¿Cómo se sabe el valor de una empresa en la que se quiere invertir?
Conocer el valor real de una empresa en la que pensamos invertir es fundamental antes de tomar la decisión de colocar en ella parte de nuestros ahorros. Sin embargo, no es fácil saber por dónde empezar si no se cuenta con experiencia previa. Para facilitar la tarea, describimos aquí diferentes métodos y herramientas que utilizan los analistas financieros.
Cuando una persona está empezando a invertir, “puede resultar difícil entender si una empresa va bien o va mal”, explica Andrés Moreno, profesor de Finanzas Personales en la Universidad del Rosario en Colombia. “Sin embargo, hay mucha información al respecto y en internet las empresas publican sus balances y las entidades financieras, sus análisis”.
El valor intrínseco
Una buena pista para saber dónde dirigir la financiación es conocer el valor intrínseco de una empresa. Este concepto se calcula, según explica INEAF Business School, con la fórmula: Valor intrínseco = activo - pasivo. “Si el precio de mercado de un activo es menor que su valor intrínseco calculado, podría considerarse una oportunidad de compra”, explica esta entidad. “Si el precio de mercado es significativamente mayor que el valor intrínseco, podría indicar que la acción está sobrevalorada y presentar riesgos”.
Análisis fundamental y análisis técnico
Una vez localizada la información, la tarea del inversor debe centrarse en interpretarla. “La valoración de empresas no es algo que tiene que hacer el inversior, hay profesionales que se encargan de ello”, cuenta Andrés Moreno. “Lo que sí hay que hacer es revisar el resumen y entender el análisis fundamental y el análisis técnico. Así uno puede valorar si vale la pena invertir en una empresa o no”.
El análisis fundamental es una técnica de valoración que establece el valor teórico de una empresa y de sus títulos a través del estudio de sus datos. “El análisis fundamental mira los múltiplos de la empresa, cómo están las ventas, el crecimiento, su valor en libros, su EBITDA y sus resultados”, explica Andrés Moreno.
Por otro lado, el análisis técnico estudia los movimientos de las cotizaciones. “Nos muestra lo que están haciendo las empresas en la bolsa, si están subiendo o bajando”, expone este experto. Y lo hace en relación a su comportamiento pasado, identificando soportes y resistencias. “Lo malo es que no suele tener demasiado en cuenta el resultado financiero de la empresa, por lo que lo ideal es combinar ambos análisis”.
Métodos de valoración de empresas
El análisis de una compañía es la base para llevar a cabo distintos métodos de valoración de una empresa. Algunos de los principales son los siguientes:
Métodos basados en el balance
Este método considera que el valor de una empresa radica en sus activos, es decir, el patrimonio con el que cuenta en el momento del análisis. Es un enfoque tradicional que puede realizarse de diversas maneras. “Podemos mencionar el valor contable (valor de los recursos propios), el valor contable ajustado (es decir, según su valor de mercado), valor de liquidación (en el caso de que se vendan sus activos y se cancelen sus deudas) y valor sustancial (qué inversión debería efectuarse para constituir una empresa en idénticas condiciones)”, explica en este informe, Pablo Fernández, profesor de Dirección Financiera del IESE.
Los métodos basados en el balance reflejan el posible valor de una compañía, pero no son del todo exactos. “Proporcionan el valor desde una perspectiva estática que no tiene en cuenta la posible evolución futura de la empresa, el valor temporal del dinero ni otros factores”, explica Fernández.
Métodos basados en los múltiplos de las cuentas de resultados
Son aquellos que estiman el posible valor de la empresa en el mercado a partir de sus indicadores de resultados. “Recurren a la multiplicación para realizar una valoración rápida, con base en los beneficios, ventas u otros elementos de la cuenta de resultados de una empresa.”, explica un estudio de la Universidad Católica Argentina. El análisis se realiza sobre un múltiplo basado en las perspectivas futuras de la compañía, como su crecimiento o el tamaño de su mercado, y se compara con otras empresas similares del sector.
El método resulta útil porque trata de integrar la capacidad de productividad de la empresa y su evolución en el futuro. Sin embargo, el mismo estudio advierte de que el resultado puede ser inexacto. “Dado que no existen dos organizaciones iguales, este método no se ajusta realmente al valor de la empresa”.
Métodos basados en descuentos de flujos de caja
Está basado en las estimaciones de los resultados futuros de la empresa y en su capacidad para generar dinero para los accionistas. “Consiste en hacer las previsiones de ventas, gastos, variaciones en las necesidades operativas de fondos, inversiones y endeudamiento necesarias a partir de la situación patrimonial de la empresa, teniendo en cuenta las acciones que la nueva propiedad habrá efectuado”, explica la consultora Iberdac. Este enfoque promueve una visión dinámica de la empresa y tiene en cuenta su evolución y flujos de efectivo. La desventaja estriba en que, para que funcione, necesita de pronósticos muy precisos.
Estos son algunos de los métodos principales para valorar una empresa, pero existen otros. Los expertos recomiendan fijarse en valoraciones donde se utilicen dos o tres métodos y comprender bien los datos. “Lo importante es saber dónde buscar la información”, afirma Andrés Moreno. “Hay que entender cuáles son los indicadores más importantes para cada empresa y determinar si vale la pena invertir en ella o no”.