Sale el sol: visos de consolidación fiscal en el 2017
Se asoman motivos para alimentar un cauto optimismo sobre la economía mexicana. De acuerdo con el análisis “¿Recogiendo los primeros frutos de la consolidación fiscal en 2017”?, realizado por Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano, economistas de BBVA Bancomer, el gobierno federal mexicano se encamina a cumplir este año con el objetivo de generar un superávit fiscal primario y reducir el cociente del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) en el Producto Interno Bruto (PIB).
No está de más recordar -como lo hacen ambos expertos en este análisis macroeconómico que se publica como parte del “Observatorio Económico México” de BBVA Research- que desde 2008 no se ha visto un superávit primario en las finanzas públicas mexicanas, mientras que el SHRFSP (como proporción del PIB) no ha dejado de aumentar desde ese año.
Debido a que el SHRFSP cerró preliminarmente en 50.2% del PIB en 2016, un SHRFSP menor a ese nivel (sin la incorporación del Remanente de Operación del Banco de México, ROBM) para el cierre de 2017 interrumpiría la trayectoria alcista observada en esta medida más amplia de deuda pública. “Por lo anterior –anotan Rodríguez y Serrano- el cumplimiento con la nueva estimación de 49.5% del PIB por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) enviaría una señal positiva a los mercados financieros y agencias calificadoras en relación al compromiso del gobierno federal por un manejo más responsable y prudente de las finanzas públicas”.
"Esperamos una aceleración en el crecimiento económico en 2018 así como una mayor estabilidad en el tipo de cambio
Los economistas de BBVA Bancomer apuntan que para 2018 la SHCP prevé un ajuste moderado en el gasto equivalente a 0.2% del PIB con respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación de 2017. La misma secretaría señala que dicho ajuste permitirá que los RFSP disminuyan a 2.5%, se alcance un superávit primario de 1.0 y continúe la disminución del SHRFSP a 49.2% del PIB.
“Asumiendo que se cumple con el ajuste al gasto mencionado –anotan los analistas-, es importante mencionar que el logro de estas metas depende en gran medida de una evolución favorable, tanto de los ingresos tributarios como del gasto no programable. Ante la disipación de la gran incertidumbre ocasionada por el efecto Trump y el futuro de la relación comercial entre México y EE.UU., esperamos una aceleración en el crecimiento económico en 2018 así como una mayor estabilidad en el tipo de cambio.” Estos dos factores, puntualizan Rodríguez y Serrano, contribuirán al comportamiento favorable de los ingresos tributarios y el gasto no programable.