Cómo la domótica puede ayudar a rebajar la factura de la luz
Todos los estudios coinciden en que los sistemas de automatización para el hogar ahorran energía, pero ¿cuánta? Los equipos más avanzados requieren un desembolso económico importante, por lo que muchas personas se preguntan si compensa la inversión. En este artículo se hacen números para analizar la rentabilidad de los sistemas de domótica de cara al invierno, cuando más se paga por la electricidad.
La domótica es mucho más que luces que se encienden a nuestro paso, calefacción que se activa media hora antes de que lleguemos a casa y frigoríficos que avisan cuando nos quedamos sin leche. Aunque la comodidad es, a simple vista, su gran fortaleza, la automatización de viviendas tiene una consecuencia de mayor calado: la salud del planeta y, cada vez más, de la economía doméstica.
Como explica Jordi Sabaté, secretario técnico de la Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM): “hace unos años la principal demanda en cuanto a instalación de sistemas de domótica era el confort, pero cada vez más la gente se está dando cuenta de que mediante la domótica se puede ahorrar energía”. ¿Cómo ahorra energía la domótica? ¿Cuánta? Y ¿hasta qué punto dicho ahorro se refleja en el importe de la factura?
Según un estudio realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro de energía en una vivienda con domótica, alcanzaría:
- Iluminación: ahorro de un 80%
- Aire acondicionado: ahorro de un 25%
- Pequeño electrodoméstico: ahorro del 20%
- Calefacción: se ahorra un 17%
- Agua caliente: ahorro del 11%
Ahorro en iluminación, calefacción, electrodomésticos…
Dar cifras exactas del ahorro derivado de la domótica es complicado, ya que existen un sinfín de posibilidades a la hora de instalar estas tecnologías, que van desde limitarse a colocar bombillas LED con sensor de movimiento hasta automatizar una vivienda completa. Sin embargo, hasta la inversión más modesta puede contribuir a minimizar el consumo eléctrico. Estos son algunos ejemplos:
- Sistemas inteligentes de iluminación: La iluminación, que representa alrededor del 15% del consumo de electricidad de una vivienda, es uno de los aspectos en los que más se nota el ahorro. En 2021, investigadores suecos revisaron en la revista Sustainability, la literatura científica al respecto y hallaron que los estudios previos apuntaban un ahorro de energía de entre el 2% y el 93%. Los sistemas inteligentes emplean bombillas LED, que según el Departamento de Energía de Estados Unidos ahorran en un hogar medio “alrededor de 225 dólares (220 euros) al año en costes de energía”. Las bombillas LED, según este organismo, “utilizan hasta un 90% menos de energía y duran hasta 25 veces más que las incandescentes tradicionales”.
- Enchufes inteligentes: Los sistemas de domótica también recortan el gasto eléctrico denominado “vampiro”: aquel vinculado a aparatos como televisores, ordenadores, móviles y otros que consumen energía solo por permanecer enchufados. El consumo en ‘stand-by’ representa entre un 7% y un 11% del total de una vivienda media; la lucecita roja nos cuesta entre 40 y 60 euros al año. Según el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Estados Unidos, el uso de enchufes inteligentes ahorra entre el 1 y el 4,58 % del uso de energía o entre 0.5 y 1 kW de rango de demanda por consumidor. Eso equivale a aproximadamente el valor de un mes de energía para muchos hogares.
- Regulación de la temperatura a distancia: A través de la regulación de temperatura y los sistemas de encendido de calefacción a distancia los hogares ‘smart’ también ahorran energía. Gracias a su dispositivo de comunicación integrado, un calefactor inteligente permite ajustar la calefacción de la vivienda a nuestras necesidades e incluso controlarla a distancia: así, podemos encender la calefacción al salir del trabajo para encontrar la casa caldeada a nuestra llegada. Un beneficio muy interesante si pensamos que el 40% de la factura eléctrica en invierno procede de la calefacción. Idéntico uso puede hacerse del aire acondicionado automatizado en verano.
- Electrodomésticos conectados a internet: Más allá de la comodidad de encontrar la colada lista al llegar a casa, los sistemas de domótica también optimizan el uso de los electrodomésticos, encendiendo la lavadora o el lavavajillas cuando la tarifa de energía es más baja, por ejemplo. Esto, según un estudio de investigadores italianos, permite ahorrar alrededor del 3% del dinero.
La rentabilidad de la domótica
Que la domótica ahorra energía es evidente; la gran pregunta es, sin embargo, si ese conjunto de recortes compensa la inversión inicial. Automatizar una casa no es barato, pero es más barato que hace unos años, hasta el punto de que ya no se asocia con viviendas de lujo. En cualquier caso, establecer un presupuesto medio resulta extremadamente difícil, pues el abanico de opciones que ofrecen estos sistemas es muy amplio.
Según el arquitecto Manuel Torres Acemel, el precio básico para una vivienda de unos 60 m2 y una distribución tradicional tiene un coste aproximado de 3.000 euros (este precio no incluye los gastos de obra en caso de ser necesarios). A partir de esta cifra, no existen límites.
Un grupo de investigadores del departamento de Tecnología de la Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid tomó como referencia una vivienda estándar de 67 metros cuadrados en Galapagar (Madrid) para analizar las distintas opciones de automatización y el consiguiente ahorro energético y económico.
En función de la complejidad del sistema domótico implantado, tasó un ahorro de energía a través de la iluminación de entre un 19,88% y un 50% al mes; del agua en un 33,84% al mes; una reducción de emisiones de CO2 de hasta un 126 kg al mes por electricidad y hasta un 69,22 kg al mes por el gas.
En términos económicos, para una inversión de 9.600 euros estimaron un ahorro de 300 euros al año. Lo que se traduce en que la amortización se hará en 32 años (similar plazo para equipos más avanzados, en los que el ahorro es mayor, pero también el desembolso inicial). Puede hablarse, por tanto, de una amortización a largo plazo.
Otros estudios llegan a similar conclusión. Algunos valoran que una inversión de 5.000 dólares (4.894 euros) generará un ahorro anual medio de 100 dólares (98 euros), por lo que los beneficios en términos de impacto medioambiental se antojan más rápidos que los económicos. En cualquier caso, conviene tener en cuenta que los precios tenderán a bajar a medida que la domótica se extienda y que una vivienda automatizada es más atractiva (y está más cotizada) en el mercado inmobiliario que una que no lo es, por lo que aporta un beneficio mayor cuando pone a la venta.