¿Qué son los fondos indexados y qué ventajas tienen?
Los fondos indexados, o fondos índice, son instituciones de inversión colectiva de gestión pasiva, que intentan replicar un índice determinado (IBEX 35, S&P 500, Eurostoxx 50, etc…) en vez de batirlo, tal y como intentan los fondos de inversión de gestión activa. Su mayor ventaja es que sus comisiones suelen ser más bajas, ya que requieren menos actividad por parte del gestor. Y este puede ser también su mayor inconveniente, porque dependen completamente del índice que replican.
La salud financiera futura depende en gran medida de las decisiones que se tomen en el presente. Por este motivo, a la hora de planificar cómo hacer crecer los ahorros, es importante identificar los productos que mejor se adaptan a los objetivos vitales y al perfil de riesgo de cada persona.
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La inversión, como cualquier actividad financiera, requiere conocimiento y experiencia. Por ello, en la mayoría de los casos el mejor vehículo para canalizar el ahorro son los fondos de inversión, ya que están manejados por entidades especializadas en gestionar carteras de inversión. Estos fondos son instituciones de inversión colectiva que invierten el patrimonio de un grupo de personas en diferentes activos financieros, con el objetivo de obtener una rentabilidad.
Es importante diferenciar entre los fondos de gestión activa y pasiva. La gestión activa busca una rentabilidad superior al mercado en el que opera el fondo, es decir, busca batir a su índice de referencia realizando movimientos financieros de compra-venta que le permitan anticiparse a los movimientos del mercado.
La gestión pasiva, como su propio nombre indica, requiere menos actividad por parte del gestor, al ser una gestión más simple. El inversor se encomienda a una inversión inicial en activos financieros que mantendrá en cartera durante un tiempo prolongado. Este es el procedimiento en el que se basan los denominados fondos indexados, también conocidos como fondos índice. Se los denomina así porque buscan es replicar a un índice determinado, en vez de batirlo.
Fuente: BBVA Asset Management
Otro tipo de fondos de gestión pasiva son los fondos cotizados (o ETF, por sus siglas en inglés), que también tratan de replicar el índice de referencia de un mercado. La diferencia entre unos y otros es la liquidez: mientras que las participaciones en los fondos indexados solo pueden venderse y comprarse una vez al día, al cierre del mercado, con los fondos ETF se puede operar en cualquier momento en bolsa, como se hace con las acciones de las compañías cotizadas.
Pero, ¿cómo se replica un índice?
Si un inversor comprase un mismo porcentaje de cada una de las empresas de un índice —manteniendo en su cartera proporcionalmente los pesos que esos valores tienen en el índice— estaría creando una cartera de inversión indexada. En definitiva, estaría comprando una versión en miniatura de dicho índice. El objetivo es obtener una rentabilidad igual o parecida a la de ese índice.
Esto es precisamente lo que las entidades financieras buscan ofreciendo los fondos indexados, poner a disposición del cliente un producto que intenta replicar la rentabilidad de un índice determinado. De esta manera, el cliente sabe que su patrimonio no depende directamente de la decisión de un gestor, sino del comportamiento del mercado en el que opera.
A la hora de valorar la rentabilidad de dichos fondos se ha de tener en cuenta que, aunque el fondo intente replicar al índice, nunca llegará a obtener la misma rentabilidad, ya que por el camino, las comisiones y gastos de gestión (que en el caso de los fondos indexados son más bajos que en otros fondos) harán que la gráfica de rentabilidad de nuestro fondo indexado replique el comportamiento del índice aunque situándose ligeramente por debajo.
Dependiendo del perfil del inversor y de las pretensiones que tenga a la hora de invertir su dinero, le será más recomendable optar por cada uno de los tipos de gestión, la activa o la pasiva. La gestión pasiva, y más concretamente los fondos indexados, ofrecen ciertas ventajas respecto a la gestión activa.
Qué ventajas tienen los fondos indexados
- Son baratos. Las comisiones de los fondos indexados suelen ser más bajas que para otro tipo de fondos, al minimizar los costes de transacción. Las comisiones de gestión y depósito pueden llegar a reducirse en una cuarta parte respecto a otros fondos de inversión.
- Tienen un seguimiento sencillo. Para el inversor en fondos índice conocer el devenir de su inversión es muy fácil, sólo ha de revisar el comportamiento general del índice al que el fondo intenta replicar.
- Son fáciles de comprender. Aunque están más pensados para la inversión institucional, un inversor medio que busque un método de ahorro, sin un gran conocimiento financiero, podría acceder a un fondo de inversión con una evolución tremendamente fácil de seguir.
- No suelen operar a corto plazo. Estos fondos no admiten sorpresas más allá de las que depare el propio mercado. Reflejan fielmente el comportamiento del índice dejando a un lado la operativa a corto plazo que pueda realizar un gestor activo.
En cuanto a los posibles inconvenientes de este producto, hay que tener en cuenta que un fondo indexado se encuentra absolutamente a merced del comportamiento del índice que replica y que una bajada del índice supondría una bajada similar de nuestro fondo, y viceversa.
Los fondos indexados van ganando protagonismo poco a poco, especialmente entre los inversores institucionales, y cada vez más instituciones financieras ofrecen productos indexados; como por ejemplo la gama Bindex, de BBVA Asset Management.
La gama Bindex está destinada a inversores institucionales, pero BBVA tiene también a disposición del cliente minorista una oferta de fondos índice que invierten en la Bolsa española (BBVA Bolsa Índice), en la europea (BBVA Bolsa índice Euro), la japonesa (BBVA Bolsa índice Japón Cubierto), así como en la bolsa de Nueva York (BBVA Bolsa índice USA Cubierto).