Estrategias de inversión: ¿Cuál se ajusta más a tus objetivos como inversor?
Existen en el mercado multitud de fondos de inversión que aplican diferentes estrategias a la hora de invertir. Cada fondo de inversión tiene una forma de operar y una política que rige la elección de sus inversiones atendiendo a múltiples criterios -como la rentabilidad, el riesgo, o la liquidez- y que se especifican en su folleto de registro en la entidad supervisora. Es importante conocer dichos criterios y cuales se adaptan mejor al perfil de cada inversor de cara a la salud financiera futura. El conjunto de esos criterios es lo que compone la estrategia de inversión del fondo. Veamos algunas de estas estrategias.
Gestión de la inversión
Se puede hacer una primera clasificación de las estrategias de inversión en función del grado de involucración del gestor a la hora de decidir los activos que forman parte de la cartera, así como su peso relativo en las mismas.
- Activa
La gestión activa tiene como objetivo batir el rendimiento de su índice de referencia a medio plazo. Para ello, toma decisiones de inversión mediante el análisis de las compañías susceptibles de formar parte de la cartera y la elección de aquellas con mejores perspectivas de revalorización. El gestor determina también el peso y la duración de las inversiones de cada uno de los activos de la cartera. Esta forma de gestión es muy dinámica y requiere de un análisis continuo y de la revisión constante de la valoración de los activos, de las expectativas sobre la evolución futura de los mismos y de la propia estrategia de inversión, buscando superar al índice de referencia.
- Pasiva o indexada
Se limita a invertir replicando la composición del índice de referencia y a realizar cambios si alguna empresa abandona el índice, para sustituirla por la que ingrese al índice. Requiere menos trabajo de gestión ya que no se realizan estrategias activas sobre la cartera, y por ello su comisión de gestión suele ser menor que la de los fondos de gestión activa. Los fondos de gestión pasiva se basan en la tesis de que los mercados son eficientes y a largo plazo reflejan el valor real de las compañías. Así, confían en a largo plazo los índices baten en rentabilidad a las carteras gestionadas activamente..
- Mixta
Se pueden combinar ambas opciones de inversión dando lugar a la gestión mixta, es decir, escoger una u otra estrategia en función del comportamiento del mercado. Si el inversor busca reducir sus costes de operativa buscará una cartera de gestión pasiva, sin embargo otros inversores buscarán rentabilidad a través de la elección de las compañías con mayor potencial de revalorización.
Valor o crecimiento
- Inversión en valor o ‘value investing’
Los gestores que operan a través de la inversión en valor buscan compañías que estén cotizando por debajo de su valor subyacente. De esta manera, el gestor aprovechará para comprar acciones de la compañía cuando el precio de sus acciones se sitúe por debajo de la estimación que haga de su valor, esperando a que el precio converja con ese valor subyacente.
- Inversión en crecimiento o ‘growth investing’
Esta estrategia tiene como objetivo invertir en empresas con elevado potencial de crecimiento de sus beneficios. Su precio en bolsa puede estar muy ajustado a su valor subyacente, pero se espera que ese valor aumente gracias al crecimiento del negocio de la empresa. Suelen ser empresas pequeñas y jóvenes que operan en mercados de elevado crecimiento, o en sectores disruptivos. La inversión en crecimiento requiere tolerar un nivel de riesgo alto.
- Inversión bajo criterios GARP
Corresponde a las siglas ‘Growth at Reasonable Price’ (crecimiento a un precio razonable). Es una estrategia de inversión a medio camino entre la inversión en valor y la inversión en crecimiento. Intenta seleccionar aquellos activos que se encuentran en auge pero a un precio moderado, no muy elevados pero tampoco con un excesivo descuento, lo cual sería un indicador de escasa capacidad de crecimiento.
Distintas estrategias en función del tipo de análisis que requieren
- Inversión basada en análisis técnico
El análisis técnico es una herramienta que sirve para intentar predecir la evolución futura de un valor en base a la información disponible de su comportamiento en el pasado. Intenta pronosticar la evolución del precio. Dentro de este tipo de análisis está el análisis gráfico o chartista, el cual estudia las figuras gráficas de los precios del activo. Es importante saber el grado de liquidez de un mercado a la hora de proceder a su análisis técnico, ya que en mercados con poca liquidez la eficacia de este método puede verse reducida.
- Inversión basada en análisis fundamental
Este otro método se centra en el estudio de las variables que afectan al valor, es decir, el entorno económico, el sector, ciclo económico, estrategia de la compañía, recursos propios, grado de endeudamiento, etc. Pretende calcular el precio real de un título, para saber si su precio se ajusta a su valor o si está infravalorado o sobrevalorado. Por ejemplo, la inversión en valor, mencionada anteriormente, es una estrategia de inversión basada en el análisis fundamental.
Otras estrategias de inversión
- Buy and Hold
Consiste en comprar valores con el objetivo de mantenerlos en el largo plazo buscando embolsarse las rentas que generan (dividendos, en el caso de valores de renta variable). Los precios de adquisición suelen ser mayores ya que por lo general se buscan compañías grandes y estables con una buena posición en el mercado de valores, que tengan beneficios elevados y un bajo nivel de deuda y repartan dividendos. Esta estrategia minimiza además los costes de transacción por la venta de valores al mantenerlos en el tiempo.
- Inversión en empresas cíclicas
Es una estrategia que requiere un plazo medio o largo de inversión, al menos un ciclo económico, que puede llegar a durar varios años. Se basa en invertir en empresas muy expuestas a fluctuaciones causadas por el ciclo económico (como entidades financieras o empresas de consumo de bienes duraderos,...) en la parte baja del ciclo, momento en el que estarán penalizadas por el mercado, y vender dichos activos cuando la cotización ha subido de forma significativa, en la parte de recuperación del ciclo.
- Contrarian investing
Se basa en invertir en empresas fuertemente castigadas por el mercado a causa de algún hecho puntual, yendo de esta forma ‘en contra’ del mercado, pero que son sólidas. El gestor esperará a que se recupere su cotización para vender posteriormente dichos valores.
- Inversión socialmente responsable
Integra los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG por sus siglas en español y ESG, en inglés) en el proceso de estudio, análisis y selección de valores de una cartera de inversión, aspectos todos ellos cada vez más tenidos en cuenta por los inversores.