Qué significa y para qué sirve reunificar las deudas
Agrupar la cuantía de todos los préstamos en uno solo puede ser una buena opción para quienes suponga un esfuerzo excesivo la devolución de las deudas contraídas. La reunificación permite pagar una sola cuota mensual, cuyo importe será menor que la suma de las que pagábamos previamente. A cambio, se incrementa el plazo de amortización, y, por tanto, el coste final de la operación debido a los intereses.
“Es una solución que se hace por necesidad y en la que se compra tiempo”, explica Massimo Cermelli, profesor de la Deusto Business School. Según el III Estudio de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) sobre la Reunificación de Deudas, 800.000 familias en España han recurrido a esta fórmula para aliviar el esfuerzo de pagar los plazos de préstamos e hipotecas (55.000 más que en 2021).
El camino hacia la reunificación de las deudas no es especialmente complicado, aunque sí requiere del estudio de cada caso particular por parte de la empresa mediadora. Esta analizará las deudas, los intereses que se están pagando y los plazos de amortización que hay por delante para, una vez aprobada la operación, comenzar a negociar con las diferentes entidades bancarias las nuevas condiciones de pago.
Cermelli advierte que la reunificación tiene un riesgo psicológico: “Al eludir la presión, se corre el riesgo de olvidar el problema y gestionar mal la nueva situación. La reunificación no debería ser el argumento para seguir gastando, sino para controlar ese gasto. Es como tener tarjeta amarilla en un partido de fútbol”.
En qué se diferencia la reunificación y la refinanciación de una deuda
Es importante distinguir entre la reunificación y la refinanciación. La primera fórmula supone agrupar todos los préstamos bajo un mismo paraguas y pagar una sola cuota. Mientras que la segunda opción busca revisar y cambiar las condiciones de un préstamo concreto para lograr un mayor plazo de devolución o una tasa de interés menor.
Ventajas de reunificar deudas
- Una reducción de la cuota mensual a pagar.
- Una sola cuota mensual.
- Un solo préstamo y cancelación del resto.
- Un mayor tiempo para pagar.
- Una bajada del tipo de interés.
Inconvenientes de reunificar las deudas
- Se reduce la cantidad mensual, pero aumentará el número de plazos y, por tanto, los intereses a pagar.
- La cantidad total a pagar aumenta no solo por la subida de intereses, sino porque esta nueva organización de la deuda conlleva una serie de gastos.
- Los gastos que podría acarrear una reunificación son la comisión por cancelación del crédito o penalización por pago anticipado y en el caso de que sea mediante una hipoteca, la cancelación de la actual, los gastos de notaría, los del registro, los impuestos, la apertura de la nueva hipoteca y la tasación de la vivienda si es con garantía hipotecaria.
- El proceso de reunificación se puede hacer a través de una entidad financiera o con una mediadora. Según apunta el estudio de Asufin, los bancos son las principales entidades escogidas para llevar a cabo la reunificación de deudas, en un 68,3% de los casos.
De acuerdo con las recomendaciones de los principales expertos en Salud Financiera y del propio Banco de España, las deudas no deberían superar, en conjunto, el 35% de ingresos netos mensuales. Si la suma de las cuotas de todas los préstamos solicitados por una persona supera ese porcentaje, la reunificación puede ser una buena fórmula para reducir la presión del pago.
¿Cómo pasar de pagar varias cuotas mensuales a una sola?
El camino hacia la reunificación de las deudas no es especialmente complicado, aunque sí requiere del estudio de cada caso particular por parte de la empresa mediadora. Esta analizará las deudas, los intereses que se están pagando y los plazos de amortización que hay por delante para, una vez aprobada la operación, comenzar a negociar con las diferentes entidades bancarias las nuevas condiciones de pago.
La reunificación puede hacerse cuando se tiene un préstamo hipotecario o uno personal. Suele ser más ventajosa cuando se tiene hipoteca, ya que las condiciones de interés son mejores que las de un préstamo al consumo, según los expertos. En España, más de la mitad de las reunificaciones (el 58,1%), se hace a través de la hipoteca, según el estudio de Asufin.
Además, la hipoteca se asocia con un período largo de amortización (a veces hasta 35 años), por lo que el pago de la nueva cuota podrá alargarse un buen número de años. En este caso, la reunificación de los créditos se puede hacer pidiendo una hipoteca nueva, lo que supone gastos extras; ampliando el capital de la hipoteca vigente para cancelar los otros créditos o pidiendo un préstamo con garantía hipotecaria (un producto que permite financiarse con la vivienda como garantía si está ya está pagada). “Cuando la reunificación se lleva a cabo mediante la hipoteca, el importe que se conseguirá no superará nunca el 80% del valor del bien hipotecado”, aclara Cermelli.
Por otro lado, si no se tiene hipoteca y no se quiere poner en juego la vivienda, es probable que la entidad financiera pida algún tipo de aval. “En este caso, la cuota final no superará el 30% del salario de quien pide la reunificación”, añade el experto.
Cabe mencionar, que cuando se solicita una reunificación, hay que incluir todos los préstamos. Es decir, no se puede hacer una selección de los mismos. “El banco necesita ver la situación financiera completa de esa persona”, constata el profesor de la Deusto School Business. En general, y según el estudio de Asufin con respecto a los productos que se incluyen en la reunificación, la tarjeta de crédito se integra en nueve de cada diez reunificaciones (90,3%). Le siguen los préstamos personales, en un 76,1%, los minicréditos, en un 40,1% de los casos, y las hipotecas, en un 59,3%.
Antes de realizar una reunificación es importante analizar todos los costes a los que se tienen que hacer frente. Conocer las ventajas y desventajas de esta herramienta es primordial para el cuidado de nuestras finanzas personales.