Salud financiera: un ingrediente esencial para el bienestar de los hogares
Las personas que presentan vulnerabilidad financiera pueden llegar a contagiar los efectos negativos a sus hogares comprometiendo su bienestar. Por ello, es crucial entender la salud financiera y en qué medida puede contribuir a mejorar la capacidad de resiliencia financiera. La digitalización y la educación financiera resultan claves en la medida en que desde las instancias, tanto públicas como privadas, se ayude y mejore esta capacidad de las personas.
Se entiende por salud financiera la capacidad de una persona para cumplir plenamente con sus obligaciones financieras, hacer frente a imprevistos y conseguir metas vitales, lo cual le permite sentir seguridad respecto a su futuro financiero, así como llevar un estilo de vida próspero y responsable.
En este sentido, es imprescindible estar preparado para saber cómo reaccionar ante un shock financiero. Este término se utiliza para hacer referencia a dificultades económicas, como puede ser una situación personal negativa (pérdida de un empleo) o un fenómeno macroeconómico con efectos perjudiciales (recesión económica). El grado de dificultad para enfrentarse a estos imprevistos es lo que se conoce como vulnerabilidad financiera.
Una forma de comprobar si un individuo cuenta con una buena salud financiera que le permita recuperarse de posibles shocks financieros, es mediante la observación de su comportamiento en el uso de herramientas financieras para administrar las finanzas personales.
En 2019, un estudio de BBVA Research analizó el comportamiento de los consumidores en relación a productos financieros concretos para estudiar el vínculo existente entre la salud financiera y la vulnerabilidad financiera. Al observar la capacidad que presentaron los individuos analizados para enfrentar un shock financiero con sus propios recursos en cinco países de Latinoamérica (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú), el estudio confirmó que la mayoría de la población analizada era financieramente vulnerable.
Hay que tener en cuenta que los ciudadanos de los países emergentes generalmente están más expuestos a shocks financieros, debido en parte a la falta de un estado de bienestar y leyes de protección al consumidor efectivas.
De igual manera, los individuos (consumidores) con niveles más altos de educación tienen menos probabilidades de ser vulnerables en comparación con aquellos con niveles educativos más bajos. Concretamente, la educación financiera resulta crucial para combatir la vulnerabilidad.
BBVA es consciente de ello y por esta razón, uno de los focos prioritarios de actuación del Plan de Inversión en la Comunidad de BBVA es la educación financiera. Además de desarrollar programas de Educación Financiera en todos los países en los que está presente, BBVA trabaja desde hace años para integrar la educación financiera en su negocio, con el objetivo de fomentar la salud financiera de sus clientes, a través de soluciones como Programa tu cuenta o BBVA Future Planner. Por otra parte, a través del Centro para la Educación y Capacidades Financieras, BBVA promueve la educación financiera y fomenta la investigación y el intercambio de conocimiento en esta materia.
Entorno social y digitalización
Además, la investigación sugiere que, a pesar de que en las zonas rurales se cuenta con una salud financiera más débil, quizá debido a la menor presencia del sistema financiero formal, la vulnerabilidad de estas personas es menor que la que presentan individuos en zonas urbanas. Esto podría deberse al papel de familiares o amigos, que sirven como un apoyo adicional en momentos de necesidades financieras.
Así, el estudio destaca el papel de los vínculos sociales, como un complemento al sistema financiero formal para que las personas creen resiliencia financiera o superen los shocks financieros.
Por otra parte, la digitalización está generando múltiples oportunidades para mejorar la salud financiera de los individuos. Por ejemplo, una buena medida, plantea BBVA Research, sería la implementación de sistemas de ahorro automatizados, asociados a las cuentas bancarias. Todos los procesos susceptibles de ser automatizados pueden constituir opciones inmediatas orientadas a conseguir una menor vulnerabilidad.
Finalmente, las innovaciones aportadas por la digitalización también pueden mejorar la transparencia de las instituciones financieras, así como facilitar el acceso a información personalizada que facilite el entendimiento de las cuestiones financieras, especialmente para los consumidores más vulnerables.