Cuando un cliente de BBVA, sea minorista o mayorista, desea hacer una inversión en los mercados financieros, como por ejemplo una compra-venta de bonos, acciones o divisas, hay un espacio singular para ello dentro de la Ciudad BBVA en Madrid: la sala de tesorería. Es una fábrica de productos de mercados, donde cientos de especialistas trabajan para cubrir las necesidades de los clientes con las mejores soluciones de inversión. Este reportaje abre las puertas de la sala para presentar a los distintos profesionales que trabajan en ella, explicar los productos que allí se fabrican y contar cómo es un día habitual de trabajo.
Este espacio gigante tiene una superficie construida de 1.700 metros cuadrados y es el centro neurálgico de la actividad que desarrolla BBVA en los mercados financieros. Para todo tipo de clientes; desde grandes corporaciones a inversores institucionales, pasando por las redes del banco, tanto particulares como empresas.
En esta sala se reúnen cuatrocientos trabajadores súper especializados que intervienen a diario en más de 9.000 operaciones financieras. Compran acciones, emiten bonos, estructuran deuda y cubren los riesgos de la exposición a monedas extranjeras. Diariamente en la sala se puede llegar a operar en 40 divisas y el volumen de las transacciones de los clientes puede alcanzar los 18.000 millones de euros.
Un paseo interactivo por la sala de tesorería
En el siguiente vídeo te invitamos a realizar un recorrido interactivo por la sala de tesorería. Haz clic en los puntos animados que van apareciendo en la pantalla para descubrir cómo se trabaja en la sala y para conocer otros datos de interés.
Los protagonistas
Los equipos de una sala de tesorería están habituados a trabajar transversalmente y en espacios abiertos. Así mismo, la ubicación de las distintas mesas en la sala facilita la cultura de comunicación transversal entre los distintos equipos y el manejo eficiente de la información pública.
Desde la originación del producto hasta la venta al cliente final hay un enorme trabajo en equipo: “Es importante confiar en nuestros compañeros, rompiendo silos entre áreas y barreras jerárquicas”, comenta Francisco Javier Fernández, responsable del negocio de trading de divisas en Europa.
En la sala de tesorería confluyen la mayoría de los eslabones de esta cadena de valor: estructuración, ‘trading’, ventas, analistas y ‘e-Commerce’. Todos ellos forman parte de un engranaje que trabaja para ofrecer el mejor producto a los clientes.
Los ventas son los responsables de la relación directa con los clientes. Los ‘traders’ cotizan los precios de las operaciones para los ventas y gestionan los riesgos derivados de las mismas. Los estructuradores, por su parte, son los encargados de diseñar soluciones que combinan distintos instrumentos. De estos tres equipos ubicados en la sala, más de la mitad son ventas (52%), un 39% ‘traders’ y un 9% estructuradores.
Dentro de la sala, como parte parte de esta cadena de valor, se encuentra también la figura del especialista ‘Quant & Business Solutions’, quien desarrolla e implementa modelos matemáticos y herramientas de análisis, así como la figura del experto de ‘e-Commerce’, cuyo principal objetivo es desarrollar, mejorar y distribuir la oferta de servicios y precios a través de los distintos canales digitales.
Fuera de la sala quedan otros dos eslabones muy importantes: los analistas de mercados y los originadores de operaciones en los mercados primarios, que deben estar aislados por lo que se conoce como ‘murallas chinas’. Un mecanismo que intenta prevenir la aparición de conflictos de interés entre distintos departamentos de una entidad que se encuentren relacionados con operaciones que tengan efectos en los mercados de valores.
“Somos el punto de entrada del cliente a BBVA”
Nuestra misión consiste en ofrecer al cliente el producto que mejor se ajuste a sus necesidades, siempre velando por su beneficio e informando de los riesgos asociados a cada operación.
Estamos organizados en función de los distintos segmentos de clientes a los que atendemos: ‘corporates’, inversores, institucionales y las propias redes de BBVA. El catálogo de producto abarca todos los subyacentes (renta variable, renta fija y divisas) y distintos niveles de complejidad.
Contamos con un conocimiento profundo de los mercados así como de los distintos productos financieros existentes y de los procesos operativos y aplicaciones para elaborar la información que necesitan los clientes.
“Cotizamos el precio de las operaciones”
Los ‘traders’, a través de diferentes herramientas y aplicaciones, cotizamos precios consistentes con las condiciones de mercado de cada momento.
También gestionamos los riesgos derivados de las operaciones por los movimientos de los mercados: subidas y bajadas de tipos de cambio, tipos de interés o el mismo precio de las acciones. La gestión de estos riesgos da lugar al resultado que llamamos de ‘apalancamiento’. En el desempeño de nuestras funciones, hemos de cumplir estrictamente la regulación vigente y las limitaciones impuestas por los departamentos de riesgos del Grupo.
Tenemos un conocimiento profundo de los mercados financieros así como de los sistemas y flujos de la actividad de los mercados.
“Desarrollamos soluciones personalizadas para nuestros clientes”
Definimos y desarrollamos soluciones personalizadas, diseñadas a partir del perfil del cliente. Tenemos en cuenta perspectivas financieras, contables —siempre en línea con los requerimientos legales—, regulatorias y de riesgo. De esta forma, los vendedores cuentan con una mayor variedad de soluciones innovadoras.
Poseemos sólidos conocimientos técnicos, financieros —desde los productos más sencillos hasta los derivados más complejos y exóticos— y de riesgos. No es raro que los estructuradores dominen temas contables o legales.
“Desarrollamos modelos matemáticos y herramientas”
Los especialistas ‘Quant & Business Solutions’ somos los responsables del desarrollo e implantación de modelos matemáticos y herramientas que permiten analizar y gestionar el riesgo de las operaciones, automatizar procesos de negociación en los mercados, optimizar el uso de recursos y proveer inteligencia basada en datos. Eso nos convierte en un eslabón clave en la transformación digital del área de mercados.
Tenemos amplios conocimientos de matemáticas financieras y teoría de valoración, lenguajes de programación, análisis de datos y gestión de proyectos, todo ello combinado con un conocimiento profundo de la actividad y procesos de la actividad de mercados.
"Recomendamos las mejores oportunidades de inversión"
Siempre con la información pública disponible en cada momento, realizamos funciones de análisis y valoración de empresas, sectores y de las principales variables económicas. Y como parte de nuestro trabajo, en coordinación con el equipo de ventas, participamos en acciones comerciales con los clientes para presentarles nuestras ideas de inversión.
Tenemos un conocimiento profundo de los distintos mercados y sectores, y manejamos herramientas y técnicas cuantitativas de valoración de empresas. Es importante también saber gestionar fuentes de información como Bloomberg, Reuters u otras bases de datos específicas de cada industria.
La fábrica de producto
Los profesionales que trabajan en la sala de tesorería están especializados en diferentes subyacentes, es decir, en activos financieros (acciones, bonos, divisas, tipos de interés, etc.) que son objeto de un contrato normalizado negociado en un mercado, y que sirve como base para un contrato de derivados y otros productos financieros.
Para cada uno de los siguientes subyacentes habrá vendedores, ‘traders’, estructuradores y ‘quants’ especializados en el mismo. Estos especialistas están ubicados en mesas y agrupados por perfiles, de manera que la sala se compone de:
- Equity.
- Es el negocio de compra-venta de acciones, también conocido como renta variable.
- Crédito.
- Es el negocio de compra-venta de bonos. Es uno de los productos incluidos en renta fija.
- Tipos de interés.
- También incluido en renta fija.
- Foreign Exchange o FX.
- Se trata del negocio de compra-venta de divisas.
Todos estos subyacentes se negocian en sus formatos más sencillos y en los derivados que se basan en ellos.
Otro eslabón importante de la fábrica de producto es el de los analistas que, aunque no están físicamente en la sala, proveen análisis de inteligencia sobre los mercados, algo imprescindible para que el resto del equipo pueda realizar su trabajo con éxito.
Dentro del tipo de operativa que se realiza en la sala, existen operaciones más sencillas, o ‘vanilla’; y operaciones más complejas, o estructuradas, que combinan diferentes subyacentes. En cualquier caso, la conversación se inicia porque el cliente necesita cubrir una necesidad y así se lo transmite al ventas, o porque el ventas, que conoce muy bien el perfil de su cliente y el tipo de operativa que necesita, detecta una oportunidad y se lo hace saber.
Todas las operaciones que se llevan a cabo en la sala cumplen rigurosamente la legislación y regulación vigentes en los distintos mercados de capitales en cada momento. El impulso que los legisladores y supervisores están dando a través de MiFID II y otras legislaciones en el marco de la Capital Markets Union está muy orientado a fomentar la transparencia y a proporcionar mejor y mayor información a los clientes. Esto incluye por un lado, una comunicación clara hacia los clientes sobre precios, términos y roles de los implicados en cada operación, y por otro, la obligación de ejecutar las órdenes en los términos más favorables para el cliente.
24 horas en la sala de tesorería
BBVA cuenta con varias salas semejantes a la de Madrid situadas en Londres, Nueva York, México y Hong Kong. Además, existen salas más pequeñas, con equipos de estructuración y ventas en otras plazas europeas —Milán, París y Düsseldorf—, y asiáticas. También hay salas en los principales bancos del Grupo en América Latina: Perú, Colombia, Chile, Argentina y Venezuela.
En algunos casos, para productos como el de divisas, cuyo mercado está en funcionamiento 24 horas al día durante 5,5 días a la semana, los clientes pueden operar durante todo ese tiempo, ya que el libro de posiciones se traslada cuando cierra el mercado europeo a Nueva York y América Latina. Cuando éstos cierran se pasa a Asia y se devuelve a Madrid cuando el mercado europeo abre de nuevo.
“En la sala de tesorería se trabaja de manera global en coordinación con el resto de las salas del Grupo, porque nuestros clientes requieren un servicio y conocimiento global, y a la vez una mayor especialización de las geografías en que BBVA está presente”, comenta Antonio Ordás, responsable del negocio de mercados de BBVA.
A las siete de la mañana llegan los primeros especialistas a la sala de tesorería de Madrid. La primera reunión del día es el ‘morning meeting’, una puesta en común de los equipos de ‘trading’, ventas, estructuración y análisis. Hasta hace unos años se celebraba diariamente, pero con la introducción de nuevos canales de comunicación que favorecen el flujo continuo de información, se suelen celebrar con menos frecuencia; cada dos días o semanalmente, según las distintas necesidades de los negocios.
En esta reunión, los analistas dan las conclusiones de sus informes sobre el comportamiento del mercado financiero en general, y de los subyacentes concretos en particular; a continuación los ventas explican el interés que están mostrando los clientes y el tipo de operaciones que demandan; los ‘traders’, por su parte, que son quienes están en contacto directo con el mercado, explican los movimientos de compra-venta que ven en los distintos subyacentes en los que están especializados.
Desde que abre el mercado europeo a las 9h hasta que cierra a las 17.30h, el ritmo de trabajo en la sala es bastante constante. Aunque hay tres picos de actividad: la apertura del mercado en Europa, la apertura de Estados Unidos, especialmente si se anuncian datos macroeconómicos relevantes, y el cierre de Europa.
Siempre hay especialistas atendiendo las mesas, éstas no se pueden quedar nunca solas. Si hay que asistir a una reunión, se dejan instrucciones al resto del equipo sobre posibles operaciones que tengan que ejecutarse; igual sucede a la hora del almuerzo, cuando los miembros de las mesas se turnan para salir.
Es importante destacar que en las operaciones se trabaja siempre en equipo; los resultados derivados de la ejecución de las operaciones son de la mesa, nunca de un especialista solo.