Cómo manejar el dinero cuando se viaja al extranjero
Una de las cuestiones que hay que tener en cuenta cuando se viaja fuera es el asunto pecuniario. Tan necesario como saber cuánto se está dispuesto a gastar en el viaje, es decidir en qué modalidad se van a disponer los recursos económicos necesarios para afrontar la estancia en el extranjero.
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Son varias las opciones que existen para disponer de dinero en los viajes y ninguna excluye a otra sino que más bien al contrario la combinación de algunas de ellas, en la manera más adecuada, puede resultar beneficiosa. En líneas generales las posibilidades se resumen en las siguientes: dinero en metálico, tarjetas de crédito y débito y los cheques de viaje. En todo caso, no está de más tener en cuenta un par de asuntos previsores antes de viajar al extranjero.
Independientemente de la modalidad o combinación de modalidades que se vayan a utilizar, resulta muy recomendable realizar un presupuesto sobre la posibilidad de gasto antes de embarcarse en el viaje. Este bosquejo previo permitirá al viajero situarse más fielmente a su realidad financiera. De la misma forma, conviene viajar con un pequeño listado de teléfonos internacionales y direcciones de interés por el posible caso de que haya alguna incidencia desagradable, sobre todo, con las tarjetas.
Metálico
El efectivo resulta ideal para viajes de estancia breve o desplazamientos cortos. En muchos países de la Unión Europea el euro es la moneda oficial. Gracias a esto, no hará falta realizar cambio de divisas para poder operar en esos destinos. Si hablamos del resto de países europeos u otros fuera del Viejo Continente, resulta muy sencillo acceder a casas de cambio si no se llevara desde el origen divisa local de destino.
En viajes a los EE.UU. se recomienda llevar dólares estadounidenses, por Europa es preferible portar euros y si no se tiene claro qué moneda se ha de llevar a otros países, como pueden ser los que cuenten con una economía menos fuerte o una divisa más débil, hay que tener en cuenta que los dólares norteamericanos son normalmente aceptados y bien valorados.
Para poder cambiar las divisas al cambio del momento es recomendable consultar previamente algún sitio fiable en internet como es el caso de Xe Live Exchange Rates y evitar así caer en posibles abusos. Conviene siempre viajar con suficientes divisas del país de destino como para llegar al centro de la ciudad donde va a tener lugar el hospedaje. Los aeropuertos no son lugares recomendables para el cambio debido a que sus tarifas son caras.
Peligros a tener en cuenta
Por otra parte, se recomienda no dejar dinero en metálico en los hoteles o lugares de estancia por cuestión de seguridad. Una opción segura sería guardarlo en una caja de caudales consignada por el propio establecimiento. Asimismo, conviene repartir el efectivo del que se disponga en distintos apartados como pueden ser la cartera, algún lugar oculto bajo el propio vestuario o en compartimentos poco evidentes de la mochila que se lleve siempre encima.
Hay que tener cuidado con llevar más efectivo que el permitido a la hora de cruzar las fronteras. Sobre todo para los desplazamientos que precedan a una estancia muy prolongada en el extranjero. En Europa, por ejemplo, la cantidad máxima autorizada suele estar en los 10.000 euros.
Tarjetas
Si bien confiar la disposición de todos los recursos económicos del viaje a las tarjetas de crédito o de débito no es lo más deseable, tampoco se debería viajar sin ellas en ningún caso.
Prácticamente todos los países del mundo disponen de cajeros automáticos de los que sacar efectivo. Y aunque es cierto que no en todos los cajeros se permite el uso de las tarjetas de débito, las de crédito sí son universales.
La tarjeta de crédito aporta una gran seguridad al viajar. Llevarla encima permite que el metálico necesario en cada momento sea mínimo, evitando así ser víctimas de robos o de pérdidas relevantes. Si se pierde alguna tarjeta de crédito se denuncia la misma y se puede rellenar un formulario online del banco al que pertenece la tarjeta para acceder a la cobertura que tienen las tarjetas de crédito en el caso de que la misma se haya utilizado fraudulentamente por terceros.
El uso de las tarjetas de crédito en el extranjero conlleva una comisión porcentual sobre la operación realizada que suele rondar entre el 2% y el 6%, en función de las condiciones de la entidad bancaria y del tipo de tarjeta empleada. Asimismo, cada uso de la tarjeta implica una comisión fija que puede rondar entre el 2% y el 6% por conversión de moneda. Las condiciones antedichas pueden llegar a negociarse con el propio banco en el caso de que concurran circunstancias especiales como puede ser el hecho de que el cliente vaya a residir durante un largo periodo de tiempo en el país de destino.
Si se viaja al extranjero y se usan las tarjetas de débito o crédito es muy recomendable chequear con cierta asiduidad la cuenta online personal del banco para comprobar que los cargos que se están realizando responden a la actividad que se está llevando a cabo. No es del todo infrecuente encontrarse, dependiendo del país de destino, con sorpresivas estafas fruto de que las tarjetas han podido ser clonadas o utilizadas sin el consentimiento del titular.
Con una sencilla comprobación a través de internet de las cuentas, la capacidad de reacción para denunciar cualquier irregularidad puede ahorrar posibles molestias futuras. A través de la app BBVA Wallet se puede comprobar el estado de las diferentes cuentas y en el caso de robo o pérdida se pueden bloquear las tarjetas con el smartphone.
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Cheques de viaje
Los cheques de viaje o cheques viajeros (traveler’s cheques) aún existen y tienen sus incondicionales. Su aceptación no es tan universal como hace unos años pero pueden ser una buena alternativa a las opciones anteriores.
Se pueden adquirir en casa de cambio y entidades bancarias, son nominativos se pueden anular en el país de destino si se han extraviado y pueden ser repuestos allí mismo en menos de un día.