¿Por qué si eres autónomo deberías tener un plan de pensiones?
La pensión pública de jubilación de los autónomos es, por lo general, inferior a la de los trabajadores por cuenta ajena. Por eso, la preocupación de los primeros por el futuro una vez terminada su vida laboral es mayor, y tienden a buscar ingresos adicionales que subsanen esta diferencia. En este sentido, resulta especialmente interesante la posibilidad de abrir un plan de pensiones.
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La pensión media de un trabajador autónomo es de 987,69 euros al mes y la de un trabajador por cuenta ajena, de 1.693,08. Por lo tanto, tras la jubilación, los autónomos cobran unos 705 euros menos cada mes, lo que equivale a un diferencial del 41%. La causa de esta disparidad reside en la cotización de unos y otros durante su vida profesional; normalmente, los autónomos cotizan menos que los trabajadores por cuenta ajena.
Para calcular la pensión pública que le corresponde a un trabajador se tienen en cuenta dos variables: el tiempo que ha estado cotizando y la base de cotización.
- Tiempo cotizado: los trabajadores por cuenta ajena cuentan con una fórmula de integración de lagunas de cotización de la que no disponen los autónomos. Esta fórmula permite integrar los meses no cotizados del trabajador en el cálculo de la base reguladora (los primeros 48 meses se integran con la base mínima de cotización registrada y, el resto, con el 50% de dicha base). Que los autónomos no puedan beneficiarse de esta medida provoca que los meses no cotizados se traduzcan en una penalización sobre el cálculo de su pensión.
- Base de cotización: más del 90% de los autónomos menores de 47 años cotizan por la base mínima y esto, como es lógico, también repercute negativamente sobre el cálculo de su pensión.
¿Cómo puede aumentar su pensión un autónomo?
Ante esta situación, muchos autónomos se preguntan cómo aumentar sus ingresos tras la jubilación. Existen dos opciones: subir la base de cotización o abrir un plan de pensiones.
Subir la base de cotización permitiría al autónomo mejorar su pensión pública gracias a la posibilidad que se le ofrece de modificar libremente la base de cotización. Sin embargo, habría que aumentarla considerablemente para que el impacto sobre la pensión fuera relevante. Además, el autónomo solo puede cambiar su base de cotización dos veces al año y, a partir de los 47 años, ya no se le está permitido subirla. Por todo ello, aumentar la base de cotización podría obligar al trabajador a asumir un gasto adicional en meses de menos ingresos; un riesgo que no todos están dispuestos a correr.
La segunda opción, abrir un plan de pensiones, es menos arriesgada. Un plan de pensiones es un producto de ahorro e inversión destinado a capitalizar un ahorro al que acceder tras la jubilación que ofrece numerosas ventajas a los trabajadores autónomos.
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Las ventajas de abrir un plan de pensiones para un autónomo
No existe un plan de pensiones exclusivo para autónomos, pero constituye una solución que se adapta a la perfección a su situación laboral, llena de cambio e incertidumbre. Cabe destacar tres ventajas principales.
- Ahorro fiscal. Las aportaciones desgravan en la Declaración de la Renta. Es decir, el autónomo puede desgravar en IRPF las aportaciones anuales que haya realizado hasta un máximo de 8.000 euros anuales, lo que le supondría un gran ahorro fiscal.
- Aportaciones flexibles. El plan de pensiones permite escoger cuánto dinero ingresar y con qué periodicidad hasta un máximo de 8.000 euros anuales. Así, se trata de una forma de ahorro óptima para los autónomos, que no cuentan con ingresos regulares.
- Rentabilidad. Los planes de pensiones están gestionados por profesionales que invierten el dinero de muchos partícipes en los mercados financieros, con el objetivo de obtener una rentabilidad a largo plazo. Al reunir el dinero de muchos ahorradores, tienen la ventaja, además, de que pueden invertir en carteras diversificadas (por tipo de activo, por geografías...), lo que disminuye el riesgo de la inversión. Aportan, por tanto, profesionalidad y diversificación. Además, el titular tiene la posibilidad de elegir el plan de pensiones que mejor se ajuste a su perfil de riesgo: decidido, moderado y conservador.
El ahorro fiscal, la libertad para ingresar dinero cuándo y cómo convenga y la posibilidad de conseguir rentabilidad con el dinero invertido constituyen tres ventajas especialmente beneficiosas para los trabajadores autónomos, que pueden construir gracias a los planes de pensiones una jubilación más segura.