Cómo hacer tu currículum en el escenario de la era digital
Conseguir la atención de los reclutadores, y pasar el filtro de los sistemas de inteligencia artificial en los que estos profesionales se apoyan para realizar su trabajo, es el primer paso para encontrar un empleo. Esto depende en buena medida de cómo se elabora el currículum: adaptarlo al puesto de trabajo al que se aspira, que sea sencillo, ordenado y con un lenguaje claro y conciso son algunas de las claves.
El currículum vitae (CV) es un resumen breve de los datos biográficos, de las experiencias formativas y laborales, así como de las habilidades profesionales de una persona. Es un documento destinado a presentarse como aspirante a un puesto de trabajo ante los responsables de los procesos de selección de una organización.
El objetivo del CV no ha cambiado desde que se instauró como elemento para vehicular el acceso a un puesto de trabajo, pero su aspecto ha variado mucho. Ahora, además que incorporar algunos elementos distintos, puede estar en formato físico o digital. De hecho, la digitalización no solo ha afectado a los currículos, también ha llevado la inteligencia artificial (IA) a los procesos de selección.
Muchas organizaciones usan un sistema de seguimiento de candidatos o ATS (Applicant Traking System, en inglés). Apoyándose en algoritmos, el sistema hace un primer filtro de los currículos que llegan a una compañía. Así, los técnicos de recursos humanos (RRHH) pueden centrarse en los perfiles que, según la IA, mejor se adaptan a lo que busca el empleador. Esta novedad se debe a que más del 80% de las solicitudes recibidas para una vacante no se ajustan a lo que busca la empresa, según explica Liz Guarneros, fundadora de la consultora mexicana Emprender Soluciones de Empleo, en este artículo.
Así se puede poner al día un CV en la era digital:
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Síntesis, claridad y legibilidad
El CV debe leerse rápido, pero también debe dejar una imagen definida de quién es el candidato. Este aspecto contempla elementos de forma y de fondo. No solo se tiene que evitar la información innecesaria o los tamaños de letra incómodos, sino que la claridad y la síntesis también afectan a los datos referentes a los estudios y empleos, así como las fechas, los puestos, y la descripción de estos.
La legibilidad del CV por un ATS se traduce en su cualidad para ser descifrado por el escáner. Para ello se recomienda usar una plantilla estándar, generada con Word o Google Docs, o subir el currículum gratis a aplicaciones especializadas como https://resumeworded.com para confirmar que las secciones y viñetas están correctamente identificadas.
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Estructura y presentación
Para facilitar la lectura y la localización de los datos relevantes, el currículum debería dividirse en varias categorías: información personal, académica y laboral. La presentación del CV es tan importante como la del propio candidato. De hecho, se puede redactar una carta de presentación que acompañe a la candidatura. Esta carta es el lugar ideal para hablar de las actitudes, aportando información adicional a la que muestra el currículum.
Desde la perspectiva digital, se busca la sencillez. Es una idea errónea usar plantillas creativas para que los CV destaquen, ya que estas son más difíciles de leer. Los diseños coloridos e infografías no están de moda. Hoy se aconseja utilizar fuentes estándar; sin dibujos, diagramas o tablas. “Hay que evitar crear tu currículum con Photoshop o 'software' de diseño gráfico, porque estas herramientas convierten el texto en imágenes, lo que las hace ilegibles para los algoritmos”, detalla Guarneros.
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Palabras clave e información personal, académica y laboral
Junto a la información personal y la forma de contacto, es bueno destacar una página web, si se tiene. Tras estos datos, la sección de “Formación” enumerará los títulos académicos y otros conocimientos, como los de idiomas, ofimática, etc. Después se añade la "Experiencia profesional", donde se plasman las prácticas profesionales y empleos previos. En este apartado conviene ser selectivos, y describir aquellos trabajos que más se aproximen a la naturaleza del empleo al que se opta. También es recomendable mantener un orden cronológico de la vida laboral que comience por el empleo más reciente, aunque este no guarde mucha relación con la oferta de trabajo, para evitar la posible confusión del seleccionador.
En lo relativo al contenido, la ATS funcionan como los ‘software’ de análisis de datos documentales, relacionados con la estructuración de la información. Por este motivo “es muy importante ser específico”, según cuenta Hong Qu, director de Investigación de la Universidad de Stanford, quien estudia el impacto de AI en dichas prácticas. Prestar atención a los detalles, en vez de a las generalidades, permite añadir las palabras clave de forma natural. Estas son esenciales, ya que es probable que sean las que busque el algoritmo. Así pues, se recomienda localizar las que ha usado la empresa para incluirlas en el currículum vitae durante su redacción.
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Intertextualidad
Así como siempre se ha insistido en evitar las inexactitudes y no dar información falsa en el currículum, la misma lógica se aplica en caso de los CV digitales. En la actualidad se recomienda mantener el perfil de LinkedIn actualizado y hacerlo coincidir con el currículum, no solo porque los empleadores utilizan cada vez más a menudo LinkedIn para reclutar, si no también porque las ATS ofrecen integraciones con esta red social. Según un estudio de la Universidad de Michigan Oriental, las herramientas de IA usan las redes sociales y los enlaces, otro elemento que los algoritmos valoran muy positivamente, para la identificación de los candidatos.