Qué hay que hacer para cobrar una pensión de jubilación española en México
Gracias a los convenios suscritos entre ambos países, un profesional mexicano, que alcance la edad de jubilación tras desarrollar parte de su vida laboral en España, puede percibir una pensión contributiva de la Seguridad Social española. Incluso tras decidir volver a su lugar de origen.
Se trata de una de las consultas más frecuentes sobre economía y derechos sociales que recibe la embajada de México en España. Según datos del INE, a cierre de 2022 en España residen de manera estable un total de 29.290 ciudadanos mexicanos.
Un alto porcentaje de ellos trabaja o ha trabajado en su país de residencia. Y una parte de esos profesionales emigrados ha llegado a la edad teórica para jubilarse y alcanzado a lo largo de su vida laboral los 15 años de cotización mínima (el equivalente a 5.475 días trabajados). Por ello tienen derecho a percibir una pensión de jubilación contributiva en España.
Además, para este último grupo de personas, una inquietud frecuente es qué deben hacer para no perder este derecho adquirido. Sobre todo si, una vez jubilados, decidan volver a instalarse en su país de origen.
¿Pueden las personas mexicanas residentes en México percibir una pensión de jubilación española?
La respuesta es afirmativa. No existe ningún obstáculo para ello, dado que México es uno de los países con los que España tiene vigente un convenio bilateral de Seguridad Social. Este tipo de acuerdos de reconocimiento recíproco de los derechos laborales generados en otro país afecta, por lo general, tanto a pensiones contributivas como a las de incapacidad permanente, viudedad, orfandad o derivadas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Al margen de los países que se rigen por los Reglamentos Comunitarios (los otros 26 integrantes de la Unión Europea, más Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza), España ha firmado convenios de este tipo con una larga lista de estados que incluye a Andorra, Argentina, Australia, Brasil, Cabo Verde, Canadá, Chile, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Japón, Marruecos, Paraguay, Perú, República Dominicana, Rusia, Túnez, Ucrania, Uruguay, Venezuela y, como decíamos, México.
Cómo se calcula la cuantía de las pensión de un mexicano en España
En el caso de México, el convenio bilateral de Seguridad Social en vigor es el que se firmó en Madrid el 25 de abril de 1994 y al que se añadió un complemento en 2004. En él se reconoce a los ciudadanos mexicanos el derecho a percibir pensiones de jubilación con independencia de que residan en España o México.
Más aún, la adquisición del derecho a una posesión contributiva no depende necesariamente de que esos 15 años previstos por la Seguridad Social española hayan sido cotizados en España. En caso de que el número de años trabajados en este país no llegue al mínimo que se estipula, existe la posibilidad de sumar los periodos cotizados tanto en España como en México.
En este último caso, se produce un cálculo de totalización, que consiste en que tanto España como México calculan la cuantía teórica a percibir como si el periodo total que da derecho a prestación se hubiese cotizado en su territorio. A partir de ahí, se establece el porcentaje de pensión teórica que corresponde pagar a cada uno de los dos países implicados.
Por ejemplo, si una persona hubiese trabajado la mitad del periodo que da derecho a pensión en España y la otra mitad en México, la administración española calcularía la cuantía teórica a percibir como si hubiese cotizado todo ese tiempo en España, pero el importe de la pensión real sería solo la mitad del de la teórica. Estas gestiones se realizan en la actualidad de manera automática, ya que ambos sistemas de Seguridad Social cruzan datos, lo que facilita considerablemente la acreditación de periodos trabajados.
Por lo tanto, la mayoría de los convenios bilaterales calcula por separado tanto los periodos acreditados en el país en que se ha hecho la solicitud como la suma de ambos países y procede a abonar la cantidad más elevada que resulte de ambos cálculos. Sin embargo, en el caso de los acuerdos con México, Canadá, Chile, Estados Unidos, Filipinas, Marruecos y Venezuela, el criterio resulta más restrictivo, dado que solo se cuentan los años cotizados en el extranjero cuando no se alcanza el derecho a pensión contributiva nacional.
Cómo acreditar el cambio de residencia
El trámite práctico para trasladar el cobro de una pensión contributiva española a México es simple. Basta con comunicar el cambio de residencia a la Seguridad Social de manera presencial, por teléfono o a través de la Sede Electrónica del organismo.
Por ello, para completar el traslado, es imprescindible indicar la nueva dirección de residencia y la cuenta bancaria en la que se quiere domiciliar el cobro. Una vez reconocida la nueva situación del receptor de la pensión, la Seguridad Social le solicitará que presente un certificado o fe de vida durante el primer trimestre de cada año. Este documento, que sirve para acreditar que una persona está viva, puede conseguirse tanto en Registro Civil como en las dependencias de Empleo y Seguridad Social de México.
El único tipo de pensiones que implica trámites adicionales son las vinculadas a motivos de salud. En este caso, el receptor debe estar a disposición de la Seguridad Social española en caso de que esta considere necesaria la realización periódica de pruebas médicas que acrediten de forma suficiente el derecho a percibir la pensión.
Por último, otro detalle importante a tener en cuenta es que el traslado del cobro a una cuenta corriente extranjera puede implicar pérdidas para el receptor, ya que se realizará una conversión de divisas, del euro al peso mexicano.