Qué regalar en una boda como alternativa al dinero
Los números de cuenta han sustituido a las listas de boda en muchas de las invitaciones que se envían a amigos y familiares para celebrar este momento tan importante en la vida de una pareja. Pero hay invitados que buscan regalar algo fuera de lo común, y parejas que prefieren recibir presentes más personales por parte de sus allegados más cercanos.
Hace años la costumbre era adjuntar una “lista de bodas” a las invitaciones. Esta opción permitía adaptarse a las necesidades reales de los novios y ofrecía más flexibilidad a los invitados, que podían ajustar su presupuesto a los diferentes artículos enumerados en el listado. Pero esta tradición ha caído en desuso.
En España, por ejemplo, los datos que ofrece el Libro Imprescindible de las Bodas señalan que el 90% de las parejas convive antes de la boda, lo que resta trascendencia a los regalos relacionados con decoración y electrodomésticos que solían copar la lista de bodas. Por este motivo, con el tiempo, los recién casados acababan canjeando tales regalos por efectivo. Así pues, un estudio de la página web de expertos, Bodas.net, señala que el 82% de las parejas prefiere recibir dinero como regalo y solo el 3% asegura no querer nada.
Esta nueva tendencia de regalar dinero para que los contrayentes lo usen a su discreción tiene, en la práctica, implicaciones similares para los invitados, que hoy optan por regalar una mayor o menor cantidad, dependiendo de los mismos factores que antes les llevaban a elegir los artículos más o menos caros de la lista de bodas elaborada por los novios.
El presupuesto disponible es uno de los aspectos que determinan el regalo de bodas; bien sea dinero o bien sea un detalle personalizado. Otro elemento que condiciona el regalo es el número de asistentes por invitado. Es costumbre considerar que, como mínimo, el regalo de bodas iguale el valor del menú del banquete. Siguiendo esta lógica, el presente que ofrece una persona deberá ser mayor si asiste a la ceremonia con su pareja o su familia al completo. Así, el portal Bodas.net ha desarrollado una calculadora que considera variables como la relación con la pareja, el tipo de boda, los acompañantes, y los gastos de transporte o alojamiento.
La relación que se tiene con la pareja es otro elemento determinante, según explica Diana Rubio, directora del Instituto del Mediterráneo de Estudios de Protocolo. Los contrayentes siempre esperan un detalle especial por parte de los invitados que mejor les conocen. Mientras que si se les obsequia con dinero, la cercanía con alguno de los novios presupone una cuantía mayor. En tal caso, la experta en protocolo recomienda que los novios eviten incluir el número de cuenta en la invitación: “Eso debería ir aparte, en lo que se llama una nota de interés o de protocolo, donde suele venir también el tipo de vestimenta, si ese día se espera que haga calor o frío o un pequeño plano del lugar donde se va a celebrar el convite".
¿Hay alternativas al dinero?
Una vez se han tenido en cuenta los diferentes factores que van a determinar la cuantía del regalo, la selección del presente es una tarea tan compleja o más que la anterior. Si existe una relación de confianza con los novios, siempre es bueno preguntarles si hay algo que necesitan o que les haría ilusión tener.
- Una alternativa que combina tendencias del pasado y del presente consiste en personalizar los productos del hogar que tradicionalmente se habrían incluido en la lista de boda. Por ejemplo, se pueden grabar las iniciales de la pareja en el ajuar de la casa, y así personalizar un juego de ropa de cama, de textiles para el baño, o de cubertería. En todo caso, esta opción tendría sentido si los novios empiezan a vivir juntos tras la boda. Si no, es muy probable que ellos ya cuenten con estos elementos, en cuyo caso el regalo perdería valor.
- Otro presente que demuestra cercanía respecto a los novios es la decoración personalizada. En este ámbito, las opciones van desde un cuadro o una escultura del pintor o artista favorito de la pareja o de uno de los dos, hasta un souvenir que les recuerde una experiencia común entre la persona invitada y los novios; como puede ser una figura decorativa de un viaje hecho juntos o una foto de un momento vivido en su compañía.
- Así como se pueden regalar recuerdos de vivencias pasadas, se puede obsequiar con una nueva experiencia. Entre las opciones más populares están las escapadas románticas previas a la celebración de la boda, para que la pareja se relaje después de su estresada organización. Esto incluye una cena romántica o una visita a algún espacio de relajación u ocio, ya sea a un spa o a una bodega. Estos regalos también se pueden hacer después de la boda, siempre que se conozca la disponibilidad de la pareja para disfrutar de estas reservas.
- Otro regalo para recién casados recurrente es organizar una experiencia no antes ni después de la boda, sino durante la celebración misma de la ceremonia. Se puede contratar un grupo de música o algún pequeño espectáculo que les pueda gustar. Incluso se puede organizar una pequeña actuación con un grupo cercano de invitados; conocida como ‘flashmob’, en inglés. En estos casos, conviene coordinar esto con la persona encargada de la gestión de la boda, ya sea alguien contratado para el evento o uno de los dos contrayentes. De esta manera, se tiene la certeza de que la sorpresa crea un recuerdo que vincule aún más a novios e invitados en un día tan especial.