¿Hay salida de flujos de capital en México?
Las mayores tensiones comerciales y los riesgos geopolíticos han expuesto las vulnerabilidades de las economías emergentes. Ante un entorno global caracterizado por un mayor crecimiento relativo de la economía de Estados Unidos y una expectativa de mayores tasas de interés por parte de la Reserva Federal, los inversionistas han incrementado la demanda por activos norteamericanos en detrimento de los flujos de capital hacia mercados emergentes que se habían registrado en los últimos años.
Iván Martínez Urquijo, economista senior de BBVA Bancomer, destaca que durante el mes de junio los movimientos en los flujos de capital se intensificaron de tal modo que, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), se registraron ventas netas de instrumentos de deuda en países emergentes del orden de los 10,000 millones de dólares, hecho no observado desde finales de 2016.
"Será fundamental mantener la disciplina fiscal y la estabilidad de las cuentas externas"
Aún cuando todas las regiones del mundo emergente se han visto afectadas, Martínez señala que México se ha diferenciado positivamente. Esto, derivado de que el país registró hacía finales de junio una entrada neta en la tenencia de bonos a tasa fija nominal por parte de extranjeros, de alrededor de 2,800 millones de dólares, mientras que para el mes de julio, aún influido por el proceso electoral, esta cifra se incrementó, adicionalmente, en cerca de 2,500 millones de dólares, sumando en los primeros siete meses del 2018 casi 7,000 millones de dólares.
"Aún cuando todas las regiones del mundo emergente se han visto afectadas, México se ha diferenciado positivamente"
El economista de BBVA Research hace énfasis en que el favorable comportamiento relativo de la tenencia de extranjeros en México ha sido resultado de dos factores: “los atractivos niveles de rendimiento ajustado por riesgo y la estabilidad de los indicadores macroeconómicos en comparación con sus pares”. Finalmente, Martínez puntualiza que será fundamental continuar con la disciplina fiscal y la estabilidad de las cuentas externas para mantener la descrita ventaja comparativa de México y evitar la reducción de flujos de financiamiento que pudieran provocar efectos adversos sobre la economía en general.