito por lo que aunque no se utiliza, esto afecta a la capacidad de endeudamiento al solicitar un crédito.
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Leer los contratos
Es transcendental que se lean los contratos y se conozca con certeza cuánto se cobra por el crédito, capital, intereses y gastos administrativos a fin de que se pueda conocer realmente cuanto se terminará de pagar. Se sugiere analizar o comparar las tasas con otras entidades financieras.
Cabe resaltar que según la ley 1682/01 todas las empresas están obligadas a informar expresamente cuanto cobrarán de interés por un crédito.
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Pensar seis veces antes de salir de garante
Generalmente los analistas de créditos solicitan garante a las personas que tienen pocas probabilidades de pagar en tiempo y forma un crédito. Es por eso que si uno decide salir de garante, probablemente se adquieran problemas en el futuro. Siempre hay excepciones pero es mejor evitar pasar malos ratos. Hay que recordar que el codeudor es un deudor solidario por lo que si el deudor tiene problemas para cumplir responsablemente con los pagos, el garante tiene que hacer frente a las deudas.
Es vital tener en cuenta los puntos anteriores y además procurar tener una mejor educación financiera.