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¿Es 2021 un buen momento para comprar una casa en España?

La crisis sanitaria, social, económica y regulatoria pone de manifiesto la elevada incertidumbre con la que se despidió 2020, y que ha dado comienzo en 2021, en torno a la evolución del mercado inmobiliario. En este contexto incierto, los analistas esperan correcciones en los precios de los inmuebles residenciales en España, que podrían ir disminuyendo en la medida en que la economía se afiance, se vaya generando empleo y se retome la confianza. La adquisición de una vivienda tiene un gran impacto sobre la salud financiera de una familia y hay varios aspectos que pueden ayudar a tomar esta decisión tan trascendental.

No hay que olvidar que, aunque se están tomando medidas para atajar los impactos de la actual pandemia, muchas son las dudas sobre cuál será la evolución de esta crisis en los próximos meses. De cumplirse las previsiones de BBVA Research, se espera que el proceso de vacunación dé sus frutos y, poco a poco, se vaya alcanzando la inmunidad de rebaño. Si este objetivo se consigue, se espera que la economía repunte en 2021 y, con ello, se afiance la creación de empleo.

El sector inmobiliario ha comenzado el año con cierta incertidumbre, no sólo por la crisis sanitaria, sino también por los cambios regulatorios que podrían materializarse en breve: en el mercado del alquiler, estos cambios afectarían directamente a los tenedores de viviendas. “En este contexto, se prevén futuras correcciones en los precios de los inmuebles residenciales, que podrían ir minimizándose en la medida en que la economía afiance su recuperación, vaya generando empleo y retomando la confianza”, afirma Félix Lores, economista de BBVA Research.

Elige la hipoteca que mejor se adapte a ti

El especialista en vivienda de BBVA Research explica que es muy difícil concretar si este año es un buen momento para comprar una casa, ya que es una decisión muy particular en un escenario de elevada incertidumbre. Sin embargo, el economista considera que hay varios aspectos a tener en cuenta, que pueden ayudar a tomar esta decisión:

  1. Es el momento en el que pueden surgir oportunidades. Si una persona está pensando en comprar una vivienda, es una buena ocasión para estar en alerta y detectar oportunidades que pueden surgir. Puede haber propietarios que en estos momentos necesitan vender su vivienda con relativa urgencia, lo que puede venir acompañado de alguna rebaja adicional en el precio.
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  • Los tipos de interés están en niveles relativamente bajos y pueden mantenerse así durante más tiempo. La compra de una vivienda suele requerir financiación ajena y, hoy por hoy, su coste es relativamente reducido y, previsiblemente, se mantendrá durante una temporada. Según el Banco de España, el tipo de interés medio de las nuevas operaciones de crédito para la compra de una vivienda se situó en torno al 1,8% en noviembre (último dato disponible), el mínimo de toda la serie histórica. Por su parte, el euríbor a 12 meses, principal índice de referencia hipotecario, cerró 2020 casi en el -0,5%, el nivel más bajo de la historia.
  • Mayores oportunidades en la vivienda usada que en la nueva. La buena marcha del sector inmobiliario en los últimos años ha servido para que una gran cantidad de viviendas nuevas sin vender hayan desaparecido del ‘stock’. Con ello, la oferta de vivienda nueva es sustancialmente reducida en las zonas de mayor actividad económica, que coincide con las zonas de mayor demanda. Por tanto, se espera que la corrección del precio en viviendas nuevas sea inferior al que podría registrarse en las usadas.
  • Adaptar la vivienda a nuevas necesidades. Después de los meses de confinamiento estricto (entre marzo y mayo del pasado año) algunas familias han podido detectar carencias en su vivienda actual, tras pasar en ella más tiempo del habitual. Estancias más amplias, más habitaciones o terrazas abiertas al exterior son algunos aspectos que han vuelto a cotizar al alza en las preferencias de los hogares. Todo ello, en un contexto en el que el teletrabajo, poco a poco, va ganando terreno. Si se tienen claras las características de la vivienda deseadas, ante la rigidez de la oferta (los inmuebles ofertados y sus características son las que son), quizás conviene tomar la delantera para hacerse con ella antes de que la oferta sea más escasa, o desaparezca.
  • Las previsiones apuntan a descensos en el precio de la vivienda en los próximos meses, pero no todo es el precio. Muy probablemente, teniendo en cuenta la debilidad que ha mostrado la economía en los últimos meses, el precio de la vivienda caerá en términos generales. En un principio, esta circunstancia quizás invite a esperar a ejecutar la compra, sin embargo, hay que tener en cuenta que, quizás, la oferta de vivienda en la que se está interesado sea escasa y cuando se quiera reaccionar sea demasiado tarde. No es lo mismo buscar una vivienda en el centro de una gran ciudad, donde el mercado es más dinámico, que en un pequeño pueblo donde los plazos para vender una vivienda suelen ser más extensos. Por ello, es importante analizar las características deseadas en la vivienda a adquirir y la oferta existente en el entorno deseado, ya que son también aspectos a tener muy en cuenta en la decisión.

En definitiva, y a modo de conclusión, el comprar o no una vivienda es una decisión muy personal, en la que no son iguales todas las circunstancias. No es lo mismo comprar una vivienda para crear un nuevo hogar (emancipación), que para mudarse a una vivienda mejor (demanda de reposición) o simplemente para invertir (comprar para alquilar). Las circunstancias personales y familiares, así como el motivo de la compra, serán decisivas en cada uno de los casos.