Cuáles son las diferencias entre un plan de pensiones y un PPA
Como cada final de año, conviene ir pensando en qué productos invertir antes del 31 de diciembre para reducir el importe de la Declaración de la Renta de 2016.
La deducción por vivienda habitual es sin duda la más conocida por los españoles, pero también la desgravación por la inversión en planes de pensiones. Las aportaciones a estos vehículos de ahorro suelen dispararse a final de año, antes de que acabe el ejercicio fiscal, para así rebajar la factura del IRPF en el mes de mayo.
No obstante, son menos conocidos los planes de previsión asegurados (PPA), que cuentan exactamente con las mismas ventajas fiscales que los planes de pensiones.
¿En qué se parecen?
Planes de pensiones y PPA se asemejan básicamente en que son dos productos diseñados específicamente para ahorrar para la jubilación. Así, no pueden rescatarse antes de que el cliente se jubile, con excepción de algunas causas excepcionales, como incapacidad laboral permanente total, gran dependencia, desempleo prolongado, enfermedad grave, fallecimiento o desahucio del domicilio habitual.
No obstante, para fomentar estos productos entre los jóvenes la legislación facilita, desde el 1 de enero de 2015, que puedan hacerse líquidos una vez transcurridos 10 años desde la primera aportación.
La segunda similitud es que ambos productos nos permiten reducir la cantidad aportada en la base general del IRPF de la Declaración de la Renta, los dos con el mismo porcentaje de deducción.
El tercer punto en común es que hay unos límites anuales de inversión, es decir, no podemos invertir todo el dinero que queramos. Los límites actuales son la menor de estas cantidades: 8.000 euros al año o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas. Para los mayores de 50 años las aportaciones máximas anuales ascienden a 12.000 euros para los dos productos.
Y una cuarta semejanza. El capital ahorrado en ambos casos puede traspasarse a otro producto de inversión sin penalizaciones. Es decir, de un plan de pensiones a otro; o a un PPA, y desde este a otro PPA o a un plan de pensiones.
La forma de tributar del rescate también es igual y ambos productos lo hacen como rendimiento del trabajo. Desde un punto de vista fiscal, es más ventajoso el cobro como rentas que en forma de capital (todo lo ahorrado de una vez).
¿En qué se diferencian?
La principal diferencia es su forma jurídica. Los planes de pensiones se instrumentalizan a través de fondos de pensiones, mientras que los PPA se integran en una póliza de seguro.
Los planes de previsión asegurados garantizan el capital aportado y un tipo de interés mínimo. Los planes de pensiones pueden garantizar el capital y una rentabilidad (si son planes de pensiones garantizados) o no hacerlo. En este último caso, existen diferentes familias de planes de pensiones con distintos perfiles de riesgo, que el ahorrador elegirá en función del tiempo restante a su jubilación y su tolerancia a las pérdidas.
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