Métodos para que el ahorro sea entretenido y motivador

Ahorrar requiere perseverancia y ciertas dosis de paciencia, pero no tiene por qué ser algo rutinario. Hay muchas formas de motivarse a través de retos que gamifican el ahorro y lo convierten en algo divertido. Estos son algunos de ellos.

The Bingo Money Savings Challenge 

Un tablero de bingo, una serie de números que hay que ir tachando semanalmente y algo de voluntad. Esto es todo lo que se necesita para completar The Bingo Money Savings Challenge. Se trata de un método de ahorro, creado por la publicación británica The Metro, en el que cada número del tablero representa la cantidad de dinero que hay que reservar semanalmente hasta completar la tabla. El método es flexible y no establece ningún orden de las casillas a tachar. La persona, según la situación financiera que tenga en cada momento, será la encargada de valorar cuál es la cantidad que puede ahorrar cada semana para conseguir el desafío.

Completar el reto requiere cierta disciplina. Para aquellos que quieran ponerse manos a la obra, The Metro recomienda mantener un cierto orden. “Elija un día específico para transferir el dinero a su cuenta de ahorro; por ejemplo, si comienza un domingo, mueva el dinero todos los domingos de ahora en adelante”. Una vez que se comienza el reto, conviene ir calibrando las cantidades para no agobiarse, “una semana puede elegir una cantidad más alta y la siguiente una ligeramente más baja, así no se enfrentará a meses en los que tenga que reservar una gran cantidad”.

Competiciones de ahorro

El ahorro puede resultar más motivador si se lleva a cabo en compañía y más aún si se plantea como un concurso. ¿Quién será capaz de ahorrar la cantidad propuesta en el tiempo estipulado? Una vez establecido cuánto y por cuánto tiempo, el reto estará servido. Durante la competición, puede ser interesante que los participantes compartan periódicamente sus avances entre ellos, lo que seguramente motivará a los que vayan más rezagados. Al fin y al cabo, a nadie le gusta perder.

En el caso de que las personas que entren en el desafío no tengan el mismo nivel de ingresos y gastos, lo que ocasionaría desigualdades en la competición, puede establecerse otro baremo: el del gasto. Es decir, competir para ver quién gasta menos en una partida del presupuesto determinada durante un tiempo estipulado previamente. De esta forma, todos pueden participar sin que el nivel económico suponga un problema.

En ambos casos, al final del reto, pueden establecerse premios para los ganadores. Las opciones son ilimitadas; desde una cena casera especial hasta limpiar el coche a la persona que haya logrado la meta. Eso sí, terminar el reto no significa acabar con el hábito del ahorro, ¿por qué no permitir la revancha con una nueva competición?

El reto de las 52 semanas al revés

El reto de las 52 semanas es un método de ahorro muy popular que suele reseñarse habitualmente en las publicaciones sobre finanzas personales. Consiste en reservar la cantidad que coincida con el número de la semana en el que se esté. Es decir, la primera semana del año se ahorraría un euro; la segunda, dos; la tercera, tres… y así sucesivamente hasta llegar a la última semana en la que se apartarían 52 euros. En total, la cantidad conseguida sería de 1.378 euros, aunque cada persona puede jugar con las cantidades y ponerse los límites monetarios que considere.

Lo habitual es seguir el orden que establece el calendario para completar el desafío. Sin embargo, hay expertos que recomiendan aprovechar la motivación y los buenos propósitos del comienzo de año, para ahorrar las cantidades mayores al principio y acabar el año haciendo un esfuerzo menor. De esta forma, la primera semana se reservarían 52 euros; la segunda, 51: la tercera, 50… y la última, un euro. Es otra forma de llevar a cabo el reto y mantener las ganas de seguir ahorrando al ir reduciendo gradualmente las cantidades que hay que apartar.

Salud financiera, prioridad estratégica de BBVA

Una buena salud financiera personal, familiar o empresarial es clave para poder hacer frente a imprevistos y afrontar los planes de futuro a los que se aspira.

BBVA considera que mejorar el bienestar financiero debe estar al alcance de todos y, por este motivo, ha convertido la salud financiera en una de sus seis prioridades estratégicas. La entidad quiere apoyar a personas y empresas en su camino para alcanzar ese bienestar financiero a través de soluciones personalizadas, motivándolas y empoderándolas para que incrementen su tranquilidad y seguridad.

BBVA entiende la salud financiera como un viaje de cuatro pasos, que empieza con el control del día a día, sigue con el ahorro, continúa con la gestión de la deuda y se completa con la planificación para el futuro. Muchas de las herramientas para acompañar a los clientes en este viaje se ofrecen a través de su aplicación móvil, que reúne el poder de la tecnología, los datos y la experiencia de su equipo humano.