Qué es una pyme y cuándo se considera que una empresa es pequeña o mediana
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) desempeñan un papel fundamental en la creación de empleo y en el estímulo del crecimiento económico. La definición de qué es una pyme es fundamental para ayudar a las compañías a identificarse como tales, de modo que puedan acceder a programas de apoyo o financiación específicamente diseñados para ellas.
Las pymes constituyen una parte esencial de la economía global. Los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) demuestran que estos negocios suponen más del 99 % de las compañías de la UE. Dieron trabajo a casi la mitad de las personas empleadas por cuenta ajena y generaron 12,2 billones de euros de facturación neta, lo que supone el 32 % de la cantidad facturada por el conjunto de empresas de la Unión.
Dada su relevancia, la definición de lo que es una “pyme” es importante para garantizar que las ayudas se concedan exclusivamente a aquellas empresas que las necesiten y cumplan con los requisitos establecidos. “Es un término acuñado hace ya varias décadas”, explica María Pérez Pereira, profesora de Derecho Mercantil en la Universidad Francisco de Vitoria. “La idea que subyace es la necesidad de dotar de un régimen jurídico-económico y contable más sencillo al principal tejido económico del país”.
El número de empleados, el volumen de negocio y el balance general son los tres indicadores en los que se basa la OCDE para clasificar las empresas en pequeñas, medianas y grandes.
Clasificación de las empresas según el número de empleados
Una empresa mediana no debe sobrepasar los 250 empleados en su plantilla, mientras que la empresa pequeña suele tener un número menor de 50 trabajadores. “Cuando alguien decide emprender una nueva actividad económica, lo normal es que la empresa no tenga más de diez personas y el volumen de negocio no sea espectacular”, cuenta María Pérez. “De ahí que se consideren microempresas a las compañías que tengan menos de diez personas, entre socios y trabajadores”.
Estos límites se aplican únicamente a las empresas individuales. Aquellas que formen parte de un grupo más grande, no podrían considerarse pymes al estar incluidas en un negocio con un número mayor de trabajadores.
Tipos de empresas según el volumen de negocio
Uno de los aspectos esenciales que definen a una pyme es la cantidad de ingresos que maneja. “Las microempresas tienen un volumen anual de negocio inferior a los dos millones de euros”, afirma María Pérez. “A medida que van creciendo, puesto que su negocio se va asentando con el paso del tiempo, las compañías pueden crecer y pasar a la categoría de pequeña empresa si no llegan a 50 personas y el volumen de negocio no rebasa los 10 millones de euros”.
En el caso de que la pyme continuara creciendo y superara estas cifras pasaría a considerarse una mediana empresa. En este caso, las compañías clasificadas como medianas deben tener una actividad económica que, con independencia de su forma jurídica, genere anualmente hasta 50 millones de euros.
El balance general
El balance general hace referencia al valor de los principales activos de una empresa. Por ello, incluye la información de los recursos de los que se disponen (o activos), los que se tienen que pagar (pasivos) y, además, detalla el patrimonio y la manera en la que se administra. En el caso de la UE, las microempresas son aquellos negocios cuyos activos no superan los 2 millones de euros y se consideran pequeñas empresas las que no llegan a 10 millones. En cuanto a las compañías medianas, deben poseer unos activos cuya valoración no supere los 43 millones de euros.
Las compañías que no se mantengan en los límites de personal y volumen de negocio establecidos, podrían dejar de ser consideradas pymes. Sin embargo, según la CE , “si supera los niveles establecidos durante el año de referencia, este hecho no afectará a su situación y conservará la condición de pyme que tenía al inicio del ejercicio contable”. No obstante, “en el caso de que supere los niveles máximos durante dos períodos contables consecutivos, perderá dicha condición”.
Este hecho también ocurre a la inversa. Es decir, una gran empresa podría adquirir la condición de pyme si cayera por debajo de los niveles máximos establecidos durante dos periodos contables seguidos.
Tipos de pymes según su relación con otras empresas
Como se ha visto anteriormente, las compañías se pueden clasificar en microempresas, pequeñas, medianas y grandes empresas. Sin embargo, la CE también establece el siguiente criterio, según el tipo de relación que una empresa podría mantener con otra:
- Autónoma: El negocio es completamente independiente o tiene una o más participaciones minoritarias (inferiores al 25 %) en otras empresas.
- Asociada: La empresa tiene participaciones en otras compañías que ascienden como mínimo al 25 %, pero no superan el 50 %.
- Vinculada: La empresa cuenta con participaciones que superan el umbral del 50 %.
El esfuerzo de definición y clasificación de las pymes para que reciban el apoyo que necesitan es importante. Según datos del Foro Económico Mundial, estas compañías generan más del 70 % del empleo en el Sur Global (países en vías de desarrollo) y crean dos de cada tres puestos de trabajo en la UE. “La intención detrás de todo esto es facilitar que se desarrolle un negocio, se monte una empresa o se cree una startup para generar y crear riqueza”, explica María Pérez. “Sólo si conseguimos fortalecer el tejido empresarial, seremos capaces de afrontar y superar los malos ciclos económicos”.