Código de identificación bancaria en Argentina: qué es, cómo saberlo y para qué sirve
En el complejo entramado del sistema financiero argentino, los códigos bancarios son indispensables para el reconocimiento preciso de entidades, cuentas y transacciones. Estos identificadores numéricos o alfanuméricos facilitan operaciones como transferencias de fondos y pagos, garantizando tanto la seguridad como la eficiencia en cada transacción.
Estos códigos no solo simplifican el procesamiento bancario, sino que también juegan un papel crucial en la prevención de fraudes y errores en las transacciones. Al proporcionar una identificación única y estandarizada, permiten que las instituciones financieras operen con mayor transparencia, asegurando que cada transferencia y pago se realice sin contratiempos.
Los tipos de códigos bancarios pueden variar según el país y la normativa local. Los más comunes son: CBU (Clave Bancaria Uniforme), CVU (Clave Virtual Uniforme) y los códigos SWIFT/BIC (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication/Bank Identifier Code) utilizados en transacciones internacionales.
CBU (Clave Bancaria Uniforme)
Oscar Schmitz es ingeniero en sistemas y tiene más de 25 años de experiencia en la industria informática, el coaching ejecutivo y el crecimiento estratégico de los negocios. Sobre el CBU (Clave Bancaria Uniforme), explica: “Está compuesto por la cuenta bancaria, la identificación del banco y códigos de control. Cada banco y sucursal en Argentina tiene un código de entidad único que forma parte del CBU”.
En cuanto a su estructura, este código consta de 22 dígitos divididos en dos partes: los primeros ocho identifican al banco y la sucursal, mientras que los siguientes 14 identifican la cuenta específica dentro de esa sucursal. ¿Su propósito?, que cada cuenta bancaria sea única y fácilmente identificable, permitiendo transferencias y transacciones sin errores.
Para Schmitz, el CBU permite “la unificación y estandarización, porque facilita las transacciones bancarias dentro del sistema financiero al proporcionar un formato reconocible. Además, prevé una mayor seguridad y precisión, porque minimiza errores en la identificación de cuentas y bancos, reduciendo el riesgo de fraudes y transferencias erróneas. También facilita la interoperabilidad entre diferentes bancos y sistemas de pago, facilitando la integración de nuevos servicios financieros”.
Schmitz, elegido en 2024 como Top Business Coaching Voice, explica las cuestiones prácticas relacionadas con el CBU: “No es un número fácil de recordar, ya que es largo, lo que aumenta las probabilidades de errores al introducirlo de forma manual”. Por ese motivo, el banco central argentino puso en marcha el Alias CBU, un nombre alfanumérico más corto y sencillo que crea el propio titular de la cuenta y reduce de forma significativa las fallas humanas al realizar transferencias.
Jorge L. Litvin, quien se define como “guardaespaldas digital” y es autor de Hackeados, un libro sobre ciberseguridad, explica: “El alias es un método que tiene menos margen de error que el uso del CBU (debido a la cantidad de caracteres numéricos). La clave siempre es validar, antes de operar, que el dinero se lo mandamos a quien debería recibirlo. Y, ante la duda, corroborar con el destinatario”.
Seguridad financiera
En la actualidad, los códigos de identificación bancaria son esenciales para la economía global, facilitando millones de transacciones diarias de manera rápida, segura y eficiente. Además, juegan un papel crucial en la prevención del fraude y la financiación ilícita, proporcionando una capa adicional de seguridad y transparencia en el sistema financiero.
Para Schmitz, el CBU y Alias “tienen un nivel de seguridad similar en términos de transacciones, porque no depende del tipo de identificador, sino de las medidas que toma el banco, como la autenticación de dos factores, la encriptación, entre otros.”
Litvin agrega: “Es importante que los usuarios comprendan que, en la mayoría de los casos, los criminales “hackean” personas, no sistemas. Eso determina que el delincuente necesita de una actividad del usuario para poder concretar el fraude (que entregue un dato, que alguien descargue algún archivo infectado, etc.). Esto es importante porque significa que, si depende de nosotros, podemos controlarlo y, por ende, evitarlo”.
CVU (Clave Virtual Uniforme)
Por otro lado, CVU significa Clave Virtual Uniforme y es el número que identifica cuentas digitales de Proveedores de Servicios de Pago (PSP). Es decir, billeteras virtuales, tarjetas prepagas, entre otros. Al igual que el CBU, está compuesta por 22 dígitos y es única para cada persona.
Según disposiciones del BCRA, está compuesto por un primer bloque (del dígito 1 al 8), que identifica el PSP al que pertenece y el segundo bloque (del dígito 9 al 22) identifica el número de cuenta o usuario.
Diferencia entre CVU y CBU
Al igual que el CBU, quienes poseen un CVU pueden generar un alias CVU alfanumérico para agilizar las transacciones financieras. Pero, la diferencia entre ambos está en qué tipo de entidad otorga a la cuenta vinculada esa clave. Si fuera un banco tradicional, entonces estaríamos hablando de un CBU. Y, si fuera una plataforma digital (no bancaria), como Mercado Pago, estaríamos hablando de un CVU.
El código SWIFT para operaciones internacionales
La creciente globalización del comercio a partir de la segunda mitad del siglo XX aumentó la necesidad de un sistema de identificación internacional. Esto llevó a la creación del sistema SWIFT en 1973, que proporcionaba un método estandarizado para identificar bancos y facilitar las transferencias internacionales.
Con la digitalización de los servicios financieros, la necesidad de estandarización y seguridad en las transacciones bancarias ha aumentado. En la década del 90, para abordar la complejidad de las transacciones transfronterizas en Europa se desarrolló el Código Internacional de Cuenta Bancaria (IBAN). El IBAN fue creado por el Comité Europeo de Estándares Bancarios (ECBS) y luego adoptado por la International Organization for Standardization (ISO). No solo identifica al banco, sino también a la cuenta específica del cliente, haciendo las transferencias internacionales más precisas y rápidas.
En cuestión de transacciones internacionales, Litvin recomienda “usar servicios de transferencia reconocidos (plataformas como SWIFT, PayPal o servicios específicos que ofrezca el banco), verificar las tasas de cambio y comisiones y confirmar los detalles del beneficiario para evitar errores costosos”.
Todos lo códigos de las entidades bancarias en Argentina
La nómina de códigos de entidades bancarias, publicada en la página oficial del Banco Central de la República Argentina en marzo 2024, es la siguiente: