El perfecto avalista: ¿qué requisitos debe cumplir la persona que te avale?
Muchas veces, a la hora de conseguir financiación, puedes ver aumentadas tus posibilidades de obtener ese dinero si cuentas con un avalista que garantice la devolución del importe financiado en caso de que no puedan pagarlo. Pero, ¿qué requisitos debe cumplir un avalista?
En caso de que el solicitante esté respaldado por otra persona, se establece un acuerdo por el cual el avalista se compromete a responder por él siempre que surja algún problema o se produzca un incumplimiento. El que da un aval otorga una garantía de la obligación contraída por una tercera persona.
El aval representa una seguridad extra para nuestra entidad, ya que, en ocasiones, aunque el solicitante de la financiación tenga un buen historial y sea una persona de confianza, pueden llegar a producirse situaciones inesperadas que provoquen que le sea imposible seguir cumpliendo con su obligación. De esta forma, un avalista amplía las posibilidades de que se otorgue la financiación deseada al solicitante.
Requisitos a cumplir para ser avalista
Eso sí, no todo el mundo sirve para avalar. Debe cumplir una serie de condiciones si el solicitante quiere tener más posibilidades de que se le conceda el préstamo. Entre estos requerimientos, se podrían citar los siguientes:
1.- Ser mayor de edad. Aunque en determinados casos podría avalar un menor, no suele ser lo habitual, más que nada porque también tiene que tener un historial crediticio limpio y contrastable, lo que nos lleva al siguiente punto.
2.- Solvencia. La persona que avala debe tener unos ingresos superiores a las obligaciones que el solicitante puede tener contraídas. Mejor si no tiene deudas, sobre todo hipotecarias. Además, debe tener un historial de crédito tan buen o mejor que el del solicitante principal.
3.- Ingresos estables. No sólo debe buscar a una persona que sea solvente, sino que tenga garantizados sus ingresos en la medida de lo posible. Aquí, por ejemplo, tendrían ventaja los funcionarios, pensionistas o trabajadores con contrato indefinido frente al resto de opciones.
4.- Que disponga de propiedades libres de carga. En un momento dado, pueden servir para cubrir el capital al que no ha podido hacer frente el solicitante. Este punto es importante, por ejemplo, para los avalistas de hipotecas; sobre todo en la compra, y no tanto si lo que se avala es el pago del alquiler de un piso, cuya cuantía será menor y además más limitada temporalmente.
5.- Cumpliendo con todos estos requisitos, es más sencillo que aprobemos la financiación solicitada, de manera que el cliente tenga más posibilidades de que le concedamos el crédito, aprobemos la hipoteca o pueda alquilar el piso que desea. Eso sí, no se puede olvidar que, si se produce algún cambio en las condiciones del préstamos, todas las partes deben estar de acuerdo y dar su consentimiento: nosotros, como prestatarios, los solicitantes del préstamo, y el familiar o amigo, por prestarse a ser la principal garantía de la devolución.